Se desconoce el número de asesinados, unos 25, y existen informes sobre cadáveres arrojados
al Nilo por la policía. Hay casi 300 heridos y de ellos 30 graves. Todo
ello en una manifestación pacífica de cristianos atacada por los
escuadrones de la muerte del ejército (los que antes eran matones de
Mubarak) y por el propio ejército que disparó y masacró con blindados a
los civiles. Una veintena de fallecidos tienen la cabeza o el cuerpo
aplastados por vehículos militares. Se ha superado la cifra de 23 asesinados
por bomba en una iglesia de Alejandría el pasado 1 de enero, la
destrucción de la antigua iglesia de Sool, donde apalearon a los monjes y
los musulmanes "juegan al fútbol" con las sagradas reliquias, y los
ataques a los cristianos del barrio Imbaba, con decenas de muertos y varias iglesias incendiadas.
En España se intenta camuflar la noticia, especialmente por los periódicos que patrocinaron esta "primavera" del horror desde el principio, como El País. Incluso se atreven con algún artículo de opinión afirmando que No es la religión, es la política, o no dejes que la realidad mueva tus prejuicios. Así que los cristianos se convierten en "coptos" (que significa egipcios), como mucho se admiten equívocos como "violencia sectaria", y en caso de asumir que los asesinados son cristianos se intenta describirlos como alguna extraña secta minoritaria sin relación con, por ejemplo, los católicos españoles. Los cristianos de la Iglesia copta son exactamente iguales que los católicos, una de las ramas más prestigiosas de la Iglesia universal fundada el 42 dC por el evangelista San Marcos y cuya cabeza es la única llamada Papa junto al papa de Roma. Hace tan solo 50 años los cristianos eran el 25% de los egipcios, hoy son un 8%.
¿Qué ha ocurrido?
El origen de esta última matanza está en la iglesia de San Jorge en Edfu, Asuán, al sur del país, donde los musulmanes arrasaron su templo levantado hace más de un siglo. El gobernador de Asuán aprobó su rehabilitación tras la orgía destructiva de la turba musulmana. A las pocas semanas empezaron las protestas y varias demandas exigiendo que no hubiera cruces ni campanas, puesto que "la Cruz irrita los musulmanes y sus hijos". Los cristianos aceptaron, iglesia sin campanas ni cruces ni símbolos de ningún tipo.
Continuaron las protestas y agresiones de musulmanes contra cristianos. Esta vez exigieron que la cúpula fuera demolida, porque con cúpula recordaba demasiado a una iglesia. La segunda exigencia fue que, en lugar de "Iglesia de San Marcos" se llamara "casa de huéspedes". El obispo se negó y desde ese momento tan buscado por los piadosos musulmanes ya solo se oyeron gritos de ¡Allahu Akbar! mientras se amenazaba con arrasar el templo por segunda vez para edificar una mezquita. Los líderes musulmanes prohibieron a los cristianos "salir de sus casas o comprar comida hasta que se quite la cúpula de la iglesia de San Jorge". Las familias cristianas se atrincheraron durante semanas pasando hambre.
El pasado 30 de septiembre los musulmanes acudieron como cada viernes, el "día santo", a recitar el Corán en la mezquita, y terminado su piadoso encuentro se dirigieron en número de tres mil al templo cristiano. Demolieron la cúpula, arrasaron e incendiaron la iglesia. Como el fuego hizo huir a los cristianos vecinos, los fieles de Mahoma aprovecharon para saquear sus casas y destruir todo lo que no pudieran robar. El jefe de la Unidad de Inteligencia de Edfu fue visto dirigiendo la masa de piadosos mahometanos destructores. El gobernador de Asuán apareció en la televisión pública negando que se incendiara ninguna iglesia, sino una "casa de huéspedes" y afirmó que la culpa era de los coptos porque su contratista hizo el edificio tres metros más alto: "los coptos cometieron un error y tuvieron que ser castigados, y los musulmanes no hicieron más que arreglar las cosas, fin de la historia".
Tres días después de Edfu, el 3 de octubre, los musulmanes atacaron a otra iglesia. El domingo 9 de octubre los cristianos salieron a protestar pacíficamente, pero con rabia, y fueron masacrados por las fuerzas de seguridad, esos demócratas primaverales de toda la vida.
En España se intenta camuflar la noticia, especialmente por los periódicos que patrocinaron esta "primavera" del horror desde el principio, como El País. Incluso se atreven con algún artículo de opinión afirmando que No es la religión, es la política, o no dejes que la realidad mueva tus prejuicios. Así que los cristianos se convierten en "coptos" (que significa egipcios), como mucho se admiten equívocos como "violencia sectaria", y en caso de asumir que los asesinados son cristianos se intenta describirlos como alguna extraña secta minoritaria sin relación con, por ejemplo, los católicos españoles. Los cristianos de la Iglesia copta son exactamente iguales que los católicos, una de las ramas más prestigiosas de la Iglesia universal fundada el 42 dC por el evangelista San Marcos y cuya cabeza es la única llamada Papa junto al papa de Roma. Hace tan solo 50 años los cristianos eran el 25% de los egipcios, hoy son un 8%.
¿Qué ha ocurrido?
El origen de esta última matanza está en la iglesia de San Jorge en Edfu, Asuán, al sur del país, donde los musulmanes arrasaron su templo levantado hace más de un siglo. El gobernador de Asuán aprobó su rehabilitación tras la orgía destructiva de la turba musulmana. A las pocas semanas empezaron las protestas y varias demandas exigiendo que no hubiera cruces ni campanas, puesto que "la Cruz irrita los musulmanes y sus hijos". Los cristianos aceptaron, iglesia sin campanas ni cruces ni símbolos de ningún tipo.
Continuaron las protestas y agresiones de musulmanes contra cristianos. Esta vez exigieron que la cúpula fuera demolida, porque con cúpula recordaba demasiado a una iglesia. La segunda exigencia fue que, en lugar de "Iglesia de San Marcos" se llamara "casa de huéspedes". El obispo se negó y desde ese momento tan buscado por los piadosos musulmanes ya solo se oyeron gritos de ¡Allahu Akbar! mientras se amenazaba con arrasar el templo por segunda vez para edificar una mezquita. Los líderes musulmanes prohibieron a los cristianos "salir de sus casas o comprar comida hasta que se quite la cúpula de la iglesia de San Jorge". Las familias cristianas se atrincheraron durante semanas pasando hambre.
El pasado 30 de septiembre los musulmanes acudieron como cada viernes, el "día santo", a recitar el Corán en la mezquita, y terminado su piadoso encuentro se dirigieron en número de tres mil al templo cristiano. Demolieron la cúpula, arrasaron e incendiaron la iglesia. Como el fuego hizo huir a los cristianos vecinos, los fieles de Mahoma aprovecharon para saquear sus casas y destruir todo lo que no pudieran robar. El jefe de la Unidad de Inteligencia de Edfu fue visto dirigiendo la masa de piadosos mahometanos destructores. El gobernador de Asuán apareció en la televisión pública negando que se incendiara ninguna iglesia, sino una "casa de huéspedes" y afirmó que la culpa era de los coptos porque su contratista hizo el edificio tres metros más alto: "los coptos cometieron un error y tuvieron que ser castigados, y los musulmanes no hicieron más que arreglar las cosas, fin de la historia".
Tres días después de Edfu, el 3 de octubre, los musulmanes atacaron a otra iglesia. El domingo 9 de octubre los cristianos salieron a protestar pacíficamente, pero con rabia, y fueron masacrados por las fuerzas de seguridad, esos demócratas primaverales de toda la vida.
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