martes, 10 de junio de 2008

Pío Moa, el pro etarra

Más liberales...
Ayer, 9 de junio, Pío Moa escribía "Rajoy, el pro etarra".
Como Zapo, ofrece el diálogo, el negocio político, en palabras más claras, a los asesinos, a la ETA. (...) ya lo ofreció al entrar en la carrera de la revisión de los estatutos (...) la clave de la colaboración de Zapo con la ETA.
La secta "liberaloide".
Destacan en el comportamiento sectario varias características:
1º Técnica propagandística.
Grandes titulares, noticias inexistentes armando gran barullo, provocación y ese tufo anti-sistema -totalitario- tan querido de maoístas, estalinistas y nazis.
2º Motes, sentencias simples.
Cada "enemigo" tiene su mote insultante, siguiendo la práctica de otros terroristas y anti sistema que usan la ridiculización como bandera acrítica. Todo bien preparadito para que sus fieles traguen mejor.
3º Consignas.
La realidad es cambiante, utilitaria, depende en cada momento no de los hechos, sino del interés del comunicador. La consigna "Rajoy pro etarra" es sólo un titular para meter de rondón que el sujeto (Rajoy) es un oportunista ávido de poder:
Hay una diferencia entre la actitud de Zapo y la del Futurista Solemne. Zapo obra así por afinidad ideológica con la ETA. Rajoy, nada afín en ese sentido, obra por un ingobernable afán de poder.
Y que el susodicho junto a su equipo son, ahora, poco menos que imbéciles.
faltos de cualquier espíritu creativo y con inteligencia muy limitada, imitan las tácticas que han dado el poder a Zapo.
Al final llegamos al meollo del asunto, el verdadero leiv motiv del artículo para lo que todo lo demás es guarnición deconstruída, tipo Ferrán Adriá, donde el acompañamiento es mus de humo.
Y, por cierto, al caballero del Futuro no se le ha oído una palabra en defensa de la libertad de expresión, hoy tan acosada.
El colofón es un pequeño recordatorio de las consignas a retener por los fieles. Esas cosas que hacen del presidente Zapatero o José Blanco sus primeros y más agradecidos fans:
Rajoy, con el Tiranosaurio y Gallardón: los políticos más miserables de la derecha, hoy.

Hoy 10 de junio insiste: “¿No es Rajoy pro etarra?”
El Futurista (Rajoy) se ha sumado a la política de Zapo para complacer a los separatistas y a la ETA (...). Rajoy, por tanto, sigue EN LOS HECHOS, como el gobierno, una política pro etarra.

Encubrir la realidad con medias verdades puede resultar una de las mejores técnicas para difamar. Por ejemplo, cuando Moa dice:
Nadie en su sano juicio “opta” por la homosexualidad, como no opta por la cojera, o por la miopía o por una inteligencia escasa.
No dice que nadie "en su sano juicio" optaría por ser campeón de cien metros, tener vista de lince o ser superdotado... Porque, efectivamente, esas cosas, como la homosensualidad u homoerotismo, no se escogen, te eligen ellas a ti.

Francomaoísmo.
En una famosa sentencia se define al fanático como alguien incapaz de cambiar de opinión y que, además, no quiere cambiar de tema. Esa es la trastienda fascista que intentan colar algunos pensamientos sectarios. Pío Moa llegó más lejos que alguno de sus millonarios jefes y camaradas. Del OMLE (Organización Marxista-Leninista de España) nació el El PCE(r), un partido maoísta e ilegal por ser brazo político del GRAPO, y que curiosamente, según ellos, luchaban martillo en mano contra el revisionismo histórico.
The Guardian hacía referencia al nuevo franquismo sociológico en su lista de los mayores bestsellers pro-Franco.
"Franco debe... recibir la gratitud y el reconocimiento de la mayoría de los españoles". (...) "No había alternativa". "Dejó un país próspero y políticamente moderado. Los últimos 30 años de democracia han sido posibles gracias a él".
Una loa tan amorosa hacia la dictadura solo se puede oír en aquel himno que cantaba Victor Manuel, "Franco, ese gran hombre", deshaciéndose en elogios hacia el que "nos salvó de una invasión" y "trajo su paz".
Desde el 2003 que periódicos extranjeros vienen asombrándose del éxito que semejantes ideas tienen en España. Llamó su atención el primer super-ventas pro-Franco, donde Moa afirma:
"La victoria de Franco salvó a España de una traumática revolución... Su régimen la salvó de involucrarse en la Guerra Mundial, modernizó la sociedad y estableció las condiciones para una democracia estable".
Como él mismo dice (vídeo):
"en dos palabras: no condeno el franquismo".


Giles Tremlett comentaba patidifuso en The Guardian que una obra de Moa fuera la 2ª más vendida en no-ficción. Hace un par de días le preguntaban a Boris Izaguirre si pensaba dedicarse más a sus libros e impulsar sus ventas: Boris respondía que estaba feliz pues había vendido 200 mil ejemplares de su último libro sin apenas hacer nada.
Al presentar su último libelo, éste individuo defiendió la violencia asesina. A imagen de los nazis golpeando a Antonio Aguirre, que hoy se pretenden víctimas en lugar de verdugos, Moa intercambia los papeles de represores y reprimidos.:
Franco no liquidó a los rojos, los escarmentó”.
Y tuvo la desfachatez de justificar la represión y el salvajismo de postguerra:
[La represión] “se encauzó por vías legales, no como en Europa. [...]A nadie se le reprimió por cómo pensaba, sino por lo que hacía. Companys no era inocente. Ni tampoco las Trece Rosas, unas jóvenes estalinistas”.

Pío Moa, junto al resto de vendedores, es el mejor aliado del gobierno para alejar del poder cualquier opción de alternancia. Posiblemente son estos los que dan más oxígeno al nacionalismo radical, al independentismo y a los delirios terroristas de ETA y sus amigos balcánicos. Frente a la serenidad crítica y claridad de intelectuales como Albert Boadella, que ya ni siquiera puede actuar con Els Joglars en Cataluña (su gira será en toda España excepto allí), se alzan una cohorte de anti-sistema fascistoides, hijos del maoísmo y el franquismo, que se revelan cada día como pseudoterroristas.
Así es Pío Moa, el pro etarra.

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