La todavía ministra de asuntos exteriores de España, Trinidad Jiménez, firmó ayer jueves 13 de octubre la fundación del Centro Internacional para el Diálogo Interreligioso e Intercultural Rey Abdullah Bin Abdulaziz, en Viena, con el príncipe Saud al-Faisal, de Arabia Saudí, en el marco de la Alianza de Civilizaciones. Un proyecto España-Arabia acogido por Austria.
Corría el año 1997 cuando Muhammad Jatami se convirtió en presidente de la dictadura iraní. En sus primeros años formuló la teoría del Diálogo entre Civilizaciones, que consiste básicamente en un plan para que occidente, de forma unidireccional, abriera sus puertas al islam mientras los países musulmanes cerraban las suyas a todo lo no islámico. En 2001 el secretario general de la ONU, Kofi Annan, declaraba aquel año como Año de las Naciones Unidas del Diálogo entre Civilizaciones.
El 14 de marzo de 2004 Rodríguez Zapatero accedía a la presidencia del gobierno de España. En su política europea el nuevo presidente zanja las alianzas conseguidas, como la estratégica con Polonia, para situarse como primer avalista de Turquía para su entrada en la UE. Todos los esfuerzos del presidente español fueron en vano. Recep Tayyip Erdogan, el primer presidente islamista de Turquía desde la refundación del país, se reveló muy pronto como uno de los mayores peligros actuales para la paz y la Libertad. El 25 de enero de 2005 el National Intelligence Council de Estados Unidos publicó su informe Mapping the Global Future: Proyect 2020, basado en expertos no gubernamentales, donde se pronosticaba que el islamismo superaría su fase Al Qaeda para convertirse en otra cosa, tal y cómo vemos hoy día, y se advertía de las intenciones de Erdogan por convertir Turquía en el centro de un nuevo imperio islámico, lo que hoy es una evidencia. El citado informe se puede comprar vía Amazon y otros libreros online por unos 25 dólares, para consultar en la red pueden descargarlo gratuitamente haciendo clic aquí (7.26 Mb, 126 pág).
Los nuevos actores del islamismo desequilibran la tradicional balanza entre Irán y Arabia Saudí, al tiempo que otras alianzas occidentales, como Pakistán, se debilitan, y los focos de conflicto se extienden (Siria, Yemen, Bahrein, Libia, Egipto, etc). Yemen y Bahrein se rebelan ante su autoridad, Arabia Saudí pierde peso y eso no es bueno para los negocios. Arabia quiere seguir siendo la más atroz dictadura y, al mismo tiempo, mantener su estatus de principal socio comercial con occidente.
La Alianza de Civilizaciones organiza su primer foro en Madrid, en enero de 2008, con más de 900 participantes a gastos pagados por el contribuyente español. Es entonces, más o menos marzo de 2008, cuando el dictador de Arabia Saudí, el rey Abdulá bin Abdelaziz al Saud, se inventa y promueve una Conferencia Mundial sobre el Diálogo, con la complicidad de la Liga Mundial Musulmana (LMM), una gran autoridad del wahabismo salafista a sueldo del rey. Convoca primero una conferencia pan-islámica y el resultado es que los líderes musulmanes, primero no ven razones para dialogar con infieles, y segundo se niegan en redondo a que voces impuras de cristianos se oigan en Arabia, por no hablar del escándalo que supondría que pies judíos pisaran el mismo suelo que alberga los dos santuarios más sagrados del islam ("No hay personas judías en Arabia Saudí y por tanto no hay sinagogas", contestó ayer jueves 13 en Viena su embajador). Deciden entonces acudir al mejor socio del salafismo en Europa, José Luis Rodríguez Zapatero y España, su auténtico Caballo de Troya. El gobierno español se precipita en su apoyo al tirano saudí y organiza la conferencia, celebrándose en Madrid tres meses después, en julio 2008, inaugurada nada menos que por el presidente del gobierno Rodríguez Zapatero, y el rey de España Juan Carlos I. En esta Conferencia Mundial sobre el Diálogo se lanza la idea de un gran centro intercultural, que por supuesto debe estar en Europa dado que es imposible construirlo en las dictaduras musulmanas. Objetivo: Viena, el otro gran símbolo -junto a España- de la resistencia ante el islam.
En noviembre de 2008, el secretario general de la ONU y los Reyes de
España inauguran la Sala Alianza de Civilizaciones, una de las mayores
salas de conferencias en el Palais des Nations en Ginebra. «una de las
mayores donaciones a las Naciones Unidas», según el comunicado de
prensa. La cifra oficial asciende a otros 20 millones de euros. El segundo foro de la Alianza de Civilizaciones se celebra en Estambul en abril de 2009. Erdogan consigue de este modo volver a situarse como líder islámico internacional, frente a Arabia. Muchos de los casi 2.000 participantes fueron financiados por los contribuyentes españoles. En mayo de 2010 los españoles financian a más de 2.000 participantes para otra orgía de comilonas y hoteles en Río de Janeiro.
El año 2010 sería el de enhorabuena a los premiados. Cada cual consigue lo que busca. En septiembre EEUU firma con Arabia Saudí el mayor contrato de venta de armas de la Historia, 60.000 millones de dólares. En diciembre, Recep Tayyip Erdogan recibe en Libia el Premio Internacional Al Gadafi para los Derechos Humanos, por «servicios distinguidos a la humanidad». Se suma así a otros grandes próceres del socialismo internacional, Fidel Castro en 1998 y Hugo Chávez en 2004.
En 2011 Zapatero crea el Instituto Internacional para la Alianza de Civilizaciones, en Barcelona, con otros 20 millones de euros. Montilla hace que la Generalitat aporte nueve millones para reconvertir el Pabellón Sant Manuel en el recinto histórico de Sant Pau. Unos 120 trabajadores se ocuparán de difundir las virtudes del islam y concederán becas a estudiantes islámicos. Alguno pensará que 20 millones no es tanto. Si colocar a la ahijada del vicepresidente Chaves en la ONU, Bibiana Aído, nos ha costado 100 millones, lo de Barcelona casi parece barato. Pero vayan sumando y hagan cuentas.
El Consejo de Ministros del pasado viernes 7 de octubre autorizó la firma del Acuerdo para el establecimiento del Centro Rey Abdullah Bin Abdulaziz para el Diálogo Interreligioso e Intercultural. Según la nota oficial, "una iniciativa del Reino de Arabia Saudí, interlocutor obligado en un área geográfica de gran interés para nuestro país y notable socio económico y empresarial, quien ha buscado activamente la participación de España".
Ayer jueves 13 de octubre, la ministra Trinidad Jiménez firmó en Viena con el príncipe Saud al-Faisal la creación del Centro Rey Abdalá bin Abdelaziz para el Diálogo Interreligioso e Intercultural. La diputada Alev Korun, responsable de derechos humanos del Partido Verde austríaco lo definió en tres palabras: "un mal chiste". Dijo que es un absurdo que precisamente Arabia Saudí, donde solo se permite la práctica del wahabismo salafista y donde la apostasía conlleva pena de muerte, se presente en Europa dando lecciones de diálogo interreligioso. Más lejos fueron aún los musulmanes austríacos Iniciativa de los Musulmanes Liberales de Austria (ILO) que ya anuncia protestas. Para ILO, el centro se convertirá en un foco de difusión del wahabismo, "constituye un peligro para toda Europa", e "impide la integración de los musulmanes en la sociedad" ya que sus valores son incompatibles con la democracia.
Todo ello en Viena, la mítica ciudad cuyas puertas resistieron el asedio islámico por dos veces: en 1529 frente a Suleimán, donde 700 arcabuceros españoles mostraron su valor; y en 1532, gracias al ejército del emperador Carlos V y I de España. Las Puertas de Viena y Lepanto, 7 de octubre de 1571, son los grandes símbolos frente al islam otomano, como La Batalla, 16 de julio de 1212 en Las Navas de Tolosa, lo es frente al islamismo árabe.
Esta vez, Arabia Saudí no solo ha vencido a Europa, sino también a Erdogan y Turquía (pdf 101 páginas: El Imperio Otomano, ¿por tercera vez a las puertas de Viena? -Instituto Universitario de Estudios Europeos).
sábado, 15 de octubre de 2011
Alianza de Civilizaciones y el Centro Rey Abdulá en Viena
Etiquetas:
Alianza de Civilizaciones,
Arabia Saudí,
Islamismo,
Turquía
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