Nazis, comunistas e islamistas en Gaza (perdón por la redundancia)

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El ejército israelí ha entrado en Gaza, por fin. Además de ser la única solución, desgraciadamente, es por lo que Irán y Siria vienen financiando generosamente a los terroristas de Hamás. Desde el 2005 no hay ocupación contra la que luchar, pero Irán -que no es un país árabe- necesita un gran conflicto que le permita negociar su armamento nuclear, y Siria, junto al resto del terrorismo islamista, tiene allí la excusa para su Yihad nazional socialista.

Ya son unos 600 muertos palestinos, según la ONU más del 90% combatientes terroristas, y una decena de israelíes, entre soldados y civiles. Solo entre febrero y marzo de 1996 Hamás asesinó premeditadamente a 60 personas —niños ancianos, mujeres, hombres— haciendo explotar autobuses públicos israelíes: igual que todas las bajas civiles del contragolpe actual. El ataque israelí, por su discriminación de blancos terroristas y precisión, no puede ni compararse con lo que nosotros mismos estamos haciendo en Afganistán, y eso contando que Hamás utiliza a sus civiles como escudo permanente desde el que seguir asesinando o rentabilizando la propaganda yihadista.
Lo peor de todo es que éste era exactamente el objetivo de los terroristas, para los que la población palestina no importa nada. Nunca ha importado, porque lo que aquí se dirime es un combate feroz entre el totalitarismo islámico y la libertad, una lucha que será la protagonista en el nuevo siglo y que, aunque muchos no quieran verlo, viene de lejos.

Nazis, comunistas e islamistas. Viejos amigos

Abajo, palestinos bajo mando de Arafat
La unidad de acción entre Hitler y el Gran Mufti de Jerusalén, Amin Al Husayni, abuelo ideológico de Ben Ladem, no deja lugar a dudas. Los dineros que Mussolini entregó al Mufti, sus citas con el Duce y el Fürer, o los pelillos a la mar cuando Adof comprobó que los árabes tienen ojos claros son ejemplos de la fraternal relación nazi-islamista. En su libro “Franco y Hitler”, dedicado a la memoria de Javier Tusell, Stanley Payne describe cómo Hitler consideraba el Islam “la mejor de las religiones, por su sencillez teológica y su insistencia en la guerra santa” y que, bajo el punto de vista del Führer, la invasión musulmana produjo "la época más intelectual y la mejor y más feliz en todos los sentidos de la historia española".

El famoso terrorista Carlos, convertido ahora en yihadista, tiene un libro de entrevistas (Ed. du Rocher, París, 2003) donde explica por qué ha pasado del comunismo al Islam: “Carlos, El Islam revolucionario” presentado por Jean Michel Vernochet. Sus ideas son calcadas de aquellas que protagonizaron el Holocausto y la mayor guerra jamás conocida. Al fondo, aquel infinito desprecio de Hitler hacia la democracia liberal y el cristianismo, particularmente en su obsesión con el catolicismo, el valor de la persona y su libertad individual.

"Hitler lamentaba que el Islam no se hubiera extendido por toda Europa Occidental, ya que, de haber sustituido al cristianismo en Alemania, y respaldado por la innata superioridad racial de los alemanes, combinada con el Islam, les habría llevado a conquistar gran parte del mundo durante la Edad Media". -Stanley G. Payne

Las tres formas de tiranía comparten mitologías, iconos, prejuicios y objetivos. Además cabe añadir a otras sectas que, como la Cienciología o su líder Tom Cruise en "Operación Valkiria", minimizan la parte negativa del totalitarismo en una especie de "apología nazi".

El mito del mártir suicida expresa el desprecio que todos sienten por la vida humana, superada por el Estado y el biopoder. Los 16 “Mártires de la Feldherrnhalle” en el Putsch de Múnich nazi, el Ché Guevara estalinista, los kamikaze del Japón imperial, los diez y nueve suicidas del 11-S, los siete del 11-M o Argala y otros asesinos etarras homenajeados forman parte de un Walhalla del terror, combinado con sus diferentes libros sagrados y una voluntad superior, del líder, sujeta al destino esotérico colectivo. El Capital, Mi Lucha y el Corán son libros fundacionales, sacros para sus respectivos creyentes, palabra de sus profetas deificados. González Faus, en el sector jesuita del cristianismo, define a Marx como “el último profeta judío apocalíptico”. Isaac Asimov en su monumental obra La Fundación, pese a que esto no suele señalarse, no solo reconstruye la caída del imperio romano sino que hace una oda al materialismo histórico en su vertiente historicista. Estas ideas nacidas del radicalismo revolucionario penetran subrepticiamente en la moral colectiva, popularizándose con armas mucho más poderosas que la EpC. Al fin y al cabo, ¿cual era la frase “lógica” preferida de Mister Spok? “El bienestar de la mayoría es superior al bienestar de la minoría, o de uno sólo”... Impecable, salvo que si no se trabaja por cada uno individual no hay mayoría que valga y “el uno” es sacrificable siempre que aparezca en las noticias como terrorista suicida.

La respuesta de los años cuarenta a la pregunta “qué es el nazismo” se intercambia con otras anteriores y posteriores que expresan la misma idea: la voluntad del Führer, la voluntad de Alá, Dios lo quiere, Patria, socialismo o muerte, Por el socialismo hasta la victoria siempre, Por la Gracia de Dios, Euskadi y libertad, Una grande y libre.

Neonazis islamistas

Apenas dos horas después del 11 de Septiembre el líder de Aryan Nation, August Kreis, decía lo siguiente:

“Decís que son terroristas, yo digo que son luchadores por la libertad. Quiero imbuir el mismo sentimiento yihadista en los corazones de nuestra gente, en la raza Aria, que el que ellos tienen por su padre, a quien llaman Alá”

Desde entonces se repiten las mutuas muestras de afecto y unidad de acción entre comunistas, nazis e islamistas. Por su parte los Hermanos Musulmanes, organización madre de Hamás, nunca ha escondido sus objetivos (pdf):

"La Ikwhan [Hermandad Musulmana] debe entender que su trabajo en América es como una especie de gran Yijad para eliminar y destruir la civilización occidental desde adentro y sabotear su casa miserable con sus manos y las manos de los creyentes para que sea eliminada. De esta manera la religión de Alá sea hecha victoriosa sobre todas las otras religiones."

Otro partido nazi americano, el Populist Party, fundado por el negacionista del Holocausto Willis Carto, organiza homenajes a Mahoma y se posiciona en la misma trinchera que Al Qaeda o Hamás:

“Todo el país de Palestina ha sido tomado por políticos sionistas, y pareciera que todo el mundo ha creído, apoyado y participado en el robo de un país entero a una entera nación”. -William Baker

Totalitarismo islámico en Gaza.

El 12 de septiembre de 2005 Israel se retiró de la franja de Gaza. Cuatro meses después la población elegía mayoritariamente -mediante su despreciada elección democrática- el gobierno de un grupo terrorista financiado y movido desde Irán, el Movimiento de Resistencia Islámica Hamás. La Carta fundacional de Hamás lo dice todo, incluso que Israel debe ser arrasada y España reconquistada para el Califato. En el artículo 8 de su carta fundacional, “El lema del Movimiento de Resistencia Islámica”, Hamás especifica que:

“Alá es su meta, el Profeta es su modelo, el Corán su constitución: la Yihad es su senda, y la muerte por Alá es su más alto anhelo”.

El presidente de Israel, Moshé Katsav, aceptaba “una posible negociación entre su país y Hamas” si éstos abandonaban el terrorismo y su objetivo de barrer Israel del mapa. Intento vano con “uno de los brazos de Hermanos Musulmanes en Palestina... organización universal... el mayor movimiento islámico de los tiempos modernos”, que se caracteriza por “su conocimiento profundo, su comprensión exacta y su adhesión completa a los conceptos islámicos de todos los aspectos de la vida, la cultura, el credo, la política, la economía, la educación, la sociedad, la justicia y el juicio, la difusión del islam, la educación, el arte, la información, la ciencia de lo oculto y la conversión al islam”, tal y cómo explicitan ellos mismos (art. 2). Una hermana de Al Qaeda, los talibanes afganos, Hizbulá o Yihad Islámica sometiendo a la población de Gaza, pero la ONU, la UE y nuestro gobierno encantados de conocerse.

Dejemos claras dos ideas: la primera es que no existe «Islam moderado», nunca ha existido. Por eso Hamás, «adoptando el islam como modo de vida… se remonta a la época del nacimiento del mensaje islámico, de los virtuosos antepasados, porque Alá es su meta, el Profeta es su ejemplo y el Corán es su constitución» (art. 5). Hay personas moderadas, musulmanes tibios, buenas personas que viven como mejor pueden contemporizando con una cultura y religión que les vienen impuestas. Y segunda idea: un totalitarismo se define por sus enemigos. Comunismo, nazismo e islamismo son ramas del mismo árbol, todas luchando contra la civilización judeocristiana y cualquier democracia liberal, ya sea Europa, América, Israel u Oriente. Todos los totalitarios propician la destrucción de una clase, «los desheredados», que son los mismos a los que dicen defender.

El 19 de diciembre, Hamás rompía una tregua de seis meses lanzando misiles contra la población civil israelí. Cinco días después, el 24 de diciembre de 2008, Hamás dejaba claras las exigencias para su propia gente aprobando penas de crucifixión, lapidación y decapitación para homosexuales y/o adulteras; amputación de manos, brazos y pies para ladrones; 40 latigazos y tres meses en la cárcel por beber vino o jugar a las cartas… Cualquier negociación con Israel es castigada con la muerte. Viva la democracia.


Ni una palabra de Zerolo, Moratinos o del adalid de la paz perpetua y las dictaduras aliadas. No sé qué pensaría el abuelo de nuestro presidente ante un grupo terrorista que, además de los habituales objetivos islamistas, propone la total aniquilación de la masonería o los clubs de Rotarios y Leones como parte del sionismo internacional. Leire Pajín y Bibiana Aído declinan manifestarse sobre lo que Hamás está haciendo a las mujeres palestinas, a las que en su artículo 17, «El cometido de la mujer musulmana», consideran «paridoras de hombres». Será porque lo de la igualdad está cubierto con las señoras vestidas de ninja que se vuelan por los aires matando monos (judíos) y cerdos (cristianos).

En España los grupos neonazis son muy minoritarios, estadísticamente despreciables, pero por supuesto apoyan la “tradicional amistad” y la lucha yihadista contra el sionismo. La particularidad española se plasma en que no pudo llevarse a cabo un proyecto al modo francés, de Mitterrand, creando un potente partido fascistoide que asegurara a la izquierda el gobierno permanente, y que en España el fascismo sociológico se entremezcla con resabios católicos mal entendidos. Resultado: la alianza extrema-derecha-islamismo-extrema-izquierda provoca relaciones complejas, difíciles de encontrar en otros países de nuestro entorno. Por supuesto que “los islamistas también leen el Gara”, pero las consecuencias que de ello se deducen nada tienen que ver con lo que el sector más grosero de la derecha pretende; aunque, al final, la alianza estratégica dé los mismos resultados exculpatorios hacia los asesinos.

El pasado sábado 3 se hizo la primera concentración “contra la brutal agresión” israelí delante del Ministerio de Asuntos Exteriores, el domingo 11 habrá otra en la Puerta del Sol, y el próximo 17 de enero PSOE, IU, PCE, UGT, CCOO, Corriente Roja y la Asociación Hispanomusulmana Jerusalén saldrán juntitos de la mano en una marcha desde Plaza de Neptuno a Cibeles. Qué bien, sólo faltan Fidel Castro y Ben Ladem, porque Ahmadinejad y Kim Jong Il han prometido pasarse antes de visitar Disneyland París. Previamente a salir defendiendo a los peores asesinos del mundo espero que se tomarán un tiempo para ver vídeos de sus aliados, para darse ánimos, que siempre sienta bien oír aquello de ¡córtale la cabeza, Alá es grande! Luego, supongo, leerán algunas fatwas de los líderes espirituales de Hermandad Musulmana y Hamás, como Yusuf Qaradawi, empeñado en que los musulmanes reconquisten "las antiguas colonias islámicas de Ándalus, el sur de Italia, Sicilia, los Balcanes y las islas del Mediterráneo".

Por descontado que todos estos aliados de terroristas islámicos, nazis o comunistas, dicen buscar soluciones dialogadas, lo cual estaría muy bien si hubiera alguien con quien dialogar. Desgraciadamente ese alguien no existe porque “las iniciativas, y las llamadas soluciones pacíficas y conferencias internacionales, están en contradicción con los principios del Movimiento de Resistencia Islámica” y “sólo son maneras de instalar a los infieles en la tierra de los musulmanes en calidad de árbitros” (art. 13).

En un universo cercano, Al Fatah y la OLP -que otrora se especializaron en hacer escudos humanos con hospitales y escuelas- culpan a Hamás de las muertes en Gaza, por lo que inmediatamente han sido tachadas de colaboracionistas con el Gran Satán. El consejero del presidente de la OLP, Nimr Hammad, dice que “el único responsable por la masacre es Hamas”, y no la que llaman “entidad sionista”, que no ha hecho sino reaccionar ante los 1.194 misiles Qassam lanzados contra población civil israelí en 2005, los 1.786 de 2006, y los 1.331 durante 2008, contando la tregua. Matan cada vez menos pero a cambio de convertir cada guardería infantil en un bunker, al contrario que Hamás, para quien cada escudo humano son cinco minutos de gloria en las noticias. En la ciudad mártir de Sderot conocen bien los misiles de Hamás y Yihad Islámica, especialmente en sus escuelas y jardines de infancia, por mucho que Olmert se empeñara en templar gaitas. Saltan voces occidentales, escandalizados por oír la verdad, y se rasgan sus vestiduras los fariseos islamistas clamando por la destrucción de “lugares sagrados” como las Mezquitas del Terror, mientras el mundo le exige a Israel que, además de recibir misiles, proporcione asistencia hospitalaria, suministro eléctrico, combustible y agua a sus atacantes. A ellos, a los vampiros del pueblo palestino, incapaces si quiera de dar luz a su población esclava. Ni pueden ni quieren ni les interesa porque son el mayor enemigo de Palestina: islamismo, nazis y comunistas.

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