A principios de abril multaron a una mujer francesa por conducir con velo. La mujer, que dice llamarse Anne y dice estar casada con un musulmán, inició un procedimiento para que se anulase la multa de 22 euros. Unas horas después, cuando los funcionarios comprobaron los datos, advirtieron que el marido, nacido en Argelia, está casado con cuatro mujeres y se convirtió en francés al casarse en 1999. Tiene una docena de hijos con su harén, todas ellas cubiertas con velo (niqab, que sólo deja a la vista los ojos) y las cuatro reciben ayudas sociales en tanto que familias monoparentales.
Ahora, el Gobierno francés estudia retirar la nacionalidad al hombre, por polígamo. El ministro del Interior, Brice Hortefeux, escribió ayer al titular de la cartera de Inmigración, Eric Besson, para instarle a que analice las condiciones para retirarle la nacionalidad. Anne convocó una conferencia de prensa en una tienda de venta de carne y ultramarinos de H.L., el marido polígamo que además, según Hortefeux, pertenece al Tabligh, un movimiento musulmán integrista.
El gobierno presentará en mayo un proyecto de ley para prohibir el velo integral (burka)porque se trata de prendas de vestir que atentan contra la dignidad de la mujer.
Leire Pajín, sin duda, pensará que tener un grupito de esclavas sexuales para recibir subvenciones a mansalva es "un signo de su identidad cultural", lo que, además, es tan cierto como que lo es llevar el velo.
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