La gente andaba tan tranquila, a sus cosas, picando cualquier tapita en bares y garitos de comida rápida. En eso que alguien llamó por teléfono a alguien: ¡Elecciones! ¡El inútil se va!
He aquí la reacción espontánea del pueblo soberano. Y yo me largo de vacaciones.
viernes, 29 de julio de 2011
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Buenas vacaciones, que descanses
ResponderEliminarGracias Carmen, igualmente. Nos leemos en breve si Dios quiere.
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