sábado, 21 de mayo de 2011

Explicando la revolución

 El 8 de enero de 1968, un estudiante de sociología, Daniel Cohn-Bendit, se enfrenta al ministro de Juventud y Deporte, François Missoffe, durante la inauguración de una piscina. Cohn-Bendit echa en cara al ministro gaullista que en su Libro Blanco sobre el estado de la juventud no tratara la cuestión sexual. Empezaba la revolución del 68. A los pocos días entran los sindicatos, los socialistas y, finalmente, los comunistas intentando apropiarse de las revueltas, algo que no consiguen gracias a la firme oposición de anarquistas y liberales. Pero sí consiguen su objetivo fundamental, mantener y aumentar sus privilegios de casta. Ante la ola de libertad, que solo podía perjudicarles, los sindicatos de izquierda firman los Acuerdos de Grenelle con De Gaulle por los que reciben más dinero, más sistema, más casta. El resultado de la revolución de mayo fue que, en las elecciones, 40 días después, arrasó la derecha con un 60% de los votos y 293 diputados, el PC se descalabró pasando de un 15% y 73 representantes a 6'98% y 34 diputados, y el partido socialista de Miterrand, FGDS, bajó de 121 a 61 diputados. Daniel Cohn-Bendit, aquel joven estudiante, resultó ser un pederasta confeso desde que publicó sus memorias en 1973, y actualmente sigue chupando del bote en el Parlamento Europeo, representando a los ecolopastas en alianza con ICV y ERC.

Afortunadamente había muchos estudiantes in vigilando aquella primavera, algo que no ocurrió diez años después en la revolución iraní. Cuando el Sha habló con el embajador soviético Vinogradov y le pidió su opinión, aquel le contestó que su análisis sería un análisis marxista. Como todo materialismo histórico era incapaz de ver la realidad, así que no acertó ni una y meses después los islamistas se hacían dueños de la revolución imponiendo una represión brutal. La culpa in vigilando fue de los propios manifestantes, por idiotas.

Cuando nos tocó a nosotros liarla, con poco más de 20 años y casi 20 años después del 68, nadie estaba in vigilando y nuestra "revolución" fue la típica engañifa socialista. El resultado de tanto "progresismo" fue que 4 meses después el PSOE revalidaba su mayoría absoluta, el presidente González ni siquiera cambió al ministro de Educación, Maravall, y lo único recordado de aquellos días es un tipo llamado el Cojo Mantecas.

Hoy, ahora mismo, están pasando todas estas cosas. Rápidamente algunos listos hijos del sistema, soportes fundamentales de la casta, intentan hacerse dueños y portavoces de las protestas. Especialmente IU en todas sus variantes, seguidos de cerca por chacones y pajines también a través de infinidad de grupitos subvencionados. No lo han conseguido y sus delirantes propuestas, que por un momento parecieron representar a todos, son solo las de unos pocos. No me representan. Juan Manuel de Prada, pese a ser un casi obsesivo enemigo del liberalismo, lo ha visto perfectamente: « Es como si el esclavo le pidiera a su amo que lo esclavice más amorosamente ». Es el socialismo, de izquierda y de derecha, como si los negros americanos se hubieran rebelado para pedir seguir siendo esclavos (pero con piso gratis y subsidio).

Por todo ello hay que seguir in vigilando. Podéis hacer esta revolución, está ahí y no depende de las elecciones. Podemos. Pero solo hay un camino y hasta ahora apenas se ve en vuestras pancartas, casi no hay gritos pidiendo libertad. Una revuelta que pida subvenciones, nacionalizar la banca y las empresas privatizadas o expropiar pisos es una algarada pidiendo más servidumbre, más casta, más corrupción, más miseria. Normal que se quieran agenciar el movimiento los sectores más reaccionarios de nuestra sociedad, los falangistas progres, desde Cayo Lara hasta Leire Pajín. A vosotros, a la gente que lucha por un futuro más libre y mejor, casi no se os oye en medio de tanto aspirante a esclavo subvencionado, pero estáis ahí. La única revolución es la que exige Libertad.

14 comentarios:

  1. La libertad que tú pides sería muy bonita en un mundo perfecto. Pero nuestro mundo no lo es.

    Tú pides libertad para que un empresario y un trabajador pacten libremente el salario, la jornada y todas las condiciones laborales, sin injerencias externas. Como en 1811, cuando los empresarios contrataban a niños con 1/3 del salario de un trabajador normal, con jornadas de hasta 18 horas y con una tarde a la semana de descanso. ¿O es que acaso aquellos empresarios no eran igual de humanos que los empresarios que hay doscientos años después?

    Las administraciones públicas tuvieron que intervenir en el mercado laboral para evitar aquéllos abusos, abusos que nunca se hubiesen producido si aquella libre negociación de las condiciones laborales no hubiese sido una mentira, como lo es ahora: un empresario y un trabajador no parten de una igualdad de condiciones, por lo que el trabajador nunca va a poder ejercer su libertad.

    En una relación contractual siempre hay una parte débil y una parte fuerte: ante una ausencia de regulación, la parte fuerte acaba por destruir a la parte débil. Por eso existe el Estado, y por eso se regulan las relaciones contractuales.

    Y no me vengas ahora con que sí que habría que regular algunas cosas, porque entonces estamos hablando de una simple cuestión de grados (más o menos, pero injerencia pública habría siempre), no de un concepto antagónico de libertad (libertad versus esclavitud).

    Por cierto, que la lista de "delirantes propuestas" es anterior a tu artículo apoyando las manifestaciones. ¿No te las leíste o es que ya te han convencido tus compañeros ideólogos para que vuelvas al rebaño liberal?

    ResponderEliminar
  2. Esas cosas que dices podían tener algún sentido en el siglo XIX, y por eso es normal que el socialismo, ya sea soviético o falangista, tuviera éxito. Estamos en el s. XXI, en Europa, donde el paro en Alemania, Bélgica u Holanda es inexistente, y donde la economía está creciendo más que en los años 60 del siglo pasado, y vivimos en España, donde el 85% del tejido productivo son pequeños empresarios, y un 50% del total autónomos. Ya te digo, eso de los niños en las minas es muy bonito, como el derecho de pernada, pero un pelín antiguo.

    La lista de "delirantes propuestas", o estupendas propuestas para Corea del Norte y Cuba, estaba firmada por Democracia Real Ya, exclusivamente, y fue la razón de las primeras disidencias y la razón del texto alternativo de Libertad Real Ya. Los indignados se transformaron en "toma la plaza", para sacar unas propuestas de consenso (que son las de listas abiertas y tal), pero finalmente, anteayer, hicieron suya la política de Pol Pot en "Propuestas Aprobadas el 20 de Mayo de 2011". Como yo apoyé las contradicciones desde el primer día, el delirio del 20M es posterior.
    Lo tienes explicado, por ejemplo, aquí:
    Requiem por el 15M

    ResponderEliminar
  3. Cuando hablas del siglo XXI en una Alemania sin paro, ¿a qué te quieres referir exactamente? ¿A que es la ausencia de regulación laboral en Alemania la que le permite tener un paro inexistente? ¿Lo que quieres dar a entender es que en Alemania no existe una injerencia de las administraciones públicas en materia laboral? Míratelo bien antes de contestar.

    ResponderEliminar
  4. Corrijo: en lo anterior, donde pone "contradicciones" es concentraciones.

    Respecto a lo que dices. Manejas una dialéctica extraña, de blanco y negro, sin matices y absolutamente maniquea. Es parecido a los de la plaza, cuando hablan de democracia real en contraposición al bipartidismo. ¿Se refieren a Suiza? La más perfecta, ¿o a USA y Reino Unido?, casi lo mismo pero bipartidista.
    Hay ideales políticos que son irrenunciables pero que nunca se ven en la realidad: democracia, liberalismo, justicia social... son ideales hacia los que se debe ir sin llegar nunca, se trabaja por ellos matizadamente. Son medios para alcanzar un objetivo utópico, la Libertad. Es como Itaca, lo importante no está en llegar sino en el camino, y el barco es solo un medio para hacerlo.

    ResponderEliminar
  5. Ya, claro. Yo manejo una dialéctica sin matices, mientras tú acabas por no hablar de nada, puesto que aportas ejemplos (Alemania) de los que parece que los demás tengamos que adivinar qué significado tienen.

    Lo importante, estoy de acuerdo, es el camino; pero para seguir el camino necesitas algún detalle que te ayude a elegirlo, a no ser que queramos dejarlo todo al azar (y no creo que tú quieras eso). El camino es hacia la libertad, pero necesitamos el detalle; y el problema es que el detalle que estás aportando tú es tan sumamente vago que no sirve para nada.

    ¿Desregulación absoluta del mercado (como en el siglo XIX), sí o no? Entiendo que la respuesta es que no, que sí se deben regular determinados aspectos, puesto que de lo contrario no habrías optado por filosofar sobre el ejemplo que has dado. La pregunta es cuáles regularías tú y cuáles, según tu criterio, no deberían regularse; es la única forma de optar libremente por un camino o por otro: conociendo los detalles. Y justo esa es una de las reivindicaciones de "los de la plaza": que los políticos que dirigen este país se dejen de vaguedades y que se dediquen a realizar propuestas claras y transparentes en sus programas electorales, y que las cumplan o que expliquen por qué no las han podido cumplir. Transparencia y rendición de cuentas ante los ciudadanos.

    ResponderEliminar
  6. En serio, Pere, es que abordas la cuestión desde presupuestos erróneos. Podemos entrar en una discusión sobre lo concreto, no hay problema, pero antes hay que marcar premisas.

    El "liberalismo" no es solo una doctrina político-económica, que también, pero en ese caso yo no soy un "liberal" estricto, por lo que mi aportación será limitada. Hayek critica por igual a los liberales monetaristas y a los antiliberales keynesianos, por ejemplo. El liberalismo es una actitud vital. Salvador de Madariaga, Hayek y hasta el padre Mariana si quieres. Por ejemplo: yo soy absolutamente contrario al aborto (la mayoría de los liberales son favorables), y la "actitud liberal" -la mía- es exigir un referendum. La teoría económica de, supongamos un partido liberal, será la que expongan los de P-Lib, o gente como Manel (lo nombro porque ambos le conocemos), que asumen a los pensadores tipo Pedro Schwartz. Distinguir entre los clásicos, los neoclásicos de la escuela austríaca y los matemáticos de la de Lausana o la escuela monetarista de Milton Friedman no es mi objetivo, ni me interesa, ni sé.

    El único liberalismo del s.XIX es el teórico, el clásico de Adam Smith. Al decir que en el XIX había liberalismo evidencias esas premisas erróneas que te decía. La lucha del liberalismo naciente, en el XIX, fue contra los restos del feudalismo, la aristocracia, y el fortísimo mercantilismo intervencionista de los Estados. Se trata de un proceso histórico, no de un blanco o negro. Frente a ese liberalismo teórico se posicionan básicamente dos formas de ver la vida llenas de buenas intenciones, que no pueden asumir el proceso ante la inmediata injusticia social: el socialismo y la Iglesia, que llegará a condenarlo en una encíclica.

    Te pongo algunos ejemplos que se me ocurren. China, no asume el proceso histórico para sustituir el proletariado por una clase media, y el franquismo de postguerra, totalitario y falangista. España solo empieza a salir del desastre cuando el franquismo renuncia a su ideología, en los 60, y deja la responsabilidad de gobierno a los tecnócratas que crean la clase media, la misma que llega a nuestros días. China, queriendo repartir riqueza mediante el intervencionismo, provoca la miseria generalizada y la muerte de millones por hambruna: en cuanto "liberaliza" su mercado, crece exponencialmente y se convierte en la primera potencia mundial.

    ¿Qué hay detrás de estos procesos históricos? Veamos, por ejemplo eso que decías de los niños en las minas... Recordarás aquel Concierto para Bangladesh de George Harrison. Bangladesh sufre las consecuencias del antiliberalismo y los intervencionistas lo llevan a una guerra, que provoca miles de muertes y miseria generalizada (exactamente igual como las teorías keynesianas solo podían resolverse con la guerra mundial). Uno de los mayores agravios es que, como los niños y sus familias pasan hambre, el trabajo infantil casi esclavo se hace normal. Los occidentales, comprometidos y solidarios, decidimos que eso no puede ser y forzamos a Bangladesh a prohibir el trabajo infantil. El resultado es que el país se convierte en el centro mundial de prostitución infantil y la muerte por hambre de miles de niños. ¿Era mejor dejarlos trabajar? Sin ninguna duda, sí.

    Peeeeeero... aplicar medidas liberales aisladas puede ser casi peor. Primero aisladas del exterior: si un país vecino de China comunista abre totalmente sus fronteras, China se lo comerá. Segundo aisladas en el interior: si liberalizas el mercado energético pero intervienes para subvencionar molinillos, el resultado será que la gente pagará más en su casa.
    (sigo)

    ResponderEliminar
  7. Así que el liberalismo es un camino. Hay que liberalizar y hay que marcar normas claras, esa es la misión del Estado, crear seguridad jurídica. No se soluciona el problema de la vivienda expropiando pisos, al contrario, eso sería el hundimiento de la mayor industria del país, de la que comen millones de españoles: la vivienda se soluciona liberalizando a tope y con una férrea seguridad jurídica, para el inquilino y el dueño, para que el vendedor y el comprador no tengan que pagar una parte en negro. Si con el primer impago el inquilino se quedara sin casa, aumentarían bestialmente los pisos en alquiler y los alquileres bajarían. Ahora mismo, en España, lo que interesa no es si las grandes empresas tienen despido libre o no, lo que es necesario es que la nueva contratación sí sea libre. El problema de las grandes superficies destruyendo pequeños comercios, no se soluciona restringiendo a las multinacionales, sino permitiendo la libertad de horarios total. El fumar o no fumar en los bares, no es cuestión de más prohibiciones, sino de liberalizar para que el propio mercado se ajuste y determine en qué sitios se puede fumar, en cuales no, y en cuales será mixto. La falta de trabajo no se soluciona poniendo a los parados a hacer zanjas, sino permitiendo que cualquiera con una idea y esfuerzo pueda fabricar, comprar y vender sin que lo crujan a impuestos (y si te va mal, no pasa nada, vuelves a empezar, no como ahora que con un fracaso te has jodido el resto de tu vida). Y eso por no hablar de industrias como la investigación, la universidad o el cine, que el Estado ha arrasado, y cuyos únicos productos decentes son los de españoles que trabajan fuera de España. La educación de calidad no se consigue con la asfixiante intervención del Estado, ni creando empresas públicas que doblan los precios de la privada, sino -admitiendo que la educación se garantice- mediante el cheque escolar y la absoluta libertad para elegir. Eso es lo que crea excelencia educativa, como en USA o UK.

    En fin, que así podemos estar todo el día, dando ejemplos sin parar...

    ResponderEliminar
  8. Jelouses ambos,

    El mundo va muy deprisa. Las ideologías ortodoxas van muy lentas. Plantarse firme en unas convicciones ideológicas, casi que atornillado en el suelo, para hablar de política suele desembocar en espejismos. Se habla del mundo como si fuera estático. Pero cuando se acaba la frase el mundo ya está doscientos años por delante.

    ResponderEliminar
  9. La teoría del cuento de la lechera liberal ya me la sé; lo que interesa no es eso, sino los detalles, como ya te he dicho antes.

    Para no desviarnos del tema, ¿qué es para tí "que la nueva contratación sea libre"?

    Es que no se trata de enumerar vaguedades (para eso ya están los programas de los partidos políticos), sino de concretarlas para conocer las ventajas y las desventajas de un camino u otro. Eso es la libertad: poder optar entre lo que tú dices y lo que pueda decir yo, pero para ello es imprescindible saber qué estás diciendo tú (que aun no lo has dicho) y qué estoy diciendo yo (que digo que la injerencia de las administraciones públicas en el mercado laboral es imprescindible para evitar abusos).

    ResponderEliminar
  10. Totalmente de acuerdo, Manel. La cuestión es no plantarse firme ante unas convicciones ideológicas, para lo cual es necesario concretar, debatir y sopesar.

    Pero el primer paso es concretar algo, y después se dará todo lo demás.

    Si lo digo ahora me destapo, pero lo voy a decir: la cuestión es que estoy seguro que José y yo coincidiríamos en muchas cosas, pero primero hemos de estar en igualdad de condiciones: José insiste en tachar, por ejemplo, de "falangistas progres" (se suelen utilizar términos similares) a determinadas ideologías, que ahora coinciden (en teoría) con el gobierno, criticando como muy dañinas muchas de las actuales normas. Y yo sé que bajando al detalle, a lo concreto, fuera de las grandes teorías, va a acabar matizando mucho sus críticas, porque intuyo que lo que él pide no se va mucho ni de lo que yo pido ni de lo que piden "los de la plaza".

    ResponderEliminar
  11. A lo que quería llegar, en definitiva, es a que el sistema que tenemos actualmente es consecuencia de la constatación de que los sistemas anteriores no funcionaron.

    El liberalismo del siglo XIX surgió como una evolución imprescindible del feudalismo; pero aquel liberalismo no funcionó. ¿Había que volver al feudalismo? Pues no, claro que no.

    Por eso surgió el socialismo, que asumió la evolución a la industrialización, pero no el sistema del liberalismo; pero aquel socialismo tampoco funcionó. ¿Hay que volver ahora al liberalismo? Pues yo creo que no.

    El sistema actual ha asumido parte del liberalismo, al que ha introducido correcciones socialistas para intentar evitar los errores de uno y de otro.

    Por eso dije que no estamos ante términos antagónicos (liberalismo=libertad versus socialismo=esclavitud), sino ante una simple cuestión de grados, y por eso no entiendo propuestas como la "libre negociación de las condiciones laborales", que ya se comprobó que de libre no tenía nada para la parte débil del contrato, como tampoco entiendo la "liberalización a tope" de la vivienda cuando fue la liberalización a tope del suelo la que más dinero negro, más inflación y más ruina ha traído a España (la avaricia desmesurada no es un delito, pero existe, y fue lo que destruyó al liberalismo del siglo XIX y lo que nos ha llevado a esta crisis).

    ¿Y cómo se lucha contra esos errores? ¿Liberalizando más o introduciendo algunas restricciones? Y ahí es donde acabaríamos por coincidir.

    ResponderEliminar
  12. Sobre Sol y 15M: la palabra clave es degeneración. Propuestas marco de regeneración y mejora democrática, reformas constitucionales incluso, es lo que aglutinó el movimiento. Cuando la izquierda menos democrática (IU y zapaterismo) secuestra las protestas bajando hasta el nivel de partidillo infantil extrema izquierda, se acabó. No porque sus propuestas sean buenas o malas sino por entrar en terrenos para los que no tienen legitimidad. Ejemplo: a mí me gustan las listas abiertas, ¿pero son eficaces? No (ver el Senado), entonces ¿por qué las exigen? podían haber pensado en elección por distritos, o en segunda vuelta... pero no, abiertas porque yo lo valgo (esto por no hablar de los delirios soviéticos: más banca pública y así cada alcalde que se construya un aeropuerto).

    Me parece que estamos de acuerdo en bastantes cosas. ElKoko te refieres a eso que llamamos "Estado del bienestar", o intervención moderada para un Estado social. Un anarcocapitalista (liberales anarcoqué) no estará de acuerdo, un liberal yanquí te llamará comunista solo por proponer sanidad pública... y un liberal alemán no entendería su país sin ella. Hay grados, muchos. La educación ideal para alguien liberal será aquella en la que no interviene el Estado. Perfecto. ¿Pero qué pasa en un país como España donde cada pueblo enseña exclusivamente los afluentes de sus ríos? Por no hablar de valores. Siendo liberal y realista cualquiera ve necesaria -de momento- un mínimo de unificación de criterios, o la implantación de una asignatura de civismo (EpC sin sectarismo). Es decir, que para gobernar hay que bajar de las grandes teorías estupendas a la arena.

    Ya he concretado algunas cosas antes, pero podemos seguir. La contratación libre significa que puedan existir todos los contratos posibles que quieran pactar libremente las dos partes. Significa también que el que contrata no tenga que pagar al Estado impuestos tan imposibles como los actuales, y que el trabajador no tenga que entregar, lo quiera o no, la mitad de su sueldo al Estado. Esa es la primera política social que hace falta, la más necesaria, la que más favorecería a los trabajadores.

    La liberalización de la vivienda nunca ha existido en España. Jamás, y lo que hizo Aznar fue todo lo contrario de eso, al convertir a los partidos políticos en vendedores de terrenos y permisos. Para comprar una casa debes pagar al ayuntamiento controlado por los partidos, por la tierra, a la caja de ahorros controlada por los partidos, por la hipoteca, a la constructora que depende de los partidos en la caja y en el ayuntamiento, por las paredes, y cuando ya tienes todo eso pagas otra millonada a los partidos mediante impuestos. Resultado, eso que tú llamas "liberalización a tope del suelo" fue la política más antiliberal posible.

    ResponderEliminar
  13. Ups, leo que Manel se ha despertado... y explica lo que ha escrito antes, en su blog: Izquierda y derecha como nunca te lo han explicado.

    ResponderEliminar
  14. Elkoko

    Me resulta inconcebible que tú que perteneces al gremio (o has pertenecido, no sé si sigues en ello) hables de 'liberalización a tope del suelo'. Nunca ha existido tal cosa ni parecida, como bien dice Donís (aunque Donís se equivoca al pensar que la actual situación inmobiliaria comenzó con Aznar: venía de antes, es sistémica, como tantas otras áreas de nuestra economía que invitan a la corrupción).

    ResponderEliminar

Evite insultos, guarde las mínimas normas de etiqueta y respeto a los demás sin por ello restringir las críticas por duras que sean. No se permite el spam, las técnicas troll ni la suplantación de nick.
Lo otro, las opiniones: cada cual es responsable de las suyas.

Archivo del blog

Datos personales