TDT Party y Perroflauta Party

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Unos se hacen llamar "Democracia Real Ya", y otros "Clases Medias". Con mil variantes: antiglobalización, anarcocapitalistas, nolesvotes, liberales, etc. Ambos movimientos imitan a sus originales americanos, Democracy Now y Tea Party. Ambos son hijos de su tiempo, fruto de los medios y del asqueo que produce el sistema, especialmente la casta de políticos profesionales nacidos para trincar. Al cabo, Democracy Now es un programa de radio y televisión, Perroflauta Party es la herramienta presidencial creada ad hoc (léase Roures, Público, La Sexta) y TDT Party también, pero con su propio dinero.
Los dos movimientos son muy parecidos, con grandes contradicciones y grupos irreconciliables, entre ellos mismos y todos contra todos. Nada tienen que ver los liberales y anarcoides de Libertad Digital con los conservadores de Intereconomía (con programas en los que su principal enemigo es el liberalismo: Lágrimas en la Lluvia o España en la Memoria), o el ataque sistemático a Rajoy de LD (y El Mundo) frente a la interminable campaña electoral pro PP de El Gato al Agua. Igual que el progresista imperio de Amy Goodman frente a reaccionarios como Noam Chomsky, ambos en Democracy Now, o Enrique Dans (nolesvotes) frente al soviético Willy Toledo en el Perroflauta Party. Lo mismo pasa con, por ejemplo, el diario Público, donde se lee a toda la camarilla presidencial al mismo tiempo que sus lectores lo convierten en centro antisistema, donde se alternan auténticos mercenarios del poder (Ekaizer o Maraña) con gente decente, como Juan Carlos Escudier o Amador Fernández Savater (a estos no les dejan salir en su tele).

En definitiva, todos piden más participación, más democracia, están hartos de que los más humildes paguen los platos rotos de la banca y los políticos, que son lo mismo. Hartos del bipartidismo, de los sindicatos verticales, del pensamiento único y los aristócratas subvencionados. Hartos de subvenciones millonarias al cine, la SGAE y las lesbianas de Zimbabwe, de los 40.000 teléfonos móviles con cargo al erario en la Junta de Andalucía y de los 1.525 asesores de Gallardón. Hartos de no tener futuro, de que nuestros abuelos no lleguen a final de mes y que el paro juvenil alcance el 50%.

Las dos versiones rebeldes pretenden quitar apoyo a los grandes partidos y las dos terminarán fagocitadas por ellos, o por figuras relevantes del sistema. Los Demócratas se comieron Democracy Now y Sarah Pallin el Tea Party, pero algo se mueve y dejan una luz de esperanza al ver que la juventud no está muerta.

Hartos, y a mí me caen simpáticos. No pido más, pero al menos que los jóvenes cumplan su función de rebeldía, que despierten tras haber sido utilizados como carne de cañón para los intereses espurios de los partidos.