martes, 2 de octubre de 2007

Losantos y Pedrojota contra la Iglesia. Consenso Pagano -2

2.- De cómo la derecha también dejó de ser cristiana.

Cuando se fundó el periódico El Mundo, heredero de Cambio 16, su director, don Pedro José Ramírez, declaraba en privado al interrogarle sobre cómo debía ser la aproximación del diario a la Iglesia:
.-“Leña al mono hasta que cante...”

¿Había alguna razón especial para ello? ¿Un sano debate de ideas o discrepancias de fondo? Podría ser, pero por encima de eso prevalecen intereses mercantilistas, alienación y una fructífera postura de acríticos cortesanos del poder. Criticar al que manda hoy es recibir prebendas mañana. Un práctico intercambio en los papeles de policía bueno y policía malo, creando artificialmente la angustiosa atmósfera maniquea: Eres de los nuestros o eres el enemigo.

Da igual que “los nuestros” editen al mismo tiempo diarios nacionales como La Razón e independentistas como Avui, lo que de verdad importa es “ser de los nuestros”. Si alguien no juega, sea anatema, ya puede llamarse ABC como Radio Vaticano.
Para desgracia de todos, la concentración de medios a un lado y otro del espectro tiene más similitudes que diferencias. Unos y otros componen el consenso pagano.

Tomemos alguno de los grandes gurús que se alzan como ángeles del neoconservadurismo pagano en España; esos neocons vociferantes del minarete español que, si van a una iglesia, la queman. Nada nuevo bajo el sol. El icono más reconocible –por su labor de propagandista- sería sin duda don Federico Jiménez Losantos.

Don Federico fue un gran estudiante, y pronto empezó con proyectos afines a sus creencias, convirtiéndose en el niño bonito de PRISA. Estudió Psicoanálisis y fue fundador de la Biblioteca Freudiana de Barcelona. En enero de 1978 fundó y dirigió la revista de pensamiento sobre política, filosofía, literatura y psicoanálisis Diwan, considerada por El País como
“la revista cultural más importante, abierta y viva del momento”.
Premio de Ensayo El Viejo Topo en 1979, aunque sería su competidora –Ajoblanco- quien publicaría finalmente “Lo que queda de España”, un libro lanzado desde El País por Juan Luis Cebrián, presentado por el trístemente difunto don Francisco Umbral.
Militante maoísta de Organización Comunista de España (Bandera Roja) y Partit Socialista Unificat de Catalunya, colaborador de la extrema izquierda hasta 1979, cuando se fue adaptando tras un viaje a China. En 1980 era cabeza de lista por el Partido Socialista de Aragón, pero tuvo que ceder y presentarse con el PSA de Rojas Marcos, lo que llevó a un enfrentamiento en Diwan provocando su salida de El País para entrar el 1982 en Diario 16. El entonces niño mimado de PRISA terminaría subido cada mañana al minarete para lanzar soflamas laicistas. No sabía entonces que un día estaría trabajando para la radio católica, así que, ante un proyecto televisivo del Vaticano se expresaba de esta manera:
.-“¿Y lo que va a mejorar nuestra calidad de vida sexual? Bellísimas monjitas, apenas púberes, anunciándonos la novena, rezándonos jaculatorias perfumadas”. -16 de noviembre de 1983. Diario 16.
Losantos es lincenciado en filología: "jaculatorias".
La claridad es algo que no puede negarse al propagandista de El Mundo y locutor radiofónico. Ese mismo año escribía:
.-“Hay que volver al Syllabus para decir: sí, soy liberal porque es pecado; y me gusta… Pecado, sí, como el divorcio, el aborto, la homosexualidad, la masturbación, y mirar con deseo la mujer, siempre prójima”. -11 de noviembre de 1983. Diario 16.
El pretendido punto de referencia de la emisora cristiana ya hacía apología de la “religión progre”. En cada número desplegaba todo su manual de consignas: “el divorcio, el aborto, la homosexualidad”, son pecados y le gustan. Ideas claras que todavía mantiene, por ejemplo, sobre el aborto:
.- “La cuestión del aborto es de principio: o decide la madre el futuro -o no futuro- del feto o lo decide la sociedad -médicos, jueces, etcétera”.
A Jiménez Losantos le molestaba tanto la educación en valores católicos como hoy parece disturbarle la Educación para la Ciudadanía:
.-“Lo que va a traer la LODE a las escuelas e institutos del Estado, que también son polacos de Dios: la invasión de los papás, no menos peligrosa que la de los Papas para la pedagogía nacional”. -12 de octubre de 1983. Diario 16.


Con esas aptitudes no tardaría en medrar durante 1984 hasta el puesto de jefe de opinión en Diario 16. Ese mismo año expresó su poca simpatía por el hoy Papa Benedicto, para Losantos:
Losantos: “el inquisidor Ratzinger”.
La discusión entre uno de los mayores intelectuales vivos, Joseph Ratzinger, y alguno de los cientos de teólogos que han aceptado su enorme sabiduría, era para Diario 16 y Jiménez Losantos una
“disputa ideológica entre el inquisidor Ratzinger y ese franciscano brasileño llamado Leonardo Boff”.

Esa era la línea editorial precursora del diario El Mundo:
.-“Esta es una de las razones básicas por las que no soy católico: no admito que ningún sacerdote ordene mi pensamiento o coarte mi imaginación”. -10 de septiembre de 1984. Diario 16.
Causa cierto asombro que el mismo año en que era fichado como columnista en el diario ABC -1987- dejara constancia de un anticlericalismo tan militante:
.-“La derecha ha de asumir y defender un laicismo radical, dejando las creencias para las conciencias (...) las leyes limpias de los resabios teológicos”, es decir, la derecha “debe olvidarse de la Doctrina Social de la Iglesia”. -23 de febrero de 1987. Cambio 16.
¿¡Dejar las creencias para las conciencias!? Hombre, muchas gracias: podemos tener sentimientos religiosos siempre y cuando se escondan y guarden para la estricta intimidad. Vivir cristianamente no es aceptable para ellos. La Doctrina Social de la Iglesia, a la que debemos el fin del esclavismo o la abolición de la pena de muerte, debe ser olvidada... Y eso ¿por qué?
Pura consigna, dogma pagano: la religión está bien si no molesta, si se limita a la intimidad sin afectar a nuestra vida de hombre político, de ciudadano. Hace solo veinte años, pero la nueva religión pagana ya tenía sus dogmas bien fijados.

Desde entonces, si algo ha cambiado, ha sido a peor.

La homosexualidad ya no le gusta al señor Losantos:
"El Gobierno español sólo habla con terroristas, homosexuales y catalanes. A ver cuándo se decide a hablar con gente normal".
.-Federico Jiménez-Losantos. La Mañana. (13/06/2005)
Los catalanes, como los homosexuales, están en el mismo plano que los terroristas... Y no son "gente normal".

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