Zapaflower reza por Rouco y Wyoming

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El alegre queribín angélico anda cabizbajo. Pone cada manita a un lado e intenta volar, pero nada, ni con Iraq y Perejil (¿?) consigue la levitación, y encima Obama se le pone en plan Bush. No le quedan ministros para hacer el ridículo, y los destrozos con CiU, BNG y PNV, más el cordón sanitario a Valencia, Madrid y Galicia, no los arregla ni resucitando el Yak-Prestige. Un desastre. Pajín -el Muñeco Diabólico- pasa de todo con sus 20.000, Chacón ha conseguido igualarse a Bibiana, Moratinos y Solbes están de oyentes. Por si fuera poco, los de PRISA -esperando renovar sus 2.000 millones en créditos- suspirando por Felipe ante el abismo. Esto es el colmo, a mí, que me lo deben todo, ¡sólo faltaría que se manifiesten los sindicatos!

Sólo le queda rezar.
Zapaflower, ojos en blanco, se entrega a la plegaria con Wyoming -¡Arráncalo, por Dios!- o se mueve Rouco o nos vamos al carajo.
Lo cuenta Carmen Rigalt:

"Wyoming se pasa la vida mentando a los curas. Me recuerda a los ateos que siempre hablan de Dios. La gente no cuestiona a Wyoming porque tiene talento, forma parte del ideario y todo lo que dice, va a misa. Pero bien pensado, trabaja para el enemigo. Seguro que los fans de la Conferencia Episcopal se zampan raciones dobles de Wyoming antes de salir de manifestación a invocar a las madres de los progres".

Porque no hay otra opción. Siempre nos quedará Rouco. Como dice Marcello, el perrito de Pablo Sebastián:

"Nuestro cardenal hace todo lo que puede con sus líos del aborto, las procesiones con lazo, los linces, los condones y la COPE, y cuanto está a su divino alcance, para darle un respiro a Zapatero".

Imposible invocar otra vez las conspiraciones del 11M. El único cordero degollado de Correa ha sido Bermejo, y ni siquiera la lideresa es lo que era.
O sale Rouco o perdemos las elecciones, Wyoming, por Dios.

"Para muchos (no para Wyoming), la religión es algo ajeno que merece, cuando menos, indiferencia y cuando más, respeto. Las reformas de la ley del aborto están suficientemente argumentadas. Recurrir a la provocación no es sino poner armas en manos de los bocazas. Estando, como estoy, más cerca de Wyoming que de los curas, desapruebo sus esperpentos. A este paso acabarán llenando las iglesias".

El cardenal y su radio consiguen dar malos abogados a las mejores causas, siempre atentos a que Zapaflower no pierda el sillón. Esto no hay quien lo pare "salvo que Rouco Varela les haga un milagro".

"Empiezan a ver que su derrota electoral es imparable, salvo que Rouco Varela les haga un milagro. Bastaba oír ayer tronar a Gabilondo en la Cuatro, para adivinar el pesimismo y el fatalismo que ya inunda los salones del Grupo Prisa"

Oh, piadoso Wyoming, oh dulcísimo Rouco, a vosotros os invoco: salvadme el culo.
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