lunes, 12 de mayo de 2008

Cómo informar y qué pensar del Islam

Se han celebrado en Valencia los pasados días 8 y 9 de mayo, según veo a través de Radar HL, las primeras jornadas interdisciplinares de investigación bajo el título El Islam en los medios de comunicación, promovidas por el Centro Cultural Islámico de Valencia (CCIV), el Consejo Islámico Superior de la Comunitat Valenciana (CISCOVA) y el Centro Islámico de Valencia. En dichas jornadas se ha querido
fomentar un debate bidireccional para tratar de definir algunos conceptos relacionados con el mundo islámico. El objetivo último es confeccionar una «guía» o manual ... que contenga una definición lo más veraz y consensuada posible de conceptos relacionados con el mundo islámico. Una herramienta de fácil uso que los profesionales de la comunicación puedan utilizar para solventar sus dudas cuando deban tratar temas de actualidad relacionados con el Islam.

La cosa empezó con esa Alianza de Civilizaciones promovida desde Irán (y España), algo muy natural para quien hace de mecha en una guerra de exterminio contra Israel y los cruzados. En abril, el Monasterio de Montserrat paría la Declaración de Montserrat, en la que, entre otros, el ex presidente de Irán Mohamed Jatami, el presidente de la Fundación Cultura de Paz, Federico Mayor Zaragoza, y Aram I, presidente del Consejo de Iglesias de Oriente Próximo, firmaron que
la información engañosa sobre el origen de los conflictos exige un análisis inequívoco sobre la relación entre los sentimientos religiosos y la violencia para avanzar en la construcción de la paz ... Los conflictos dramáticos e inacabables de Oriente Próximo, así como otros acontecimientos trágicos ocurridos recientemente en otros lugares del mundo, requieren soluciones a partir de la toma de conciencia del compromiso y la implicación de la sociedad civil, que debe exigir a las autoridades que tomen medidas políticas [porque] la imposición de políticas con una doble moral de algunos países es una amenaza a la paz y a la estabilidad, y dificulta enormemente el papel de las religiones que trabajan por la justicia.

El abad de Montserrat, Josep María Soler, a quien tuve el honor de conocer y a quien respeto profundamente, afirmó que las religiones no buscan confrontación «sino que son estímulo para que sus feligreses puedan vivir en paz y en amor». Jatami declaró que «no existe incompatibilidad entre Islam y democracia», algo poco evidente en el país que presidió entre 1997 y 2005, y tampoco muy en consonancia con los actos ni las palabras de su iluminado actual presidente Ahmadineyad:
El liberalismo y el estilo de democracia occidental no han podido ayudar a comprender los ideales de la humanidad. Hoy estos dos conceptos han fallado. Aquellos con visión pueden ya escuchar los sonidos de estallido y caída de la ideología y pensamientos de los sistemas democráticos liberales.

Como se sabe, Ahmadineyad reveló al mundo en la Universidad de Columbia de Nueva York que en su país de paz y amor «no hay homosexuales como en vuestro país. No sufrimos eso en nuestro país. No sufrimos este fenómeno; no sé quién os ha informado de que lo sufrimos». Y será verdad, porque, según las cuentas que echan por ahí, en Irán han ejecutado a 4.000 homosexuales desde 1980 y a un total de cien mil personas por otros terribles crímenes contra la filosofía islámica. No deben quedar. Ya no existen, por ejemplo, Mahmud Asgari, de 14 años, o Ayaz Marhoni, de 16, que fueron ajusticiados el 19 de julio de 2005 tras 14 meses presos y haber recibido más de 228 latigazos cada uno.
En las directrices marcadas por el Centro Cultural Islámico de Valencia, esos detallitos forman parte de una «infracción ideal a través de la cual una determinada ideología hegemónica occidental quiere implicarse con el fin de desacreditar todo un sistema de valores culturales». ¡Qué crueles somos los hegemónicos de occidente! Ni siquiera entendemos los valores, y menos aún los culturales.
En La Nit al Dia (TV3), el 11 de abril, Mònica Terribas entrevistaba a Jatami como no la habíamos visto nunca. Medrosa, tímida, sumisa y tapada hasta el cuello, se prestó a una hagiografía donde pasaba de puntillas por expresiones de su contertulio como que la mujer musulmana es respetada al máximo en Irán, que el Islam es una religión de paz o que la casta sacerdotal iraní se conduce con extrema delicadeza ante los derechos humanos y procura un amoroso trato a los disidentes. La Terribas que conocemos estaba desaparecida en combate; nada de inquisitivos comentarios, nada de repreguntar o presentar contradicciones. Hasta calló ante los despropósitos de Jatami respecto a las famosas caricaturas de Mahoma y las subsiguientes amenazas de muerte. Todo con bucólicas vistas a la montaña sagrada que casi coreaban el gregoriano apaciguador de los monjes.
Pero mientras en Montserrat revoloteaban cual mariposillas bizantinas discutiendo el sexo de los ángeles, Behnoud Shojaee, un chaval de 20 años, espera la muerte por un más que dudoso delito cometido cuando era menor de edad. Su ejecución tenía que haberse llevado a cabo el 7 de mayo, pero se ha aplazado para que Behnoud pueda solicitar el indulto a la familia del muchacho de cuyo apuñalamiento mortal fue declarado culpable, pagándoles el preceptivo salvavidas económico. Si no lo consigue o no tiene bastante dinero, lo matarán. Según Amnistía Internacional:
Cuando tenía 17 años, Behnoud Shojaee se interpuso entre un amigo suyo y otro muchacho llamado Omid, que se estaban peleando en un parque de Teherán. El segundo lo insultó y comenzó a pelear con él, amenazándolo con un cuchillo. En el curso de la pelea, Behnoud Shojaee agarró un trozo de cristal y se lo clavó a Omid en el pecho una vez, tras lo cual huyó de allí. Behnoud Shojaee fue condenado a qesas (castigo equivalente al delito cometido) por la Sección 74 del Tribunal Penal de Teherán el 2 de octubre de 2006. Durante el juicio no se le permitió contar con asistencia letrada.

Jatami hablaba de paz e igualdad, lamentó que las mujeres iraníes no pudieran florecer, pero a las españolas como Terribas o la reina Sofía, ni las saluda con la mano, ni las toca, ni cruza con ellas su mirada, que son medio ser humano y, además, impuro. Mònica podría sumarse al grupito de la ministra de Igualdad, Bibiana Aído, la secretaria de Estado de Cooperación, Leire Pajín, y la vicepresidenta de la Vega en su visita a Níger, donde esta última se acaba de fotografiar con un señor y tres jovencitas que pensó que eran sus hijas... aunque al conocer que en realidad eran sus tres esposas dice que se sintió horrorizada. Pues vale.
A mí, en cambio, lo que me horroriza es el código penal islámico tal y cómo se aplica en Irán. Véase por ejemplo el Hadd de Lavat (el castigo de la sodomía):
CAPÍTULO 1: DEFINICIÓN DE LAVAT (sodomía). Sigue aquí...

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