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miércoles, 16 de diciembre de 2009

Declaración Universidad y vida

"La historia juzgará nuestra pasividad cómplice o nuestro compromiso solidario con el débil".

Cualquiera que luche por los derechos humanos y la defensa de los más débiles puede suscribir, palabra por palabra, la declaración de los máximos responsables médicos en Navarra.

Declaración “Universidad y vida”

jueves, 26 de noviembre de 2009

Los intelectuales -de verdad- contra la ley Herodes

«Pedimos la libertad de voto. Los diputados deben tener en cuenta los hechos, la ciencia, y deberían exigir a sus partidos que les dejen votar en conciencia, y no tener ningún miedo a hacerlo».

No estaban Victor Manuel, Ramoncín ni Almodóvar. De Pilar Bardem y Wyoming tampoco sabemos nada. Claro que, esta vez no se trataba de "trabajadores de la cultura" como dicen los del pomposo sindicato vertical, ni supuestos "intelectuales", que dicen los del Ministerio de Propaganda y Paz Social.
Der Mythus des 20. Jahrhunderts, 1930, Alfred Rosenberg, inventa el término untermensch (subhumano)

No. Solo son más de 2.500 científicos, más de 1.500 juristas y unos 200 reales académicos. Tres manifiestos distintos de biólogos, pediatras, ginecólogos, psiquiatras, juristas, filósofos, doctores, catedráticos... ya saben, nada que ver con ciencia, humanidades y cultura. Los más de 4.000 intelectuales españoles de reconocido prestigio piden a los parlamentarios que «voten en libertad y en conciencia».
El catedrático de microbiología, César Nombela: «negar que la vida humana es un continuo, sólo es oscurantismo... el aborto no es interrumpir nada, sino que significa acabar con una vida y eso está en contra de la ética y de la justicia».
“El subhumano, que biológicamente aparenta ser una creación de la naturaleza similar con manos, pies y una especie de cerebro, con ojos y una boca, es, sin embargo, una criatura completamente diferente”. -Der Untermensch (El subhumano), 1942, Oficina principal de la raza del III Reich.

El vicepresidente del Comité de Bioética de España, Carlos Alonso Bedate, se retractó ayer y retiró en otro comunicado su apoyo al proyecto de ley Herodes, que calificó de «éticamente inaceptable».
Nombela aplaudió «la claridad y la oportunidad» con la que Bedate había impugnado la reforma y recordó que «la opinión cualificada del vicepresidente del Comité de Bioética descansa en la evidencia de que hay una vida humana singular y distinta desde el momento de la concepción, un hecho que la comunidad científica admite hoy sin controversia, porque tenemos datos de los que carecíamos hace doscientos años».
"Un judío, independientemente de su edad, es claro que es un ser vivo; ahora bien no puede afirmarse que sea un ser humano, no hay base científica para ello". -Adolph Hitler, 1939

En palabras de la doctora Mónica López Barahona, biomédica y consultora de Bioética de Naciones Unidas: el embrión unicelular, en estado de cigoto, "es vida humana... es objeto de los mismos derechos que cualquier otro individuo de la especie. Por eso, entrar en una terminología de plazos no es aceptable, porque uno no pertenece más o menos a la especie humana según el número de células que tenga o según los kilos que pese".
"Un feto de 13 semanas es un ser vivo, pero no puede ser un ser humano porque eso no tiene ninguna base científica". -Bibiana Aido, 2009

Nicolás Jouve, catedrático de Genética de la Universidad de Alcalá de Henares: "La biología celular explica que los seres pluricelulares se constituyen a partir de una única célula inicial, el cigoto, en cuyo núcleo se encuentra la información genética que se conserva en todas las células y es la que determina la diferenciación celular; la embriología describe el desarrollo y revela cómo se desenvuelve sin solución de continuidad". La concepción es el momento en que se constituye "la identidad genética singular" de cada persona.

jueves, 12 de noviembre de 2009

Yo estuve excomulgado

La Iglesia advierte (o recuerda) que aquellos católicos que voten a favor de la Ley del Aborto "están en situación objetiva de pecado mortal, y no pueden ser admitidos en la comunión". Excomunión es la pena impuesta por ley canónica por la que un católico es parcialmente excluido de la vida de la Iglesia, por lo que no puede recibir la Comunión, ni participar en la Misa, tener Confesión y los demás sacramentos. No pueden ser padrinos ni participar activamente en la vida de la Iglesia.
Han salido inmediatamente todos los cristianos de la política, especialmente en la derecha, para mostrar su rabieta. Jorge Fernández Díaz del PP, o los de partidos confesionales cristianos, como Pere Macías de CiU y Emilio Olabarria del PNV. Claro que, ante la pasta que se llevan, ninguno protesta por la disciplina de voto y la negación del voto en conciencia. Sinceramente me pregunto para qué hacen falta tantos diputados si su voto es, sí o sí, lo que diga su fürer. Supongo que para blindar sus privilegios y así, cuando se hacen tránsfugas, conservar su acta de diputado. Bien por Josep María Sánchez Llibre, de CiU, que paró los pies a un cretino y a la impresentable vicepresidenta Teresa Cunillera: "¡No me hable de excomulgación!" (sic). Bien por la sensatez de Duran Lleida y hasta del mismo Urkullu, que se confiesa “profundamente cristiano”.
Quien legisla a favor del aborto, quienes lo promueven y trabajan para hacerlo realidad, quien lo induce u obliga a la mujer a abortar, el médico, enfermera o persona que lo realiza, y la mujer que lo lleva a cabo reciben la pena de la excomunión.

Es verdad que la excomunión pública es poco frecuente. Después del Concilio Vaticano, el Arzobispo Lefebre fue excomungado, pero en este caso hablamos de otra cosa, excomunión automática (latae sententiae) "de modo que incurre ipso facto en ella quien comete el delito". Tomaré la explicación del padre Jordi Rivero:
Se trata de delitos sumamente graves: apostasía, herejía o cisma. (Canon 1364); la violación directa del sacramento de la confesión por un sacerdote (Canon 1388); el procurar o participar en un aborto o la cooperación necesaria para que un aborto se lleve a cabo (CIC 2272; Ley Canónica 1398).

Yo estuve excomulgado. Al ponerme en una situación objetivamente contraria a Dios, yo mismo me situé fuera de la comunión. Puede ocurrirle a cualquiera. El Papa, el Obispo, o los sacerdotes especialmente autorizados pueden levantar la excomunión, y eso fue lo que pasó conmigo. No es la Iglesia quien excomulga, sino el individuo que rompe la común unión. Con el arrepentimiento y rectificación viene la absolución (cf. CCC 1463) y el cristiano vuelve a integrar plenamente la Asamblea.

Excomulgar significa ser expulsado parcialmente de la comun-unión, por lo que, evidentemente, no afecta a los no cristianos. No se puede privar de lo que no se tiene. Sin embargo, lo más divertido será ver las reacciones del facherío cristófobo, preocupadísimos aparentemente por algo que ni les concierne, ni les importa ni les afecta. Basta leer los comentarios en Público o en El Plural. Son cosas del pensamiento único, la intolerancia fascista de los totalitarios que nunca se resignan a admitir discrepancias. Prietas las filas, impasible el ademán, toda la carcundia cristófoba a protestar por lo que ni siquiera entienden. Hay que ser comprensivos, los que ostentan posturas tan intolerantes lo hacen hasta que en sus vidas pasa algo.

martes, 10 de noviembre de 2009

Quien esté libre de pecado

De Políticamente Acorrecto


—Maestro —le dijeron—, la Ley nos manda apedrearla. Tú, ¿qué dices?

Jesús, inclinándose, empezó a escribir con el dedo sobre la arena, con palabras que se lleva el viento. Sus únicas palabras escritas, que sepamos. Ante la insistencia de los legalistas se incorporó y dijo:

Quien esté libre de culpa que tire la primera piedra.

E inclinándose otra vez, siguió escribiendo. Los letrados, al oírlo, fueron escabulléndose uno a uno, empezando por los más viejos, hasta el último. Quedaron solos Jesús y la mujer en medio, de pie. Jesús se incorporó y le preguntó:

—Mujer, ¿dónde están tus acusadores? ¿Ninguno te ha condenado?”

—Ninguno, Señor.

—Tampoco yo te condeno. Anda, y en adelante no peques más.

Esta es la posición cristiana ante un crimen de aborto, la que hemos vivido y viviremos personalmente muchos católicos, pues la Ley fue hecha para el Hombre, no el Hombre para la Ley.

Principio de Individualidad

Una de las bases fundamentales para el humanismo cristiano es la defensa del individuo y por consiguiente de la libertad. Hegel, dentro del idealismo alemán, constata que en la polis griega el hombre no tenía conciencia de su individualidad ni, por tanto, de su libertad. La esclavitud era entonces una consecuencia lógica. Es el mismo Hegel quien destaca que el cristianismo cambia la realidad al incidir en el individuo, lo subjetivo frente al Estado, y que donde impera el principio de individualidad triunfa la libertad humana. Uno de sus maestros, Fichte, define el campo dialéctico como tesis, antítesis y síntesis, o dicho de otra manera, el yo, el no-yo y su conjunción (para una gestante, la mujer, el bebé y el bien de ambos).

Es inevitable que quienes se encuentran en una fase de increencia sientan grandes preocupaciones en torno a la religión. No solo por simplismo reduccionista o para consolidar posiciones éticas necesarias, sino las más de las veces en una búsqueda legítima de bases morales, sea conciliadoramente o «a la contra». El materialismo per se es amoral, y el relativismo inmoral, por lo que desde cualquier perspectiva toda persona necesita recursos éticos razonables. La confusión y desconocimiento llevan en ocasiones a pensar que un cristiano, por ejemplo, está contra los métodos anticonceptivos. Nada más lejos de la realidad. El uso de condones no solo puede ser aconsejable: en diferentes circunstancias es moralmente obligatorio, y si alguien dice lo contrario no será por católico. La avalancha de la ortodoxia estatalista, la religión del Estado, llega en ocasiones al límite de la mezquindad, el desprecio absoluto por la realidad y por los más desfavorecidos. Con el aborto tres cuartos de lo mismo.

No pueden abordarse cuestiones morales desde el humanismo cristiano sin tener como premisas el principio de individualidad y el libre albedrío. Precisamente celebramos ahora el vigésimo aniversario de la caída de la mayor y más sangrienta tiranía que ha conocido el mundo, el 9 de noviembre de 1989, y es un magnífico ejemplo de a dónde lleva la aniquilación del individuo.

Tratar temas como el aborto en caso de violación al modo de categoría general, como un gran dios-Estado ciego, no solo es inútil, es que desprecia profundamente a cada persona en cada circunstancia. En España el 0,01% de los abortos se practican en el supuesto de violación, uno por año. De los 112.138 abortos en 2007, uno fue por violación. La violación es un fallo del Estado que no se soluciona exclusivamente con la cárcel para el agresor. El mismo Estado debe poner a disposición de la víctima todos los mecanismos, leyes positivas, que beneficien a cada mujer víctima en cada caso concreto, siempre enfocado al bienestar de la mujer y a defender el principio constitucional de que «la vida del nasciturus es un bien jurídico constitucionalmente protegido por el art. 15 de nuestra norma fundamental», por lo que la acción del Estado debe «abstenerse de interrumpir o de obstaculizar el proceso natural de gestación» estableciendo «un sistema legal para la defensa de la vida» (Sentencia Tribunal Constitucional 11/04/1985).

Derecho Romano


En realidad, la opción pro-vida es muy anterior a la civilización cristiana. «Al infante concebido se le tiene por nacido siempre que le convenga», establecía el derecho base de toda nuestra jurisprudencia (Infans conceptus pro jam nato habetur quoties de commodis ejus agitur). El delito de aborto se pagaba mediante confiscación y destierro puesto que el nasciturus era persona jurídica con facultad, entre otras cosas, para heredar (como en España).

Ahora bien, parir no significa ser madre. Nuestros abuelos romanos hicieron de la paternidad un acto de voluntad: nosotras/os criamos, nosotras/os decidimos. Si bien es claro que se presume la paternidad del marido (Pater is est quem nuptiae demonstrant), el bebé, dejado en el umbral de la casa, era tomado y elevado hacia el sol pasando en ese momento a ser hijo legítimo. Si los padres biológicos decidían no aceptar su paternidad el niño quedaba expósito y libre para ser adoptado.

Más tarde, Rescesvinto en el año 654 proporcionó a nuestros padres visigodos el Fuero Juzgo, por el que reconoce al nasciturus como persona, y castiga en el Título III del Libro VI a quienes participen en un aborto.

Aztecas, mayas y todavía hoy los chinos, cuentan la edad de una persona desde su fecundación. En el capítulo 25 de la Historia General de las Cosas de la Nueva España, donde se habla del valor del nasciturus y su madre para los nahuas, Fray Bernardino de Sahagún tuvo que enfrentarse a otros intelectuales europeos que no concebían posible esa altura moral en el Imperio Azteca.

Oriente

El budismo también intenta sacar la discusión ética del aborto de parámetros extremistas. Las posiciones que popularmente conocemos como pro-vida y pro-elección son llamadas eternalismo y aniquilacionismo, y a semejanza del cristianismo, Buda intenta encontrar el camino de la mano izquierda mediante la compasión. Las razones para el aniquilacionismo se basan en la visión materialista del mundo, que relaciona el valor moral con la consciencia. La principal contradicción del materialismo es de orden científico, puesto que no existe una prueba científica para determinar el momento de la consciencia —sí existe consenso científico en cuanto a que el ser humano lo es desde su concepción—, así que aceptar o rechazar la postura materialista es un acto de voluntad; una especulación metafísica, en suma, un mecanismo subjetivo.

El aborto, por tanto, es considerado por el budismo sin ninguna duda como la muerte intencional de un ser humano, aunque la limitada capacidad del bebé intrauterino en las primeras semanas para sentir dolor no permite llamarlo asesinato. Se reconoce por tanto una gradación en la condena moral del acto de matar. En el Vinaya se equipara la aparición del embrión con la primera consciencia, y en sus reglas monásticas se dice que un monje o una monja no pueden matar intencionalmente a un ser humano, especificando: «incluso hasta el punto de causar un aborto». El Canon Pali, la primera recopilación escrita de las enseñanzas budistas, explica el proceso de concepción y advenimiento de la consciencia. El Maha Nidana Sutta aclara que si la consciencia no entra en la matriz, no puede haber mente ni forma física. El Maha Tanhasankhaya Sutta establece que la consciencia aparece con la concepción. Todo acorde con la lógica budista, donde lo primero es la consciencia (después cuerpo y mente), y para la que ésta es un proceso gradual que culmina con el Buda.

El Islam, que es muy legalista, afirma el derecho a la vida desde la concepción, prohibe el aborto, y también busca soluciones en casos de peligro de muerte para la madre, violación y malformaciones graves. El Corán recoge la más vil de las causas aducidas para abortar: «No matéis a vuestros hijos por miedo de empobreceros; ya os proveeremos Nosotros, y a ellos» (6:151). Ni los sabios musulmanes podían imaginar que un día se reciclarían doctrinas totalitarias bajo el abyecto lema «nosotras parimos, nosotras decidimos». El jeque Ibn Taimiyah, uno de los mayores eruditos de la ortodoxia islámica, dijo en la época de las cruzadas: «Es el consenso general de los sabios [fuqaha] que el aborto es prohibido».

La Constitución

El pleno del Tribunal Constitucional fijó posición en Sentencia del 11 de abril de 1985, declarando el proyecto de ley del aborto incompatible con la Constitución. La campaña contra el Constitucional fue terrible, y el ambiente en la sociedad española como siempre, con OTAN, de entrada no dos días antes y el primer gran atentado islamista (Mustafá Setmarian, fundador de Al Qaeda en España) dos días después, con 18 muertos y un centenar de heridos atribuídos inicialmente por el gobierno a ETA.

II. Fundamentos jurídicos

5. El art. 15 de la Constitución establece que «todos tienen derecho a la vida».

a) Que la vida humana es un devenir, un proceso que comienza con la gestación, en el curso de la cual una realidad biológica va tomando corpórea y sensitivamente configuración humana, y que termina en la muerte; es un continuo sometido por efectos del tiempo a cambios cualitativos de naturaleza somática y psíquica que tienen un reflejo en el status jurídico público y privado del sujeto vital.

b) Que la gestación ha generado un tertium existencialmente distinto de la madre, aunque alojado en el seno de ésta.

c) Que dentro de los cambios cualitativos en el desarrollo del proceso vital y partiendo del supuesto de que la vida es una realidad desde el inicio de la gestación, tiene particular relevancia el nacimiento, ya que significa el paso de la vida albergada en el seno materno a la vida albergada en la sociedad, bien que con distintas especificaciones y modalidades a lo largo del curso vital. Y previamente al nacimiento tiene especial trascendencia el momento a partir del cual el nasciturus es ya susceptible de vida independiente de la madre, esto es, de adquirir plena individualidad humana.

De las consideraciones anteriores se deduce que si la Constitución protege la vida con la relevancia a que antes se ha hecho mención, no puede desprotegerla en aquella etapa de su proceso que no sólo es condición para la vida independiente del claustro materno, sino que es también un momento del desarrollo de la vida misma; por lo que ha de concluirse que la vida del nasciturus, en cuanto éste encarna un valor fundamental -la vida humana- garantizado en el art. 15 de la Constitución, constituye un bien jurídico cuya protección encuentra en dicho precepto fundamento constitucional.

Más tarde, en el fundamento jurídico 7, el Tribunal Constitucional establece que: «Y ello es lo decisivo para la cuestión objeto del presente recurso, debemos afirmar que la vida del nasciturus, de acuerdo con lo argumentado en los fundamentos jurídicos anteriores de esta sentencia, es un bien jurídico constitucionalmente protegido por el art. 15 de nuestra norma fundamental». Esto implica para el Estado dos obligaciones: «La de abstenerse de interrumpir o de obstaculizar el proceso natural de gestación, y la de establecer un sistema legal para la defensa de la vida que suponga una protección efectiva de la misma y que, dado el carácter fundamental de la vida, incluya también, como última garantía, las normas penales».

Como con todos los bienes y derechos constitucionales, ocurre que esa protección no tiene un carácter absoluto, y en determinados supuestos puede y aun debe estar sujeta a limitaciones. Resumiendo: el aborto es un crimen contra la vida humana, un delito, pero por su naturaleza única en cada caso deben legislarse las excepciones como tales. Ante un hecho excepcional se requieren medidas extraordinarias, principalmente positivas, y a la hora de juzgar moralmente, cada cual debe reflexionar antes de lanzar la primera piedra.

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martes, 3 de noviembre de 2009

Violación y aborto

En España apenas el 0,01% de todos los abortos se practican en el supuesto de violación. Es decir, de los 112.138 abortos de 2007, uno fue por violación; de los 101.592 en 2006, otro. De los 305.394 abortos realizados entre 2005 y 2007, 3 han sido por violación. Hablar de supuestos generales en este caso es fútil. Cada persona en cada circunstancia es un caso distinto.
De nuevo, el más débil a proteger es el bebé, aunque circunstancias tan terribles para cualquier mujer hacen complicado tomar una posición ética, más allá de la empatía, el apoyo y la compasión sea cual sea el resultado. No obstante hay que decirlo, alguien tiene que hacerlo. Quienes miran por bien del hijo consideran que su vida es lo más importante; quienes solo miran por el bien de la madre piensan que evitarle molestias es lo principal. Hay una tercera vía: buscar el bien de ambos.

El trauma estará ahí, con o sin hijo, pero si a la violación le sumamos la muerte del bebé, no solo no servirá para arreglar las cosas sino que antes o después pasará factura a la madre. El aborto no solucionará la violación previa, violará de nuevo a la mujer y matará un bebé que no tiene culpa alguna.
No es difícil comprender a una familia que asiste, en países con pena de muerte, a la ejecución de algún asesino que quitó la vida a sus seres queridos. Condenar moralmente a esa familia sería un error, pero el asesinato de un asesino sigue estando mal, sigue siendo un asesinato. En el caso de aborto por violación, el bebé intrauterino paga por la maldad de su padre biológico. Si una mujer violada decide abortar, no seré yo quien la condene, ni moral ni legalmente, ni creo que nadie pudiera. Es, no obstante, un crimen que se debe intentar evitar mediante la protección, comprensión y todas las medidas sociales necesarias, que pasan por el acogimiento socio-psicológico, una ley de adopción eficiente y gratuíta, y todas las medidas económicas necesarias para que la madre no sea abandonada a su suerte.
Teniendo auténticas leyes de protección hacia la mujer y un eficiente sistema de adopción, el "problema" queda reducido al proceso de embarazo. Claro que las leyes del holocausto abortista no están hechas para favorecer a las personas sino a las grandes multinacionales eugenésicas. Por eso en España el 97,92% de los abortos se practican pagando, en centros privados.
Hay otro aspecto más repugnante: la presión social e incluso familiar sobre la mujer y su bebé que, sin decirlo explícitamente, tiende a criminalizar a las víctimas sacando lo peor de los sentimientos de culpa, hipócrita vergüenza y el qué dirán.

No hay apenas testimonios de mujeres que hayan pasado por el trance de quedar embarazadas tras una agresión. Recojo 3 con distintas circunstancias y resultados:
Julie Makimaa
"Mi nombre es Julie Makimaa y si el aborto hubiera sido legal en 1964 yo no estaría aquí hablando. Fui adoptada cuando era una bebita en California y criada allí hasta 1979, año en que mis padres se mudaron al norte de Michigan. Poco tiempo después me casé y comencé a buscar los papeles de adopción para encontrar la identidad de mi madre biológica. Tres años y medio más tarde nos reunimos y desde entonces tenemos una relación muy especial. Mi esposo y yo éramos pro-vida antes de que yo conociera a mi madre, pero por primera vez pensamos acerca de los embarazos por incesto o violación y si el aborto se debía permitir en estos casos. ¿Pero cómo podría yo apoyar el aborto? Verdaderamente estaría negando mi propia vida, mi propia existencia. Opino que todo niño tiene un propósito especial en la vida y el derecho a vivir, ¿qué importa cómo comenzó nuestra vida?

Verdaderamente hay dos víctimas. Como sociedad hemos tratado a estas mujeres y a sus hijos como si fueran los criminales, ¡y esto tiene que terminar! Opino que debemos ofrecerle nuestra compasión y ayuda a las mujeres y a sus hijos, y nunca debemos siquiera pensar en el aborto como una ayuda ... muchas mujeres que han abortado un embarazo producto de una violación, se han encontrado con que los efectos posteriores del aborto son mucho más devastadores que los del ataque sexual".


Kay Zibolsky:
"Fui violada a punta de un cuchillo a menos de una cuadra de mi casa, cuando tenía sólo 16 años. Mi asaltante desconocido se perdió en la noche, dejándome herida después de haberme amenazado para que no le dijera nada a nadie. Por 27 años no lo dije nunca, excepto a mi esposo muchos años después. Concebí y dí a luz a una niña después de la violación, era preciosa, y es lo único bueno que resultó de aquello.
Cuando Robin tenía 18 meses la dí en adopción, pero Dios tenía un plan especial y nos conocimos cuando ella tenía 27 años, después que mi propio proceso de sanación me había preparado. Sus primeras palabras para mí fueron: ´caramba me alegro mucho de que no te hayas hecho el aborto´. Robin resultó ser una parte importante del proceso de sanación, y le doy gracias a Dios hoy en día porque no hice nada en mi juventud por lo cual hubiera tenido que sufrir el resto de mi vida, a que no le hubiera dado la oportunidad a mi hija de decirme aquellas conmovedoras palabras. El mal llamado aborto ´legal y seguro´ la hubiera silenciado para siempre".


Jackie Bakker:
"Cuando tenía 19 años fui violada a punto de pistola, me sentí sucia, usada y robada de toda mi dignidad. Menos del uno por ciento de las mujeres que son violadas salen embarazadas, pero yo fui una de ellas. Primero me negaba a creerlo, pero mi cuerpo comenzó a sufrir cambios, y me di cuenta de que ya no podía ocultarlo por más tiempo: estaba embarazada. Pensé que tenía que haber un modo fácil para salir de eso.

Recién me habían entrevistado para una posición en un trabajo, pero más que el riesgo de perder el trabajo, me preocupaba el tener que dar a luz al hijo del hombre que me había violado. Cuando mi hermana me sugirió el aborto me sonó como la solución perfecta. El aborto todavía era ilegal, pero mi hermana hizo los arreglos. Conocí a un hombre que me llevó a la oficina de un médico, pero éste me dijo que no me podía hacer el aborto porque tenía una infección tan fuerte en la garganta, que si me llegaba al útero podía morirme. Por lo tanto, me envió a mi casa y tuve que vivir con el hecho de que estaba embarazada y seguir adelante.

Más tarde me encontré un médico que me ayudó a ver que la vida es valiosa. Comencé a sentir amor y aceptación por mi bebé, especialmente después que lo sentí moverse. Me alegré por la nueva vida que llevaba dentro de mí y casi me olvidé de cómo había comenzado.

Cuando finalmente se lo dije a mis padres, mi papá se horrorizó de que estuviera embarazada, especialmente de un violador. Otro médico nos puso en contacto con la International Planned Parenthood (multinacional Anti-Vida), donde me dijeron que el aborto era ´la única solución´ y no me ofrecieron alternativas. Les creí cuando me dijeron que mi pesadilla pronto acabaría y que podría continuar con mi vida después del aborto ´como si nada hubiera sucedido´- Mis padres me hicieron testificar ante el Fiscal sobre la violación para que pudiera tener un aborto legal, pero cuando éste fue aprobado ya yo tenía 22 semanas de embarazo y quería conservar a mi bebé. Sin embargo, sentí una terrible presión de todos, especialmente de mis padres, y al fin cedí. Me inyectaron una solución salina y 18 horas más tarde ... dí a luz a una pequeña bebita que estaba totalmente formada y era perfecta ... esperaba que comenzara a llorar y que estuviera viva.

Sentí un vacío que nadie puede llenar al descubrir que los efectos del aborto continuaron, mucho tiempo después que los recuerdos de la violación. Por los próximos tres años experimenté horribles depresiones y pesadillas. Al contrario de todo lo que me habían dicho, era mucho más difícil lidiar con el aborto que con la violación. La violación fue un crimen terrible contra mí, una víctima inocente, el aborto fue la matanza de mi hijo inocente, y yo participé voluntariamente. Traté de convencerme a mí misma de que tenía una buena razón para abortar, después de todo había sido violada, pero el dolor no me dejaba pensar sobre ésto".



“El 80% de las mujeres violadas en el genocidio ruandés sufre un trauma perpetuo”. De los casos de violación no llegan al 1% los casos de embarazo.
Godelieve Mukasarasi, presidenta de la organización de mujeres víctimas del genocidio ruandés, Sevota:
Muchas de las víctimas de violaciones quedaron embarazadas y tuvieron niños fruto de esos crímenes, entre 2.500 y 5.000 niños y niñas. Según Godelieve Mukasarasi, las que han recibido tratamiento psicológico “han aceptado su situación y hoy quieren a sus hijos, pero hay miles de mujeres que rechazan a sus propios hijos y son niños traumatizados”, que son repudiados por la sociedad y “por sus hermanastros en los casos en los que las mujeres habían sido madres en su matrimonio”.


Los hijos del odio en Bosnia.
Se desconoce cuántas mujeres fueron violadas durante la guerra de Bosnia (1992-1995), pero las estimaciones hablan de al menos 20.000, la mayoría de ellas musulmanas, aunque también hubo serbias y croatas, y las ONG estiman que unos mil niños nacieron de esos abusos.

lunes, 2 de noviembre de 2009

Tánatos progresista

Tánatos es la muerte discreta, callada, es una muerte progresista. Gemela de Hipnos, nada tiene que ver con sus otras hermanas, las Keres, que sobrevuelan el campo de batalla rechinando sus dientes blancos. Atravesamos el momento más salvaje en toda la historia de la Humanidad. Nada hay comparable en cuanto a matanzas y desprecio por los derechos humanos con el pasado siglo XX, ni los dos milenios anteriores juntos han derramado tanta sangre. Cuando invadimos países como Irak o Afganistán nadie sabe por qué, pero tenemos la cara dura de, además, legalizar nuestras matanzas en la ONU. Y eso es solo escaparate: los grandes genocicios transitan en silencio, como Tánatos, enamorada del hambre, la miseria, el aborto y la eugenesia.

La batalla por la vida y la dignidad de todas las personas se ganará, antes o después, como se ganó a la esclavitud o al racismo. La cuestión está ahora en cambiar una tendencia fascistoide. Desgraciadamente es un debate viciado y cualquier zascandil se cuelga la etiqueta vale-para-todo de progresista.

Un amigo me preguntaba hace tiempo: ¿cuándo progresista dejó de significar progresista? No lo sé. Supongo que al mismo tiempo que otros tomaron la Bastilla liberal para convertirla en un búnker. Lo explica bastante bien Manuel Martín Ferrand en El aborto como bandera política. La cuestión es que de manera insólita pero no inexplicable se ha alimentado una masa borreguil capaz de defender los más siniestros postulados de muerte, del poder más absoluto, siempre contra los más débiles.

La Iglesia

Mientras nuestros obispos patrios se dedican a hacer cariñitos a etarras, montar fantasmales partidos católicos, ver películas de Amenábar o cargarse el socialismo cristiano y la derecha de Rajoy, el mundo católico avanza, oiga, que es una barbaridad. Por si faltaba algo, los tres tenores del «hoy me manifiesto contra el aborto, mañana no» —Benigno Blanco, Alfredo Dagnino, Ignacio Arsuaga— van a palos, unidos o separados según sopla, y Rouco no sabe con qué mimbres hacer el cesto del partido rouquista.

En el II Sínodo Africano que se está celebrando en Roma los obispos de Chad han pedido una acción contundente contra las multinacionales que practican «el saqueo y el robo sistemático de las materias primas y de las inmensas riquezas del subsuelo» en su país, donde las inmensas extracciones de petróleo han hecho que «si antes la población vivía en la pobreza, hoy vive en la miseria», y «los ingresos procedentes del petróleo han servido para comprar armas y alimentar conflictos interminables». Misioneros Combonianos, los de Mundo Negro —impresionante su trabajo— en su XVII Capítulo General, acaban de definir la situación en el Congo como «una guerra hecha para encubrir el saqueo de las riquezas minerales del país, en el que el 70% de sus 60 millones de habitantes vive con menos de un dólar al día». El arzobispo Celestino Migliore, observador permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas, ha iniciado una campaña en la ONU para el control de las multinacionales por la defensa y dignidad de los pueblos indígenas. El cardenal Bernard Agré, arzobispo emérito de Abidyán en Costa de Marfil, califica a las corporaciones como «asesinos financieros». El País, a su manera, ha dejado constancia de la lucha eclesial contra esos amos de la vida y la muerte: Se busca Papa negro.

Para asegurar ese lucro desmesurado, el biopoder maneja guerras, enfermedades, esterilizaciones y abortos masivos, todas las medidas eugenésicas que sirvan a la avaricia. Cuando la empresa cumple su función social, nada que objetar; si no es así se transforman, como dice Molares do Val de algunas oenegés, en cultivadores de hambrientos.

Progresistas


En América, el Arzobispo de Posadas (Argentina), Mons. Juan Rubén Martínez, lo clavó recientemente en una carta: «sectores poderosos, organismos internacionales», que responden a «una especie de capitalismo egoísta y salvaje, manejan grandes megamedios y agreden a las familias… Asombrosamente se visten con el ropaje absurdo de llamarse o autodenominarse ‘progresistas’ y ‘modernos’, cuando en realidad responden contradictoriamente al peor capitalismo».

En 1969, el grupo Ukamau de Bolivia estrenó su más conocida película: Yawar Mallku. Una historia inspirada en hechos reales, rodada en quechua por el cineasta Jorge Sanjinés, que muestra a las claras cómo grandes lobbies financiaron a sus tontos útiles —Cuerpos de Paz y organizaciones feministas— para exterminar o mantener controlada la población indígena, pobre, de Bolivia. En cuanto se estrenó Yawar Mallku, los indígenas bolivianos se percataron de por qué no nacían niños. Hubo intentos de linchamiento y las comunidades campesinas impidieron el paso a los Cuerpos de Paz. Los norteamericanos sacaron del país a todos los que trabajaban en los tres centros de esterilización bolivianos; las feministas locales y los Cuerpos de Paz dejaron de repartir masivamente anticonceptivos. En 1971, bajo el gobierno del general Juan José Torres, Bolivia expulsó oficialmente a los Cuerpos de Paz.

Si nos fijamos en los vídeos con cámara oculta filmados en las clínicas del doctor Morín observaremos que las mujeres que abortan son niñas de 15 años, una boliviana, otra rumana. Por supuesto de familias pobres y, de acuerdo con las leyes fabricadas por y para multinacionales abortistas, sin posibilidad en la sanidad pública (aborto libre, dicen, pero pagando), ni de tener protección o acogimiento para favorecer la adopción. Pagarán 4.000 euros cada una, según declara el propio Morín.

Puede parecer mucho dinero 4.000 euros pero, al fin y a la postre, lo pagan personas imigrantes en exclusión social, pobres. Mucho más caro es acoger a esas niñas por un año y ofrecer un programa que les permita tener su hijo o cederlo en adopción, fácil y gratuitamente, a las miles de familias deseosas de criarlo. Adoptar un niño no deseado por su madre siempre es un acto de amor, como cederlo. Da igual que sean familias tradicionales, homosexuales o un señor musulmán con 4 esposas. Claro que, entonces, esas familias tampoco pagarían chantajes millonarios por adoptar un chinito, que es de lo que se trata.

La fundación Project Prevention, fundada por la actriz Barbara Harris y dedicada al control de natalidad, mediante un programa de esterilización para toxicómanos llamado CRACK —que está amparado por la ley— ofrece 200 dólares a cada toxicómano que se acoja a su plan.

Lynn Paltrow, presidenta de National Advocates for Pregnant Women, declaraba sobre el programa de Project Prevention en The New York Times: «Los nazis decían que si solo esterilizas a los enfermos y los judíos mejorarás la economía». Conviene recordar que la eugenesia se ha practicado en Estados Unidos esterilizando a miles de discapacitados mentales o físicos, homosexuales, presos y lo que, en general llaman, personas conflictivas. Se aprobaron leyes que prohibían casarse a cualquier «epiléptico, imbécil o débil mental». Hasta 1945, unos 45.000 enfermos mentales fueron esterilizados de manera forzosa, pensando que la locura se heredaba. Entre 1927 y 1963, 64.000 personas fueron esterilizadas forzosamente bajo las leyes eugenésicas de los Estados Unidos. Canadá esterilizó forzosamente a miles de nativos canadienses hasta los años 1970. Suecia esterilizó por la fuerza a 62.000 personas, minorías étnicas y enfermos mentales, durante 40 años.

Es lo mismo si pintan el biopoder como capitalista o socialista, su objetivo nunca es el bienestar de la gente humilde. En Nicaragua, los sandinistas decidían masacrar a los índios misquitos. La comunidad indígena Akuntsu, de la Amazonia brasileña, enfrenta su extinción por el gobierno, que han dejado su tribu en solo cinco personas. Los Yanomami forman el grupo tribal más numeroso de todo Brasil, con más de 9.000 personas, y otros 10.000 tras la frontera, en la parte meridional de Venezuela. Como sus tierras son ricas en recursos minerales, unos 1.500 yanomami han muerto víctimas de la violencia y las enfermedades.

En Venezuela, si no les matan, les ofrecen una muerte progresista invitándoles a morirse. Cuando los índios venezolanos empiecen a saltar por los aires como hombres-bomba islamistas, Hugo Chávez habrá encontrado la forma de acabar con la hambruna sin tocar un solo petrodólar.

En el Perú, en tiempos que Fujimori era un héroe nacional alabado internacionalmente, se implementaron campañas de esterilización de la población indígena, indígenas pobres, bajo mando directo del presidente e impulsadas por la USAID y el UNFPA de la ONU. El País cifraba en 200.000 las personas esterilizadas y sentenciaba:

Su dilatado plan para controlar la natalidad de los más pobres e indefensos, los campesinos indígenas, le coloca al borde del genocidio y hace más acuciante su enjuiciamiento.


Fujimori con la ONU, USAID y la política de salud reproductiva de Bill Clinton practicaron lo que se llama un genocidio preventivo. Nada desdeñable tampoco es el silencio de la defensora de la Mujer de la Defensoría del Pueblo y la complicidad de las organizaciones feministas. La cuestión se saldó con una reprimenda en el Congreso americano y la enmienda Tiahrt, mediante la cual los EEUU sólo apoyan y financian desde entonces esterilizaciones voluntarias o abortos voluntarios. El bloguero y profesor de economía en Nueva York, el hispano-peruano Silvio Rendon del colectivo El Gran Combo Club, describe el final de aquel genocidio así:

Fueron instituciones “pro-vida” las que denunciaron el asunto a nivel internacional, sobre todo en los Estados Unidos. Paradójicamente, el centrista Clinton con sus políticas de “salud reproductiva” causó mucho daño a la población indígena peruana, mientras que el derechista Bush, influído por las derechas religiosas, si algo, cambió de política e impidió que continúe el despropósito de las esterilizaciones involuntarias. La posición “pro-vida” en este caso incluyó, como debe ser, la vida de los indígenas, sin discriminación alguna. El tema, sin embargo, ha quedado enterrado.


Todavía están por rendir cuentas las oenegés feministas que participaron en el genocidio preventivo de América mediante esterilizaciones generalizadas, como Pathfinder Internacional o la organización Manuela Ramos. De hecho, actualmente lo llaman «salud reproductiva».

En Estados Unidos, respetadísimos científicos como Davenport, Henry H. Goddard y Madison Grant, lo llamaban el problema de los «no aptos». La Eugenics Record Office llegó a concluir que los «no aptos» procedían, oh casualidad, de entornos económica y socialmente pobres. Cuando Margaret Sanger fundó la mayor organización abortista mundial, International Planned Parenthood (IPP), dejaba claras en sus conferencias para el Ku Klux Klan que planteaba el aborto como un estupendo método para el control de minorías raciales (para que no sufrieran la pobreza, claro). Estando en la Liga Americana para el Control de la Natalidad ya consideraba la eugenesia como una herramienta útil, científica y progresista. Así, la feminista Sanger, creó Negro Project para la selección genética racista mediante el genocidio negro, o, en sus palabras: para «ayudar a las mujeres negras en su natalidad». Al menos los de IPP llaman a la píldora del día después por su nombre: píldora abortiva. El día después se convierte en «hasta 63 días» (9 semanas), y en España puede comprarla sin receta cualquier nena que debe ir con sillita especial en el coche o que no puede subir sola al ascensor. Eso sí, los de IPP la facilitan altruistamente por un módico precio entre 350 y 650 dólares.

Como ha dicho recientemente Costa Gavras, antes las cosas estaban más claras, ahora los dictadores son democráticos y es difícil aclararse. Pero el principio no cambia: los pobres pueden vivir mientras sirvan a los ricos; si molestan -esa fastidiosa tendencia a reproducirse- se les mata o se les invita a matarse.

Recuerdo cuando a las monjitas de la Casa Cuna Santa Isabel se les cayó el techo. Una residencia para madres gestantes y con niños menores de 3 años abierta a toda mujer que haya recibido malos tratos tanto físicos como psicológicos, y para niños abandonados. Decenas de mamás y bebés acogidos y nadie movía un dedo para ayudarlas. Con el tiempo hasta las denunció un abogado que, luego se supo, era hombre y letrado gracias a que esas monjas le salvaron la vida. Seguramente era un abogado progresista, como Tánatos.

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lunes, 26 de octubre de 2009

Capitalistas salvajes -progresistas- por la eugenesia

De vez en cuando algún obispo hispano dice cosas que le hacen a uno no sentirse bicho raro. Será casualidad o no pero suelen ser americanos.
Arzobispo de Posadas (Argentina), Mons. Juan Rubén Martínez:
Los grupos que pretenden solucionar el problema de la pobreza con la anticoncepción "responden a una especie de 'capitalismo egoísta y salvaje'".
“Asistimos lamentablemente a una profunda contradicción en nuestra cultura actual. Por un lado la gente en general, pero sobre todo nuestro pueblo sencillo tiene una especial devoción a ‘las madres’ y a ‘la maternidad’, y a tener hijos, considerándolos como un ‘don de Dios’”, mientras que “por otro lado asistimos a una desvalorización de la maternidad y ‘antinatalismo’ promovido por grupos reducidos y poderosos, que promueven la anticoncepción para solucionar, sobre todo, el problema de la pobreza, sin recurrir a aquello que es clave para corregir este flagelo que es una mayor y justa distribución de la riqueza, y el ejercicio de una solidaridad más globalizada”.

“Estos sectores poderosos, organismos internacionales, muchas veces responden a una especie de ‘capitalismo egoísta y salvaje’, manejan grandes megamedios y agreden a las familias, constituidas como es natural por madres, padres e hijos, como ‘tradicionales’, y ‘conservadoras’. Asombrosamente se visten con el ropaje absurdo de llamarse o autodenominarse ‘progresistas’ y ‘modernos’, cuando en realidad responden contradictoriamente al peor capitalismo”.

“A esta contradicción e hipocresía de nuestra cultura actual se suman las presiones que ejercen estos sectores poderosos en nuestros congresos y legislaturas, con leyes que apoyan este antinatalismo, posturas abortistas y desviaciones que dañan la familia del hombre, la mujer y los hijos, de la ‘maternidad’ y de la ‘paternidad’” y subrayó nuevamente que “lo insólito, o quizá lo normal, es que estas posturas de raíz capitalista, que promueven la fragmentación y el individualismo, se pongan la camiseta de ‘progresismos de izquierda’, cuando en realidad van a total contrapelo de lo que está en ‘el corazón de nuestro pueblo’”.

Por último, llamó a “rezar por la maternidad, con la certeza de que es un don maravilloso de Dios, y por el valor de la familia, los papás y mamás, para que puedan asumir su rol, y por los hijos que son un signo de esperanza. Aunque haya grupos de intereses que ataquen el valor de la familia, este es un gran ‘valor’ que está en el corazón de nuestra gente”.

Frente a ello hay quien se alegra porque el presunto juez del abortorio Isadora, Ramiro García de Dios Ferreira, quiera dar carpetazo, precisamente la víspera de la manifestación en Madrid (¡oh casualidad!), a barbaridades asesinas como las que se ven en el Sumario.

PD
Pues no, no voy a enlazar las fotos del Sumario Isadora. Quien quiera defender el asesinato de esos niños, al menos que se moleste y las busque para saber de qué está hablando.

miércoles, 21 de octubre de 2009

La caverna abortista

Atención a las razones para posicionarse contra los derechos humanos:
"de la España grande y libre, Atacando la homosexualidad, Añorando la ley de vagos y maleantes. Construyendo guantánamos gays. Aznar, Ricardo Costa, Zapatero traidor, testosterona, fetos bélicos, Obispos escondidos. Partido Popular, Acción Juvenil Española, Alternativa Española, Falange Auténtica y de las JONS, estado confesional, Franco, misa obligatoria de siete para campesinos y criadas, secretarios del movimiento, banderas de águilas imperiales, ...despreocupados de mil millones de vidas desangradas por el hambre, la falta de agua, analfabetismo hasta los ojos, carentes de vacunas, muertas de asco. Millones de humanos convertidos en pasto de moscas, de plagas"

Muy bien, todo muy bonito, ¿pero del aborto no hablamos? Podemos hablar de la invasión de Afganistán y los miles de niños asesinados, ¿pero y el aborto?
Los peperos me dan igual, supongo que los nombra por las 585.579 personas asesinadas por aborto en el gobierno Aznar, y dicho esto, ¿hablamos de aborto o no?
¿Por qué se hacen leyes para las multinacionales abortistas y no para la sanidad pública? ¿Es "progresista" que aborto sí pero pagando? De un referendum ni hablamos, claro, y de una ley de adopción racional y humana, que proteja a las gestantes y facilite al niño una familia, tampoco. Si quieres adoptar un niño, paga. ¿O no es un niño?
Cada vez que discutes con alguien que te saca a Franco sin venir a cuento acabas sabiendo que, como el doctor Montes, es hijo de militar franquista.
La peonización es imparable, hasta quienes se prodigan por Redes Cristianas -como Rafael- parecen cada día más la mañana de Federico.

domingo, 18 de octubre de 2009

No son niños


Deben ser bichos, o parásitos. Y el insignificante grupito que mancillaba ayer las calles de Madrid, si descontamos la mayor parte -peligrosos radicales ultras- eran unos cuantos indeseables que acudieron por el bocata. Malas personas.

Para que quede claro a la horda que osó disturbar la paz cívica con sus desmanes, les presento un bicho:

La víctima del siguiente vídeo -el doctor- está totalmente desprotegido ante los ataques de ultras fanáticos. Por eso el gobierno celebró reuniones que le abrieron los ojos con estos benefactores de la Humanidad, hijos de Hipócrates. Posteriormente integraron en la Subcomisión parlamentaria a Santiago Barambio, presidente de ACAI, la patronal del aborto, y a Guillermo Sánchez Andrés, presidente del Consejo de Administración de la Clínica Dator, una de las más rentables de España (la sanidad pública no se ocupa de bichos).


Dice la agencia estatal EFE que los enemigos de la paz fueron exactamente 55.316 personas. El otro millón eran turistas, paseantes con perrito, jubilatas y sindicalistas manifestándose contra el gobierno por el paro.

viernes, 16 de octubre de 2009

El mayor crimen

Todo esto pasará. Pasarán las naciones y nuestra civilización, pasaremos nosotros y nuestras ideas, pero desde el fondo del infierno millones de niños seguirán acusándonos: tú decidiste que me podías matar.

It´s not cool to be cruel.


Peores que sus teóricos y el propio Hitler en la perpetración del Holocausto. Esta Solución Final es mucho más repugnante. Peores que los peores asesinos de la Humanidad, Estalin, Mao y quien ustedes quieran. Peores que los terroristas que matan. ¿Se puede comparar al nazi de Juana Chaos con el doctor Carlos Morín? La diferencia es que el Colegio de Médicos de Barcelona dice del exterminador de niños que "no tiene limitación para ejercer". Uno mata por su ideología nacionalsocialista y el otro por dinero, a 4.000 euros el niño muerto. Más viles que quienes aplican la pena de muerte. Salvajes y bárbaros unidos para matar inocentes: ¿hay algo peor?

Todo lo demás es discutible. Ni política ni religiones ni ideologías ni hostias: asesinar a los más débiles nos devuelve a las mentalidades más fascistas y miserables que han parido los hombres. Masacrar niños viables en una trituradora tras quemarlos vivos en ácido es la mayor atrocidad que se pueda imaginar, mucho peor que cualquier injusticia, cualquier guerra o el terrorismo más inhumano. Asesinar bebés en el seno de sus madres no es discutible: está mal.

Algún día sentiremos vergüenza, toda la Humanidad, buscaremos excusas y explicaciones para justificar lo que pasó, el mayor genocidio que podía perpetrar la especie humana.

Matemos al lince
Aborto

Una palabra sobre los políticos profesionales. Sinceramente, no sé qué pintan en la manifestación quienes han tenido responsabilidades de gobierno. Espero que sean convenientemente abucheados.

Me he quedado bastante a gusto, por si las dudas.

martes, 19 de mayo de 2009

Obama: Arresto de cura octagenario por cantar el Ave María

Ha sido en la católica Universidad de Notre Dame, en South Bend, Indiana, el 15 de Mayo de 2009. El padre Norman Weslin se manifestaba contra el asesinato de niños.
Cuando el anciano está en el suelo dice angustiado:
¿Por qué arrestáis a un cura católico por tratar de parar el asesinato de un niño?

lunes, 27 de abril de 2009

Aborto

Ya son 4 millones de parados, 802.800 más entre enero y marzo. Nueve de cada diez empleos destruidos en Europa son españoles y con una tasa de temporalidad del 25,4% el despido libre campa a sus anchas. Gobierno y oposición reparten dinero a los bancos y el jefe de los banqueros, José Luis Rodríguez Zapatero, pone a los sindicatos mirando a la Meca. Así que voi ch’entrate, lasciate ogni speranza: nos quedan años de discutir el sexo de los ángeles, la memoria de Carrillo y el aborto.

Hace poco, mientras paseaba con Cal (es una perra, vivimos juntos e intenta civilizarme), asistí en el parque a una discusión entre gitanas. La señora se quejaba de su hija y el novio, tenían que abortar otra vez y van tres. Tres abortos y la niña todavía no ha cumplido los 18, ay, qué malaje el imbécil del novio, que no se pone goma porque no le da la gana. Otra vez 300 euros, como si los regalaran.

El aborto libre, con plazos, es una tentación sobre la que todos hemos meditado alguna vez y parece tener cierta lógica. Es “razonable”. San Agustín de Hipona y Santo Tomás de Aquino argumentaron esa lógica basados en los conocimientos científicos de su tiempo. No sólo ellos. Los primeros cristianos mantuvieron acaloradas discusiones sobre el origen de la vida, llegando a plantearse si la felación era alguna manera de antropofagia (por el contenido, no por el continente).

Establecer plazos sería supuestamente “menos malo” que el aborto libre de Felipe González y José María Aznar. Menos malo para las conciencias, que sufren mucho con imágenes de niños descuartizados a los cinco meses. Es “razonablemente estético”, como lo es aplastar la cabeza de un pez en lugar de una cría de panda. Estética de mercadillo antropológico. Si fuéramos ovíparos ni siquiera plantearíamos el problema, va en nuestros genes, la mirada de un pequeño mamífero nos obliga a protegerlo.

Porque el problema no lo tienen los niños sino el egoísmo de aquellos adultos que no quieren pasar por nueve meses de embarazo y un parto. Cederlo en adopción sería la felicidad completa para muchas personas, incluido el bebé, pero antes hay que parir y eso sí parece ser un problema.

Así que la cuestión se circunscribe a tenerlo claro. Claro, clarísimo hay que tenerlo para decidir que un bebé intrauterino no es persona y puede ser matado. Otros, por el contrario, estamos llenos de dudas, y ya se sabe: in dubio pro nascituro.

Relativismo moral

Se plantea entonces un tema de difícil resolución: ¿cómo y por qué hay un total acuerdo en las dos grandes formaciones políticas españolas? ¿de dónde surgen las bases para ese consenso social tan “razonable”?
La base ideológica de ambos hunde sus raíces en la visión aristotélica del Hombre, el Malthusianismo, el racismo y pseudociencias como la manipulación estalinista y la posterior evolución en ingeniería nacionalsocialista, actualizadas como darwinismo social de Richard Dawkins. El tema está ampliamente tratado: “El Racismo Inherente del Control Poblacional” de Paul Jalsevac, “La société pure. De Darwin à Hitler”, de André Pichot, o “Socialismo revolucionario y darwinismo social”, de Reinhard Moceck. En definitiva, relativismo moral.

En la derecha, una potente ideología neocón (ex-marxistas reciclados al capitalismo salvaje) filtrada con todos los sinónimos de la palabra libertad, y en la izquierda una evolución del nacionalsocialismo pasado por la grandilocuencia del buen rollito liberador. Tomaremos un ejemplo de cada para mostrar sus similitudes -muchas- y sus pequeñas diferencias. Ellos podrían ser ejemplo paradigmático del relativismo español: Federico Jiménez Losantos y Carlos París.

Consenso pagano

El 19 de septiembre de 2008, el filósofo Carlos París escribía en Público “Embriones y seres humanos“. Fue tal mi asombro ante semejante despliegue hitleriano que salí corriendo a comprar el papel. Todavía lo guardo.

Primero no podía faltar la habitual propaganda demagógica, falaz, profundamente ignorante.
"el Vaticano se ha apresurado a formular su inquietud… violencia contra las clínicas y los médicos practicantes del aborto… no faltan antiabortistas partidarios de la pena de muerte y de las guerras de agresión reconvertidas hoy en “guerras preventivas”… suelen mostrarse bastante indiferentes para las condiciones inhumanas".


Son los mundos de yupi. O de el Gran Hermano. La lucha del Vaticano contra la pena de muerte es una constante, por eso impulsó y financió organizaciones como Amnistía Internacional. Juan Pablo II fue el único líder mundial que condenó desde el primer momento la invasión de Irak, denunciando su inmoralidad y el juego de intereses. Esos “indiferentes para las condiciones inhumanas”, como Acción Católica, llevan décadas interviniendo a través de Manos Unidas, y la Iglesia es actualmente la mayor oenegé del mundo, la única que queda cuando todos se van. También son los únicos en España que acogen madres solteras, que las ayudan sin mirar sus creencias, raza o condición social.

El problema cognitivo es que confunden a los cristianos -revolucionarios por definición- con la derecha pagana, ultra y neocón. Saltando la absurda introducción (se le olvidó Galileo, la Inquisición y la Guerra Civil), entramos en los argumentos:
"Un ser humano no se reduce a mera corporalidad, no se queda en una estructura de células, tejidos y órganos, simple biología… El ser humano es, ciertamente, un organismo viviente pero decisiva, radicalmente, es un animal cultural. Entendida la cultura en su más estricto sentido como el medio social en que hacemos nuestra vida.
Sin el troquelado cultural, sin los cuidados, que el neonato requiere -un prematuro desvalido, pero llamado de un modo singular al desarrollo de sus potencialidades antropológicas, según el biólogo Portmann- no se adquiere la condición propiamente humana. Y la enculturación se inicia con el nacimiento".

El hombre como animal cultural, según el tratamiento de Carlos París, viene debatiéndose desde los años treinta. De hecho desde Aristóteles. La revista de filosofía moral y política ISEGORÍA lo explicó en su número 19, en 1998, con un artículo de Lorenzo Peña, Doctor en Filosofía del Instituto de Filosofía del CSIC. En definitiva, hay que reconocer su honestidad intelectual, muy lejos de los apaños “razonables” que establecen plazos arbitrarios o estéticos.

Federico Jiménez Losantos, partidario del aborto libre sin condicionante alguno, es uno de los más extremistas en la propaganda de éste Holocausto Legal. Desde 1985 viene repitiendo los mismos argumentos porque considera que la derecha (la suya) debe abanderar la causa del aborto libre.

En un artículo titulado “Cosa de mujeres“, en Cambio 16, ya señalaba que:
"Los socialistas que nos gobiernan querían hacer una ley del Aborto, pero temían la reacción de los católicos, que en buena parte votan al PSOE. Así que decidieron hacerla a medida de la opinión: tiraron de encuesta y vieron que en tres casos (niño malformado, fruto de violación o peligroso para la vida de la madre) los españoles creían razonable el aborto, y los legalizaron. Y para santificar laicamente su decisión pusieron en manos de los médicos bendecir cada caso. El resultado fue, naturalmente, un fracaso. Y es que la cuestión del aborto es de principio: o decide la madre el futuro -o no futuro- del feto. o lo decide la sociedad -médicos, jueces, etcétera".


Cuando detuvieron al ginecólogo y abortista Pere Enguix, Losantos se indignó muchísimo y escribió “Ejemplo médico“:
"A mí, como partidario de la despenalización del aborto, o más exactamente, de que las mujeres y los hombres puedan disponer libremente de su propio cuerpo, la noticia me pareció terrible".


Más adelante, en un delirio absoluto, comparaba el asesinato de un nasciturus con un empaste de muelas: “Cobraba poquísimo, menos que un empaste de muela, por cada aborto”. Tenía razón en cuanto a su honradez y precio. No se habían instalado en España las mafias internacionales del aborto, el tercer negocio mundial tras la venta de armas y drogas. Porque estamos hablando de negocio y poder.

La mayor organización abortista del mundo es Internacional Planned Parenthood, fundada por la estadounidense Margaret Sanger en 1942, que daba conferencias en el Ku Klux Klan sobre la raza superior blanca y la eliminación de minorías. En 1939 creó “Negro Project”, una fundación para «ayudar a las mujeres negras en su natalidad», es decir, para la selección genética racista mediante el genocidio negro. Tampoco parece importar a Barak Obama, quizá porque los objetivos actuales se centran más en México a nivel interno y África o China para el mundo. Las minorías raciales o grupos étnicos no dejan de ser subterfugios para hablar de los pobres, eso que, cuando crecen mucho, molesta tanto a los ricos. En su libro “Woman and the New Race” explica que:
"Lo más misericordioso que puede hacer una familia numerosa a su hijo infante es matarlo".


El lema de Internacional Planned Parenthood es “trabajamos por la salud de la mujer”. Tras ellos el grupo conocido como The Population Firm: Margaret Sanger, Bill Gates (primera fortuna del planeta y blanco como la nieve), Warren Buffet (segunda fortuna y más blanco aún), Ted Turner (mayor empresario de comunicación del mundo, casi albino), todos conocidos por ser grandes “filántropos”.

Su labor filantrópica lleva a que, por ejemplo, Warren Buffett done a la Bill & Melinda Gates Foundation 31 mil millones de dólares en 2006 para abortos de Planned Parenthood. Qué blanquitos y qué guapos son todos.

Para entendernos, los relativistas marcan límites sobre quién es persona y quién no:
Había 60 000 000 de esclavos en el Imperio Romano, cada uno de los cuales era considerado por la ley no como una persona, sino como una cosa, sin ningún derecho. -William Barclay, The Daily Study Bible Series


Catón el Censor, ejemplo de estoicismo, buenas costumbres y virtud republicana, aconsejaba abandonar a los esclavos viejos o enfermos para que murieran sin ocasionar gastos. Perfecta coherencia moral: si no es persona no tiene derechos. Y la cultura judeocristiana sigue luchando con la escuela grecolatina. Acción y reacción:
Los cultos griegos se reían de los “incultos” judíos que hablaban con horror de la costumbre de los griegos de matar a los infantes cuando la forma de su cráneo o de su nariz no les gustaba. -Max Dimont, “Judíos, Dios e historia”


O que sean ciegos, con síndrome de down, bajitos, altos, menos listos, mujeres… si no son personas, son cosas, parásitos. No sólo los niños, también los adultos enfermos:
Platón decía que un hombre pobre… que no pudiera trabajar más porque estaba enfermo, debía ser abandonado para que muriera. -Schmidt

En palabras de Adolf Hitler:
"Los judíos son un parásito en el cuerpo de otra persona".


Así, como parásitos, lo entienden Jiménez Losantos, Carlos París o la abortista Gloria Steinman:
"La mujer tiene derecho de abortar de la misma manera que tiene derecho a sacarse un tumor parasitario".


Algo que no es nuevo:
Una de las formas en las que el cristianismo subrayaba la santidad de la vida humana era su constante y activa oposición a la práctica tan universalmente aceptada del infanticidio: matar a los niños recién nacidos… Aquellos que nacían deformes o débiles eran especialmente susceptibles a ser asesinados, generalmente ahogados… Las niñas eran especialmente vulnerables. -Schmidt


Sobre el tratamiento de las mujeres como un tipo de esclavos recomiendo “Diosas, rameras, esposas y esclavas: Las mujeres en la antigüedad clásica”, el clásico de la gran historiadora feminista Sarah Pomeroy:
Un padre adinerado podía decidir sacrificar a un infante porque no tenía el deseo de dividir la propiedad de la familia entre muchos herederos y así reducir la riqueza individual de los miembros de la siguiente generación. -Pomeroy

Por no citar a Joseph Mengele en la experimentación con embriones, acudiremos al Dr. Martti Kekomaki, que trabaja con fetos entre 18 y 24 semanas:
Un bebé abortado es sólo basura y es ahí a donde va a parar. ¿Por qué no utilizarlo para la sociedad?.

Idéntico argumento que el usado por el Dr. August Hirt, que experimentaba con judíos:
Estos hombres que están condenados a morir, pueden al menos, ser de utilidad. Sería ridículo ejecutarlos y enviar sus cuerpos al crematorio sin darles la oportunidad de contribuir al progreso de la sociedad.


En 1936 Alemania establecía una línea roja para separar a personas y “parásitos”, el Tribunal Supremo alemán se negaba a reconocer que los judíos fueran “personas legítimas”. En 1973 la Corte Suprema de los Estados Unidos decidió que los bebés nasciturus tampoco son “personas legítimas”. Cuando interrogaron al nazi Franz Stangl por su participación en el asesinato de casi un millón de personas explicó que “No tenía nada que ver con lo que define la humanidad …era una masa”.

Diferencias sólo aparentes

En su artículo “Aborto y liberalismo” Losantos se pregunta:
"Lo que no entiendo es cómo un liberal abona o promueve las tesis de los que, en última instancia, están imponiendo a un individuo -en nombre del Estado- un acto contra su intimidad y su voluntad, como es que una mujer deba tener un hijo que no desea". -Jiménez Losantos


Esa visión simplista del Estado que haría las delicias de Malthus es la única diferencia -falsa- a efectos eugenésicos entre París y Losantos, entre marxismo y liberalismo neocón. Falsa porque, como resulta evidente, el darwinismo social acaba por imponerse en uno u otro caso. La violencia contra los niños, padres y especialmente contra las mujeres puede venir impuesta desde dos frentes, el Estado intervencionista o el capitalismo salvaje. Ambos métodos conseguirán los mismos fines, y el control eugenésico favorecerá siempre a una elite contra los ciudadanos de segunda: los más humildes, los menos preparados, los inmigrantes. No es casualidad que los ciudadanos gitanos, moros, rumanos o americanos tengan tasas de natalidad muy superiores a la clase media-alta española. Ni es una fantasía que mediante la eugenesia se mantenga controlado su crecimiento.
El 78% de las clínicas abortivas de Planned Parenthood de los Estados Unidos se localizan en comunidades de hispanos y negros. Adolfo Hitler las felicitó en 1934 por sus avances en la esterilización de razas inferiores.
Sea por imposición o por selección social, el aborto es la forma más agresiva del biopoder. Una manera para que los poderosos puedan controlar las efusiones reproductivas de las clases bajas, como la gitanilla de mi barrio.

Cualquier regla tiene excepciones, lo expuse en la primera parte, que atienden más a nuestra propia incapacidad que al enunciado general. La legítima defensa, el conflicto entre dos vidas o el mal menor. Esa es la función del Estado, delimitar las excepciones a través del legislador y los jueces. La pregunta por tanto no sólo es ¿cuándo empieza la vida humana?, también qué o quién es o no humano, qué o quién tiene una vida desechable.


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lunes, 30 de marzo de 2009

El Papa, SIDA y Ministerio de Propaganda

"¿Por qué los políticos abrazan a un negro? ¡Coño, porque los detestan!". -Eduardo Arroyo

En el África de Sáhara para abajo, según el "2008 Report on the global AIDS epidemic" (pdf) de UNAIDS, vive el 67% de la población infectada por VIH.

Las infecciones por VIH y posterior desarrollo del SIDA comenzaron a principios de los 80 al sur de Uganda. La décima parte del todos los infectados mundiales están allí, el 100% de familias afectadas, más de un millón y medio de niños huérfanos por el SIDA. Algo extraño pasó a orillas del lago Victoria y un monumental negocio nació en Europa y EEUU.

En 1992 Uganda, sometida a constantes conflictos y guerras, acometió un programa de lucha contra la pandemia que ha reducido en más del 50% la tasa de infección de VIH, convirtiendo ese país en el mayor éxito mundial de efectividad.
El presidente Yoseveri Museveni informó de su éxito a George Bush en julio de 2004. Pasaron del 15% de infectados en 1991 a un 5% en 2001. Según ONUSIDA pasaron del 14% de adultos infectados en 1990 al 8% en 1999. La OMS, en su informe 2003, dijo que «ningún otro país ha igualado este logro, no al menos a nivel nacional». En un informe de la Agencia para el Desarrollo Internacional de EE UU (USAID), se afirma que:
«Uganda está consiguiendo un efecto asimilable a la existencia de una vacuna que fuera un 80 por ciento eficaz contra el sida»

Uganda es un país de fuertes raíces cristianas y un 80% de población practicante. Existe también un 15% de creyentes musulmanes, plenamente integrados en la estrategia apoyada por sus imames. En Uganda han aplicado una política contraria a intereses de los grandes holdings y de los organismos financiados por éstos, combinando la educación y resto de respuestas que viene dando la Iglesia en su constante lucha por las personas afectadas de SIDA. El único tratamiento completo y gratuito en África lo ofrece la Iglesia en países como Camerún, Mozambique, Tanzania, Malawi, Kenya, República de Guinea, Guinea Bissau, Congo RCD, Angola y Nigeria, habiendo llegado a un millón de personas.

Esto dice el Señor: "Mira: hoy pongo delante de ti la vida y el bien o la muerte y el mal. (...) Elige la vida y vivirás, tú y tu descendencia". -Libro del Deuteronomio: 30, 15-20

Lo de tratar el SIDA de forma integral, cuando además no estamos entre algodones de Occidente, lo documentó Mark Schoofs en una serie de artículos que fue Premio Pulitzer 2000 al mejor reportaje internacional. En España, el tratamiento que recibe cualquier seropositivo cuesta unos 12.000 euros anuales. El coste en Uganda para aplicar un programa de retrovirales supondría el 60% del PIB. Contaba Schoofs que la UNAIDS consiguió meter un plan piloto para comercializar la triterapía contra el VIH con descuentos de hasta el 56%. De los 930.000 enfermos de sida en Uganda, 852 personas recibieron antirretrovirales. Un tercio de los 852 se apañaron tomando sólo dos medicamentos, AZT y el 3TC. La mayoría de afortunados debe endeudar a toda su familia para poder acceder incluso a tratamientos obsoletos, más baratos y que se administraban en Europa hace 15 años.

Senegal está a miles de kilómetros de Uganda y es un país musulmán. Su problema no era una infección generalizada sino evitar la entrada del VIH, y decidieron aplicar los mismos métodos ugandeses. Hoy la tasa de contagio no llega al 2%, y para Senegal el SIDA es un problema menor controlado.
Uganda y Senegal son, como explica la corresponsal de la BBC, el comienzo de la esperanza.

La paradoja africana, que demuestra insalvables diferencias entre unas políticas y otras, lleva a casos como el de Francistown, Botswana, donde el 70% de las mujeres entre 30 y 35 años están infectadas, mientras que en Accra, Ghana, apenas hay un 2% de la población infectada. Por supuesto que el condón ayuda, como nuestros tratamientos para ricos, pero no son suficientes por sí sólos, y mal enfocados -controlados por comerciantes del SIDA- pueden ser contraproducentes.

Mercenarios del poder
Nada de esto parece afectar a la mitología subvencionada desde grandes multinacionales. Los incalculables intereses económicos se defienden como gato panza arriba entre fingidas indignaciones, noticias falsas, censura férrea y bromitas de mal gusto. Al coro de voceros de las multinacionales, reyes de la demagogia, les traen sin cuidado los hechos que destruyen sus mitos. Y les hace gracia. Seguramente no tienen a nadie cerca padeciendo la enfermedad.
"El Señor, Dios de sus padres, los exhortó continuamente por medio de sus mensajeros, porque sentía compasión de su pueblo y quería preservar su santuario. Pero ellos se burlaron de los mensajeros de Dios, despreciaron sus advertencias y se mofaron de sus profetas". -2 Crónicas 36, 15-16

El 24 de marzo, aniversario del asesinato de monseñor Romero por la dictadura de El Salvador, se recordó a todos los misioneros asesinados, al menos 20 éste año. Hasta el 23 andaba el Papa liado en su visita a África. Con el God Force One dispuesto para su vuelo a Camerún, el Papa decidió dar una conferencia de prensa y le preguntaron sobre el Sida. Lean y juzguen si esto es lo mismo que han oído de nuestros chistosos ideólogos. Lean y juzguen hasta dónde llega el poder de las multinacionales, y hasta qué punto es efectiva su censura cuando la realidad perjudica a su negocio. Esto dijo el Papa:
Pregunta: Santidad, entre los muchos males que afligen a África, está en particular el de la difusión del Sida. La postura de la Iglesia católica sobre el modo de luchar contra él es considerada a menudo no realista ni eficaz. ¿Usted afrontará este tema, durante el viaje? Querido Santo Padre, ¿le sería posible responder en francés a esta pregunta?

Papa: Yo diría lo contrario: pienso que la realidad más eficiente, más presente en el frente de la lucha contra el Sida es precisamente la Iglesia católica, con sus movimientos, con sus diversas realidades. Pienso en la comunidad de San Egidio que hace tanto, visible e invisiblemente, en la lucha contra el Sida, en los Camilos, en todas las monjas que están a disposición de los enfermos... Diría que no se puede superar el problema del Sida sólo con eslóganes publicitarios. Si no está el alma, si no se ayuda a los africanos, no se puede solucionar este flagelo sólo distribuyendo profilácticos: al contrario, existe el riesgo de aumentar el problema. La solución puede encontrarse sólo en un doble empeño: el primero, una humanización de la sexualidad, es decir, una renovación espiritual y humano que traiga consigo una nueva forma de comportarse uno con el otro, y segundo, una verdadera amistad también y sobre todo hacia las personas que sufren, la disponibilidad incluso con sacrificios, con renuncias personales, a estar con los que sufren. Y estos son factores que ayudan y que traen progresos visibles. Por tanto, diría, esta doble fuerza nuestra de renovar al hombre interiormente, de dar fuerza espiritual y humana para un comportamiento justo hacia el propio cuerpo y hacia el prójimo, y esta capacidad de sufrir con los que sufren, de permanecer en los momentos de prueba. Me parece que ésta es la respuesta correcta, y que la Iglesia hace esto y ofrece así una contribución grandísima e importante. Agradecemos a todos los que lo hacen.


Ministerio de Propaganda
Como dice Benedicto no se combate el SIDA sólo con eslóganes publicitarios, o repartiendo condones, porque estas medidas aisladas pueden agravar el problema. Pregunten a Aznar, que legalizó la píldora abortiva en 2001 y desde entonces las niñas con menos de 16 años pueden abortar. Ahora el gobierno español, como loco buscando temas para hacerse invisible, les manda a los africanos un millón de condones (son casi mil millones de almas en África), y el arzobispo de Tánger, el franciscano Santiago Agrelo, se indigna con tanto márketing y política de agencia de publicidad:
"¿Saben en la otra orilla cuántos esclavos hay en África? ¿Saben los de los preservativos cuántas son las mujeres de este continente prostituidas y violadas, porque deudas y superstición las han privado de libertad y, con la libertad, les han robado los derechos básicos de la persona?
¿Se han acercado alguna vez a las heridas de esta gente para curarla? ¿Se han preocupado alguna vez de la angustia de los pobres para abrazarlos? ¿Han compartido alguna vez el terror de sus ojos?"

Desde nuestro gobierno, misión cumplida. Soldados del amor. En línea con las propuestas zapateriles para Rusia, gracias a nuestro talante y diálogo, en África se han podido echar un millón de polvos. Ahora que se esperen a que vuelva a hablar el Papa. Y si no habla, da igual, tampoco hay que ser tiquismiquis para criticar a la Iglesia. El nivelazo que se gasta su Ministerio de Propaganda es de lobotomía frontal.

Haciendo chistes sobre el SIDA

Ha habido una catarata de cara dura en prensa, radio y tele. Honrosas excepciones como la televisión de Cataluña, que no por nada TV3 sigue siendo una de las mejores ofertas españolas. Un ¿humorista? (antes lo era) ha comparado ésta semana en la Sexta a los embriones humanos con ratas, pidiendo que el Vaticano condene la esterilización y abortos provocados a los roedores. En un colegio de monjas montan vídeos con fetos descuartizados y fotos de Zapatero y Aído, recién llegados a la fiesta, olvidándose de Aznar, Rajoy, Aguirre o Camps. Los de El Jueves, ansiosos porque les secuestren algo para subir ventas, sentencian con su habitual finura:
"Benito_16: ¿Qué mierda sabes tú de condones? ¿O de sida?"

Podrían hacer esa misma pregunta a los niños seropositivos africanos que quieren estudiar, trabajar y crear una familia. Como la pequeña Loveness, tanzanesa de 11 años, huérfana, que recibe los antirretrovirales y el suplemento nutricional del programa DREAM. Y que si Dios quiere algún día será mamá, nada lo impide:
“Querría estudiar mucho, así cuando sea grande podré ser abogado. Y así podré defender los derechos de los niños y los derechos de las mamás. Y luego me gustaría casarme, y si Dios lo quiere, tener dos niños”.

Ahora empiezan a surgir voces autorizadas que sí han escuchado las palabras de Benedicto XVI. Uno más, que por su relevancia ha trascendido la censura, es el máximo experto en SIDA de Harvard, Dr. Edward Green. Y no se corta un pelo:
“Hay una relación entre una mayor disponibilidad de preservativos y una mayor tasa de contagios de Sida”

Pero da igual. La campaña ha sido un éxito y al que ponga peros le aireamos la Inquisición. O ese al que los indocumentados llaman "obispo" Williamson (¿obispo de qué? ¿de su barrio?). La demagogia progre, la de los poderosos, tiene mil veces más medios y puede permitirse hacer risas con la desgracia de otros. Se está muy bien aquí, al calor de los retrovirales para el primer mundo, que de África ya se acordarán cuando vuelva a estallar Gaza.

La dictadura de la soplapollez progre consiste en banalizar con trazo grueso. Marcar un subnivel de consignas obligatorias que se siguen ciegamente a izquierda y derecha. No hay diferencias entre populares y socialistas. Empero, la uniformidad del stablishment se rompe tímidamente. Que Boadella asuma los riesgos, él que enfrentó un consejo de guerra franquista, no es raro: "Enfrentarse a los progres es duro. Yo lo hago". Que lo haga el gran Eduardo Arroyo, que plantó cara al franquismo y fue expulsado de España, tampoco... pero verlo en El País Semanal ya es un síntoma. Le avergüenzan izquierda y derecha, los medios comprados por el poder y los artistas que ronronean cuando les rascan el lomo. La izquierda actual le causa "indignación estupor y cierta vergüenza ajena", como la movida madrileña, "canonizada por la derecha de Madrid, que le ha hecho un catálogo". Echa pestes de la "insoportable intromisión del Estado"... y se ensaña con el papelón de los ministerios de propaganda, antes llamados cuarto poder:
"Los políticos hacen su política a través de los medios de comunicación, lo que es el colmo de la aberración... No he visto una sociedad tan encorsetada como esta. Aparentemente somos los más libres de Europa, pero no he visto tanta auto censura, conformismo y pensamiento único".


A algunos -sapere aude- no nos hacen ni puñetera gracia los chistecitos de los gurús cuando son a costa de la verdad y el sufrimiento. Si las gracietas tienen el nihil obstat de las mayores fortunas del planeta, me pongo a temblar.

miércoles, 18 de marzo de 2009

Matemos al lince


Ha surgido una campaña contra el aborto utilizando la imagen del lince y un bebé. Denuncia que se protege más a la fauna y flora que al niño por nacer. En las tertulias hay prácticamente unanimidad, a derecha, izquierda y mediopensionistas: todos critican la campaña. La subdirectora de La Razón declara que al «perder las formas» pierden todo, y hay rasgado general de vestiduras con plañideros indignados mostrando ceniza en sus cabezas. No oigo a ninguno de ellos pidiendo un referendo, que puestos a relativizar sería lo más democrático.

Recuerdo una anécdota que leí no sé dónde sobre Adriano. Un anciano romano, ciego, recorrió cientos de kilómetros a pie para ver al emperador y pedirle que tocara sus ojos. La historia termina con el gran emperador hispano posando sus dedos y el hombre recuperando la vista. Hoy he visto a un joven padre en paro recorriendo media España para ser recibido por Zapatero y pedirle que le arregle la vida. Ambos ejemplos muestran hasta qué punto el ciudadano tiene asumido que existe un biopoder, y que esa cualidad divina la encarnan líderes cambiantes, desde dioses vivos a presidentes, pasando por los de la gracia de Dios. Hubo un momento glorioso en la Historia cuando el Hombre reconoció una Ley Natural, por encima de épocas y coyunturas puso por escrito la Declaración Universal de Derechos Humanos. Hoy se cuestionan principios tan básicos como el derecho a la vida, porque cuando el Estado es dios, todo es discutible, relativo, votable.

Por si hiciera falta recordarlo: no se puede matar. La guerra es ilícita siempre. No, no se puede ejecutar ni condenar a muerte a nadie. Y no, no se puede matar seres humanos, ni en su estado embrionario ni en su vejez o enfermedad. No se puede. El suicidio pertenece a la conciencia de cada cual.

Faltaría añadir algunas consideraciones, como que torturar o matar un animal es un crimen tan sucio que, en mi opinión, es comparable a cualquier asesinato, excepto cuando esa muerte atiende a la también Ley Natural del instinto de supervivencia. Y más importante aún, el manifiesto que ha lanzado Giuliano Ferrara pidiendo añadir, en la primera clásula del artículo 3 de la Declaración Universal de Derechos Humanos —Toda persona tiene derecho a la vida—, la expresión «desde la concepción hasta la muerte natural». Dice Ferrara que «el diagnóstico prenatal es más bien un criterio para mejorar la raza», y que «la ciencia documenta de modo irrefutable la existencia de un patrimonio genético humano en el embrión».

Como cualquier ley universal, Natural, existen excepciones que atienden más a nuestra propia capacidad que al enunciado general. La legítima defensa, el conflicto entre dos vidas o el mal menor, por ejemplo. Una sociedad tribal expulsará al peligroso, y si no tiene otros medios lo matará por el bien común. Una sociedad de tribu-estado, espartana, matará a sus niños más débiles. Una sociedad primitiva y totalitaria alentará el asesinato de las hembras recién nacidas o de los niños con enfermedades, o los de un color distinto. Una sociedad primitiva donde existan países y fronteras decretará sus «guerras legales» según el signo de los tiempos, y sus Estados se erigirán en dadores de vida y muerte, dueños del biopoder. Por esto un verdadero progresismo debe llevar paulatinamente, sin fisuras, a la completa aplicación de la Ley Natural.

Ferrara cuenta que la idea surgió «tras conocer la moratoria de la pena de muerte que aprobó la Asamblea General de Naciones Unidas … el mismo secretario general de la ONU ha calificado de ‘catástrofe’ la situación generada en Asia por la política del hijo único», que ha llevado a que «se eliminen muchas niñas … hay que redefinir el concepto de vida humana, desde un punto de vista racional y no confesional». La moratoria a la pena de muerte es «aplicable a causas sin procedimiento judicial y en todos los países», y las Naciones Unidas ha concluido que «la vida siempre es sagrada».

Una parte de las elites pijas y reaccionarias se postulan ahora como garantes de leyes totalitarias aplicadas en las más abyectas dictaduras. Las niñas bien de las familias mejor remuneradas por el régimen, entre prebendas, puestazos y graciosas concesiones, pretenden cambiar el sentido de las palabras para actuar impunemente contra el progreso apoyando las ideas más retrógadas y casposas. Desvían un tema eminentemente sanitario y social hacia camelos de ligereza y futilidad impresionantes, y así encuadran la vida humana en un Ministerio de la Igualdad (¿igualdad de qué y para quién?).

Bibiana Aído y su grupo de expertos, tan plurales ellos, tan dialogantes y con ese talante sectario y de profunda ignorancia que les define, son incapaces de contestar una sencilla pregunta: ¿cuándo empieza la vida humana?
El día de la presentación para esta ley inspirada en el nacionalsocialismo alemán, un periodista preguntó:
«Ustedes recomiendan el aborto libre hasta la semana 14. ¿Por qué no hasta la 12 o en la 18? ¿Me puede decir cuando consideran que se produce el inicio de la vida?».

La respuesta:
«No vamos a entrar en cuestiones religiosas».


Resulta que un grupo muchísimo más amplio e infinitamente más científico, integrado por 1000 académicos y profesores de universidades, solicita la paralización del nuevo proyecto. Son dos iniciativas, S.O.S. quiero vivir de la comunidad científica en Cataluña, y el Manifiesto de Madrid (pdf), de científicos, escritores y profesores de universidades españolas y extranjeras, impulsado por los profesores César Nombela, Nicolás Jouve, Francisco Abadía y Julio Navascués. Las conclusiones de la ciencia son que «desde la fecundación existe un nuevo ser humano, vivo, original, irrepetible, distinto de la madre y, por tanto, con unos derechos que deben ser reconocidos, respetados y garantizados por el ordenamiento jurídico». El Dr. Severo Ochoa, que no está entre los expertos invocados por la ministra, ya denunció que el aborto sería «una gran vergüenza en generaciones futuras, el mayor genocidio de la Humanidad aplicado a los más débiles».

Las conclusiones de los científicos sobre el proyecto son las siguientes:
La vida empieza en el momento de la fecundación y el cigoto es la primera realidad corporal del ser humano. Ni el embrión ni el feto forman parte de un órgano de la madre. Un aborto es un acto simple y cruel de «interrupción de una vida humana». Las mujeres deben conocer la secuelas psicológicas: el «síndrome postaborto». Que una joven de 16-17 años decida sola es una forma de violencia contra la mujer y una irresponsabilidad.


En éste punto entra la nueva dialéctica totalitaria, disfrazada siempre de buen rollito y falso progresismo, tan carca y tan fascista como lo ha sido siempre. Es aquello del consenso, huir de los extremismos, buscar un punto de acuerdo más o menos equidistante. Pues bien, para encontrar ese acuerdo sólo hace falta definir cuándo empieza la vida humana o, con mayor honestidad intelectual, desde cuándo una vida humana es considerada no desechable por los dueños del biopoder como futuro contribuyente y votante. Una niña de 16 años es votante potencial de manera inmediata, hay que retratarse y decir si un niño de cuatro meses con síndrome de down lo es o no. Esa honestidad que, como mínimo, exijo, está formulada por algunos teóricos marxistas españoles, que claramente definen a la persona como ser social y no como ser humano. Lo veremos más adelante, en una segunda entrega. Aluden estos teóricos del estalinismo a las salvajes teorías que sobre el Hombre enunció Aristóteles, para quien, recordemos, los bárbaros no eran personas. Alejandro nunca le hizo mucho caso.

Hemos superado los 1.000 millones de abortos en los últimos treinta años y actualmente estamos en cincuenta millones anuales. En España, desde la despenalización del aborto en 1985 hasta el año 2005, 1.021.027 niños no pudieron nacer con la excusa, en el 97% de los casos, de peligro psicológico para la madre. Si hay conflicto entre la vida de dos personas es un problema a resolver, pero de lo que hoy hablamos es de inocentes no nacidos y eliminados en el seno de sus madres. Es cierto que la inmensa mayoría de asesinatos prenatales se dan en regímenes totalitarios, notablemente en China, pero el papel que un día jugaron nazismo y comunismo está siendo adoptado, cada vez más, por democracias occidentales que, eso sí, se niegan a realizar un referéndum sobre tan grave situación. Esa ha sido la cobarde actitud de los presidentes Felipe González, Jose Mª Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero, porque en la demagogia del holocausto no hay colores, todos opinan lo mismo pero son incapaces de argumentarlo. El aborto libre, el asesinato de bebés, tiene defensores populistas en todos los partidos y todas las élites gobernantes. Son los sectores más reaccionarios de nuestra sociedad, nostálgicos del control genético hitleriano y las purgas estalinistas, quienes toman la bandera de la más antigua y deshumanizada barbarie, asumiendo la ética de la aristocracia romana, los elitistas espartanos o las infames directrices de Mao.

No existe el derecho al asesinato de niños no nacidos. Como está sobradamente probado, el ser humano existe desde el mismo instante en que dos códigos genéticos se combinan. Si alguien no está de acuerdo espero que argumente desde cuándo un niño es «persona», nacido o no, porque no es lo mismo matar a una persona que a una no-persona.

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