Geert Wilders absuelto, otra vez

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 El liberal y político holandés, Geert Wilders, líder del Partido de la Libertad (PVV), ha sido absuelto de todas las acusaciones. El PVV es el tercer partido en el parlamento holandés, actualmente colabora en el gobierno del país con Mark Rutte, el primer liberal jefe del Ejecutivo desde 1918, y con los democristianos. Otra vez, este defensor de la Libertad y los Derechos Humanos se la jugó y ganó, ganó la defensa de la Libertad.

El alegato final con el que Wilders cerró el proceso fue demoledor:

« Arriesgo mi vida por la libertad y seguiré haciéndolo. Mis palabras no van dirigidas contra los musulmanes, sino contra el islam. A ustedes, los jueces, corresponde decidir si todavía somos libres en Holanda ». -Geert Wilders

Wilders ha transformado un proceso contra él y contra la libertad, en un juicio contra una ideología política totalitaria, el islam. O salía condenado por algo tan poco democrático como el delito de blasfemia (disfrazado con mil subterfugios y eufemismos), o la condena ética sería contra los islamistas y sus cómplices europeos. En ambos casos el político liberal convertía aquello en un proceso público al islam en Europa.

Durante el primer juicio, la Fiscalía holandesa terminó retirando todos los cargos. Pero Wilders no se dio por satisfecho: recusó al tribunal para que el juicio tuviera que repetirse por la manifiesta falta de imparcialidad de los jueces. Memorable fue la declaración como testigo de la defensa de la psiquiatra Wafa Sultan, siria refugiada en USA que lucha contra la tiranía islámica y especialmente por los derechos de las mujeres. Los jueces quisieron impedir más testimonios de la defensa. El juez Tom Schalken llegó a cenar con uno de los testigos de la defensa, el arabista Hans Jansen, en un claro acto de coacción, y el tribunal rechazó a quince de los dieciocho testigos solicitados por la defensa. Entre ellos Mohamed Bouyeri, el asesino de Theo Van Gogh, y un par de imames, así como cinco expertos en islam y cinco en libertad de expresión. Wilders obligó a repetir un juicio que ya tenía ganado y puso en tela de juicio no solo la ideología islamista, sino al caballo de Troya de la dhimmitud, los cómplices occidentales del islamismo.

El juicio se ha celebrado en un complejo de alta seguridad de Ámsterdam ante las constantes amenazas de muerte contra Wilders. Ahora, además de órdenes para ser asesinado por todos los islamistas del mundo, el liberal holandés esta recibiendo amenazas en respuesta a sus llamamientos para expulsar a Grecia de la eurozona y poner fin a la ayuda financiera para los corruptos.