Podríamos localizar y datar el fenómeno de las sectas modernas en Estados Unidos, el año 1818. Un granjero metido a pastor bautista llamado William Miller anuncia que la segunda venida de Cristo es inminente, para 1843, y miles de seguidores desencadenarían lo que hoy conocemos como adventismo.
De alguna forma la Caja de Pandora estaba abierta, fue la consecuencia final de un protestantismo norteamericano cada vez más dividido y muy degradado.
Los delirios dogmáticos surgidos desde entonces pueden ser amenos, pero tiene poco sentido discutirlos y, en cualquier caso, no es el propósito del presente texto. La colección de fantasiosas teorías se iba a alimentar sucesivamente con distintas corrientes pseudocristianas, cultos orientalistas, teosóficos, satanistas, luciferinos, ceremonias e ideas de tipo masónico muy arraigadas en la sociedad americana, libros de autoayuda-ficción, arrianismos y neognósticos incardinados en eso llamado New Age, así como oleadas de ovnis, extraterrestres, mesías, profetas, adivinos, curanderos, tele predicadores y dólares, muchos dólares.
Los Adventistas del Séptimo Día fueron los primeros en aplicar las técnicas más descabelladas –y eficaces- de lo que serían las sectas en los siglos XX-XXI. Supercherías y engaños que luego serán ampliamente usados por grupos tan diversos como Cienciología, los de inspiración pseudo-nazi Nueva Acrópolis y Partido Humanista (La Comunidad, secta del gurú argentino Mario Rodríguez Cobos, alias "Silo"), Meditación Trascendental o infinidad de cultos supuestamente “evangélicos”, fueron en su inicio inventos adventistas.
Cualquier ardid es bueno si produce dinero.
Cursillos de crecimiento personal, para rehabilitación de toxicómanos (Narconón-Cienciología y evangélicos), para dejar de fumar, de autoayuda, meditación, desorbitados pagos obligatorios y cesiones de propiedades por pertenecer a la secta (Cienciología), negocios sin nada que ver con fines religiosos pero creados con el dinero de los adeptos (mormones SUD), el uso de mano de obra casi esclava (Cienciología, evangélicos y Niños de Dios), la compra de bienes inmuebles pagados por los sectarios y puestos a nombre del gurú o dirección de la secta (Testigos de Jehová) y una constante lucha por integrarse en los registros legales de entidades religiosas, queriendo así dar una imagen pública mientras, en algunos casos, tienen el cinismo de negar que realmente pretendan ser una religión (Cienciología, Elron Partido Humanista o Meditación Trascendental).
Cienciología –Dianética.
Así, por ejemplo, los cienciólogos OT III (uno de sus niveles secretos para “clear” altos en el escalafón sectario) basan su fe en extravagantes historias sobre el emperador galáctico Xenu, soberano de 176 planetas y 13.500 billones de marcianitos verdes que trasladó a la Tierra, donde asesinó a sus súbditos con bombas atómicas. Sus almas, llamadas “tethan”, se amontonan supuestamente en cada uno de nosotros, llenos de racimos de almas llamados “el cuerpo de los thetanes”. Para liberarnos debemos pagar cada vez más dinero en absurdas técnicas como las auditaciones con E-metros que, según Sentencia firme de la Audiencia Provincial de Madrid (31/10/1990) son solo una estafa más:
'E-metros, aparatos estos que, pese a ser un simple galvanómetro que mide la corriente eléctrica de la piel, se venden por Dianética presentándolos como un aparato sofisticadísimo, único en el mundo'.
No parece que a Charles Manson le hicieran efecto alguno las 150 horas de auditación dianética… O sí. La mayoría de los cienciólogos que trabajan en centros de Dianética ni siquiera conocen esta disparatada historia, reservada -imitando la gnosis- para aquellos escogidos con más dinero.
Mormones (SUD).
Los mormones, otros peripatéticos, esperan llegar a 'dioses' como Yahvé, donde cada uno de ellos tendrá un planeta para poblar y gobernar como los billones de 'dioses' que ya existen. Jesús (polígamo casado con Marta, María y Mª Magdalena, con las que tuvo muchos hijos) y Lucifer son hermanos mayores de Elohim/Adán (el dios de los hombres) y una parte de esos infinitos dioses. Elohim/Adán vive con sus miles de esposas y billones de hijos en el planeta (o estrella) Kolob.
Adventistas del Séptimo Día y Testigos de Jehová
Analizando los orígenes del adventismo resulta asombroso que todo o gran parte del milenarismo actual tuviera su base en arcanos tan dispares como absurdos. Según los últimos cálculos de Testigos de Jehová y otros adventistas, el fin del mundo será dentro de 28 años, el próximo 2034. Con esta son una treintena las fechas que llevan anunciadas como definitivas para el gran final de los tiempos.
CONTINUARÁ...
Sectas y fenómenos sectarios -4
Adventismo y Testigos de Jehová.
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