lunes, 28 de enero de 2013

Guía para ver Zero Dark Thirty


La infantería de marina, los marines, son un invento español que cambió la historia militar. Frente a la Royal Navy, con marineros-soldado, la Armada Española separó las funciones de marino y guerrero, el 27 de febrero de 1537 por orden del emperador Carlos. Por cierto, también es española la primera "marine" del mundo, Ana María de Soto, licenciada con pensión y honores en 1798. Aquella revolución, que mantuvo durante siglos a la Armada Española como el ejército más poderoso del mundo, fue la base para crear los ejércitos modernos y lo que hoy conocemos como fuerzas especiales. Los Navy SEALs de la United States Navy, por ejemplo.

 De igual modo, las fuerzas que hoy combaten el terrorismo en todo el mundo, son un nuevo concepto de defensa militar que puso en marcha George W. Bush y amplió Barak Obama. Son el ejército Bush-Obama. Elegido Obama el 20 de enero de 2009, dos días después, 22 de enero, el nuevo presidente firmó una orden ejecutiva para cerrar Guantánamo en el plazo de un año. Pasaron dos años y Guantánamo no cerraba. El 7 de marzo de 2011 el presidente revocó la orden de cerrar la prisión caribeña. Pero las grandes aportaciones de Obama al ejército Bush-Obama son dos: la “disposition matrix” (matriz de disposición, o lista de enemigos a asesinar), y el programa de drones (Solo en su primer año como presidente Obama lanzó 54 ataques con drones, más que Bush entre 2004 y 2008). La "matriz de disposición" es un programa de asesinatos que surge por el rechazo de Obama a detener a sospechosos de terrorismo, comprometiéndose a "neutralizarlos", es decir, matarlos a voluntad (la del presidente). Así que el Centro Contraterrorista Nacional (en una UAT del NCTC es donde el televisivo Jack Bauer, de 24, salvaba el mundo un día sí y otro también) creó la “matriz de disposición”, una oficina central donde se determina quién será ejecutado sin orden judicial según encaje o no en la “matriz”. Como explica Murtaza Hussain, analista de Al Jazeera: "Estados Unidos se desesperaba por el asesinato de Bin Laden en Tarnak Farms en 1998; ahora mata de forma regular a gente de la que apenas sospecha nada". En un artículo del Washington Post de octubre de 2011, el periodista Greg Miller explica la expansión de operaciones de comando por el Comando conjunto de Operaciones Especiales de los EEUU (JSOC) y la creación de una infraestructura burocrática permanente para permitir al presidente asesinar a voluntad. Una buena descripción de los pasos dados por Obama en la guerra contra el terrorismo, es la del conocido escritor constitucionalista y defensor de los derechos civiles, Glenn Greenwald, en español: "Obama da el paso para hacer de la Guerra contra el terror algo permanente".

Para entender la caza de Ben Laden es necesario comprender el gran cambio que se inició en 2001 y terminó de perfilarse en 2006, cuando el general Stanley Allen McChrystal, comandante del JSOC (Joint Special Operations Command), es enviado a Iraq para matar a Abu Musab al Zarqaui y terminar con Al Qaeda Iraq. Al Zarqaui era una auténtica bestia asesina, violador borracho y traficante de drogas antes de meterse en el negocio del yihad, mató a mucha más gente que Ben Laden. Las operaciones complicadas no salían rentables para Zarqaui, por lo que decidió asesinar civiles indiscriminadamente, en mercados, o a todos los chiís que pudiera. Las fuerzas especiales solían hacer una o dos salidas al mes, mientras los objetivos fueron militares, pero todo cambió con la llegada de McChrystal, llegando a tener misiones diarias en Iraq. El general, que es un guerrero, supo ver las grandes deficiencias de tener equipos de información y de combatientes, separados. Iraq estaba dividido en cuatro zonas, Rangers, SEALs, Delta Force y los británicos SAS, mientras que la CIA y otras agencias actuaban de forma independiente. Su funcionamiento también era distinto, los americanos con el modelo de asalto de 12 personas, mientras que las SAS actuando bajo el mítico comando de 4 ó 5 efectivos, mucho más "espías" pero igualmente demoledores. Los SAS hacen las mismas cosas que los Seal sumando funciones de inteligencia militar, misiones de vigilancia, interrogatorios o vestirse de lagarterana si hace falta. Así que McChrystal unificó todo en una sola misión: Task Force 6–26, con un solo objetivo: al Zarqaui. Los SEALs y demás cuerpos de élite ya no eran fantasmas que muy de vez en cuando golpeaban y desaparecían, ahora estarían sobre el terreno cada día, junto a los agentes de información. El terrorista fue neutralizado, Al Qaeda dejó de existir en Iraq, 34 miembros del Task Force 6–26 fueron disciplinados y la carrera del general terminó el 23 de junio de 2010, cesado por el Presidente Barack Obama por irreconciliables diferencias. Esa organización unificada cuya publicidad no conviene a la imagen de Obama, es la que dio caza a Ben Laden. Y la historia comienza en 2001, antes de las masacres del WTC, el Pentágono y el vuelo 93 en Pensilvania.


El 3 de agosto de 2001, los agentes de inmigración del aeropuerto de Orlando, Florida, impidieron la entrada al país de un ciudadano saudí procedente de Dubai. El tipo tenía 2.800 dólares, sin reserva de hotel ni tarjetas, y su billete de avión era solo de ida, así que José Meléndez-Pérez, un inspector de inmigración puertorriqueño, lo mandó de vuelta a Dubai pensando que intentaba quedarse ilegalmente. El saudí se giró entonces y dijo al agente: "I´ll be back" (volveré, y volvió, no exactamente a Florida pero sí muy cerca, a Guantánamo). Cuarenta días después Al Qaeda atacaba las torres gemelas y el Pentágono, y en diciembre Ben Laden escapaba de las cuevas en Tora Bora. Entre los combatientes hechos prisioneros en Tora Bora estaba de nuevo aquel saudí, identificado gracias a las huellas que tomaron en Orlando. En enero de 2002 fue trasladado a la base de Guantánamo. Su nombre es Mohammed al Qahtani, y aquel día en el aeropuerto de Orlando, quien lo esperaba era Mohammed Atta.
Jalid Sheij Mohammed antes de su captura


 Sesiones de interrogatorio durante 2002 y 2003 hicieron que Mohammed al Qahtani desvelara que lo había enviado a EEUU Jalid Sheij Mohammed, el planificador de los ataques el 11S. También admitió su formación militar y que conocía a Ben Laden. Pero el dato más importante fue que conocía a uno de los correos de Ben Laden, Ahmed al-Kuwaiti.

La película comienza entonces, en 2003, con una sesión de interrogatorios a un tal Ammar, que es en realidad Mohammed al Qahtani, un sobrino de Jalid Sheij Mohammed (en la peli, KSM o Khalid Sheikh Mohammed). Lo sitúa en un lugar desconocido, una prisión secreta de la CIA o Black Zone, pero en realidad por esas fechas "Ammar" ya estaba en Guantánamo. Cruzando la información del sobrino Ammar con la de otros interrogatorios fue aumentando la trascendencia de Ahmed al-Kuwaiti. Tanto Jalid Sheij Mohammed como su sucesor, Abu Faraj al-Libi, así como otro correo apresado, Hassan Ghul, admitían conocer a Ahmed al-Kuwaiti, pero quitándole importancia. Jalid Sheij Mohammed, detenido en una prisión secreta de la CIA en Polonia, fue sometido 183 veces a la tortura del ahogamiento (waterboarding), según reconoció el director de la CIA, Leon Panetta, en una entrevista a la NBC, pero el prisionero siempre negó conocer al correo (en la película, el rol de Leon Panetta lo desempeña el gran James Gandolfini). Hasta dos años después, 2005, cuando en un interrogatorio sin torturas admitió conocerlo pero restándole importancia. Esto fue lo que les hizo sospechar, ese ninguneo aparente, y ahí aparece "Maya", la protagonista de Zero Dark Thirty.
Jalid Sheij Mohammed después de ser capturado

En 2005 Maya aparece en un centro de detención del ISI pakistaní. Ya es una agente experimentada: "quiero que sepas que te conozco, te he estudiado". Capturado Jalid Sheij Mohammed, suponen que Ahmed al-Kuwaiti está trabajando directamente para Ben Ladem y para Abu Faraj al-Libi (número 3 de Al Qaeda desde la captura de Jalid Sheij Mohammed en 2003). La escena de la captura de al-Libi es de esas que hacen pensar en que los guionistas tuvieron ayuda desde dentro de la CIA. Lo que vemos es un hombre-cebo al que agentes del ISI ponen un explosivo pegado a su rodilla, y lo dejan "libre" para que al-Libi se acerque, rodeados de agentes travestidos con burka que lo capturan (es el tipo de la cara manchada, también en la vida real). La historia real, o lo que conocemos de ella, es lo siguiente: el 2 de mayo de 2005 agentes secretos americanos interceptan una llamada de Abu Faraj al-Libi. Localizan el origen de teléfono móvil en una calle muy transitada a las afueras de Mardan, unos 121 km al noroeste de Islamabad. Al-Libi viajaba como pasajero en una moto. Miembros del ISI disfrazados con burka proceden a su detención y evitan que el "director de operaciones" de Al Qaeda, cuyo nombre real es Mustafa al-'Uzayti, destruya la libreta de anotaciones que llevaba. Después de pasar por alguna de las cárceles secretas de la CIA, Al Libi fue llevado a Guantánamo, donde aún sigue (es frecuente la confusión con otro al libi, otro libio, muerto en una cárcel de Gadafi).

Abu Faraj al-Libi 
  La siguiente escena de Zero Dark es Guantánamo. Acaba de llegar Abu Faraj al-Libi. El jefe de interrogatorios que conoce Maya al empezar la película, Dan, está bromeando con un Faraj encapuchado: ¿Te gusta Bob Marley? ¿reggae? ¿un descansito después de volar algo por los aires?, y a continuación le hace la primera pregunta: ¿participaste con tus bombas en Reino Unido? Lo cual nos indica que estamos ya pasado el 7 de julio de 2005.

En el filme da la impresión de que tras la última escena de Guantánamo, los protagonistas pasan directamente a sus nuevos destinos. En realidad, Dan, muy quemado, dejó Guantánamo en 2005, tras los interrogatorios a Faraj, y marchó a Washington. Maya a Pakistán. Han pasado tres años, desde julio de 2005 (Londres) hasta septiembre de 2008 (Hotel Marriot, Islamabad). Para cazar a Ben Laden había que localizar antes a Abu Ahmed al-Kuwaiti, que era evidentemente un nombre de guerra. En 2007 descubren por fin el verdadero nombre de Ahmed al-Kuwaiti: Ibrahim Saeed Ahmed.

Aquí toca hacer una pequeña digresión necesaria. Este sábado 26 de enero La Sexta ofreció una entrevista con Pedro J. Ramírez, director de El Mundo. Preguntado sobre los atentados de Madrid y sus famosas teorías conspiratorias, Ramírez explicó cómo le había llamado Casimiro García Abadillo para indicarle la, para ellos, sospechosa falta de referencias al 11M en Zero Dark Thirty. Sale el 11S, lo de Londres, pero de Madrid nada, dice Pedrojota. Como suele ocurrir con este tema, Ramírez, que no ha visto la película, se equivoca. En la película, entre el descubrimiento del verdadero nombre de al Kuwaití y su localización en Pakistán, media otro terrible episodio: el atentado contra el Hotel Marriot de Islamabad. El 20 de septiembre de 2008, un camión bomba dejó 53 muertos en el lujoso Marriot pakistaní. La escena transcurre en el restaurante del hotel, Maya y la agente Jennifer Matthews están cenando, Jennifer indica a Maya que es hora de dejar a su "bebé", Abu Ahmed, que hay otros peligros inminentes: "There are still cells in London and Spain who are planning the next round of attacks" (Todavía hay células en Londres y España que están planeando la siguiente ronda de ataques). Por la frase y el contexto, no parece que las agentes atribuyan los atentados de Madrid a extraterrestres.

Paralelamente hay otras líneas de investigación que parecen estar dando frutos. Mientras Maya persigue su obsesión, su compañera Jennifer Matthews sigue una pista que la lleva a la base de Camp Chapman, en Afganistán, donde debe entrevistarse con un posible topo. En la película, después del atentado al Hotel Marriot, Jennifer Matthews da la noticia a Maya: Los jordanos tienen un topo. Hamman Khalid al Balawi. El 30 de diciembre de 2009 el médico jordano y supuesto topo resultó ser un terrorista suicida, asesinó a la propia Jennifer Matthews, a otros seis agentes de la CIA, al jefe de la base y a un oficial de la inteligencia jordana. Dejó un mensaje en vídeo que difundió posteriormente Al-Jazira.

A continuación se da una de las incoherencias más visibles de la película. La CIA da por buena una información sobre la muerte de Ibrahim, identificado por otro prisionero que dice haber enterrado personalmente a la persona de la foto en Tora Bora. Es entonces cuando Maya especula sobre una posible confusión con la foto, atribuyendo a la CIA el error identificar a Ibrahim cuando en realidad se trata de su hermano "Habib", según la película efectivamente muerto en la batalla. En el filme cuentan que los Saeed Ahmed era 8 hermanos, y que tres de ellos estuvieron en Afganistán. El muerto sería Habib, pero no es esto lo que sabíamos antes de la película. El hermano de Ibrahim era Abrar, no Habib, y ambos hermanos seguían vivos, aunque es cierto que hubo un episodio real donde quizá se inspira el guión. Según se supo por la publicación de WikiLeaks, un documento fechado el 16 de enero de 2008 revelaba que Abu Ahmed al-Kuwaiti, es decir, Ibrahim Saeed Ahmed, había muerto por las heridas causadas mientras huía de Tora Bora, en diciembre de 2001. Efectivamente, en la página 9 del documento (pdf) desvelado por Wikileaks podemos leer:
(S//NF) Mohamedou Ould Salahi, ISN US9MR-000760DP (MR-760) reported Shaykh Abu Ahmed, aka (Abu Ahmed al-Kuwaiti), was wounded while fleeing Tora Bora and later died in the arms of detainee. Abu Ahmed al-Kuwaiti was a midlevel al-Qaida operative who facilitated the movement and safe haven of senior alQaida members and families.

Por cosas tan graves como esta, por su frivolidad al poner en peligro la seguridad del mundo, está el dueño de WikiLeaks, Julian Assange, esperando su turno de entrar en prisión.

La fuente era muy endeble, Mohamedou Ould Slahi, un ingeniero de telecomunicaciones que estudió en Alemania, marchó a Afganistán, volvió a Alemania de donde salió expulsado, a Canadá, bajo vigilancia de los servicios secretos canadienses, y fue finalmente arrestado en Senegal, terminando en Guantánamo. Un juez ordenó su libertad sin cargos en 2010, el Departamento de Justicia apeló la decisión y dos cortes de apelación consecutivas se quitaron el muerto de encima. Actualmente no saben qué hacer con él, acusado de ser "parte de Al Qaeda" pero sin cargos concretos para condenarlo.

En definitiva, Maya no se lo cree. Sigue pensando que Ibrahim Saeed Ahmed está vivo. "Mueve cielo y tierra, y tráeme el puto número de teléfono de su familia", dice a Dan, que está en el cuartel general de la CIA en Langley. Dan compra el número de teléfono a un príncipe de Kuwait, a cambio de un Lamborghini descapotable como el de Jordi Pujol hijo. Poco después, a principios de 2010, cuando inteligencia intercepta una llamada de al-Kuwaiti a su madre. En la conversación los familiares le preguntan de qué trabaja en Pakistán, a lo que Ibrahim responde que hace "lo de siempre". Lo de siempre para al-Kuwaiti y su hermano Abrar Ahmed, había sido trabajar para Ben Laden. Solo tenían que seguir al rinoceronte.

Sea como fuere, dos años después de identificarle localizan a Ibrahim Saeed Ahmed en Pakistán, año 2009, junto a su hermano Abrar Ahmed y la esposa de este, Bushra. Todos ellos estaban viviendo en un complejo de Abbottabad. Todos ellos morirían junto a Ben Laden y su hijo mayor, Khalid Laden. Y para lograrlo, tal y como ya ocurrió en 2006 cuando la Task Force 6–26 de McChrystal buscaba a Abu Musab al Zarqaui, sería determinante algo tan absurdo como el color de un coche. En aquella ocasión, 2006, el tipo objeto de seguimiento fue traicionado por otro detenido, quien informó de que el correo se reunía una vez al mes con al Zarqaui, y que cuando lo hacía cambiaba su coche blanco por uno azul. Fue ver el coche azul y un caza norteamericano lanzó tal pepinazo sobre el cuartel secreto, con Zarqaui dentro, que no quedaron ni cimientos. Esta vez la clave fue un todoterreno blanco, bastante fácil de seguir por su escasez, con la imagen de un rinoceronte en la funda de la rueda de recambio. Para los ojeadores pakistaníes al servicio de la CIA, el rinoceronte era como un cartel luminoso: ¡es aquí" ¡soy yo! ¡Este es el coche que debéis seguir! Cualquier organización, por compleja y secreta que sea, tiene grietas en el factor humano, y una gran desventaja: las fuerzas de seguridad tienen tiempo, los terroristas no.

La reunión convocada por el presidente Obama y el director de la CIA, Leon Panetta, con sus oficiales superiores,  fue posiblemente tal y como describe la película. Mientras los altos cargos dieron un 60% de posibilidades a que Ben Laden estuviera en Abbottabad, la agente Maya otorga un 100% de credibilidad a su intuición. Muchos han comparado a Maya con la protagonista de Homeland, y ciertamente tienen puntos en común, ahora bien, ponerlas en plano de igualdad sería injusto. Pese a su personalidad obsesiva y testarudez, Maya no se ha escapado del cotolengo, no está desquiciada, a Maya no se le ocurriría enamorarse de Ben Laden.

Prácticamente lo único que queda es la operación Gerónimo. No vale la pena discutir si Laden usó a una mujer como escudo humano, o si fue ella la que echó mano a un arma, o si no ocurrió nada de esto y simplemente mataron a la bestia en cuanto la vieron. Lo importante es que la orden fue “matar a Ben Laden”, no capturarlo, no dejarlo vivo, la orden del presidente Obama fue matar a Ben Laden, identificar su cuerpo de forma incuestionable y hacerlo desaparecer ipso facto.

Las críticas al asesinato de Ben Laden han sido desde tibias objeciones hasta las más desaforadas. Y lo mismo ocurre con Zero Dark Thirty. Aquellos que consideran la muerte de Ben Laden como algo ilegal e inmoral, son los mismos que cargan ferozmente contra la película. Solo por poner un ejemplo, la escritora, feminista e icono de los neoprogs Occupy Wall Street, Naomi Wolf, ha calificado el filme como "Zero Dark Fascist", "propaganda nazi", "apología de la tortura", y ha comparado a la directora Kathryn Bigelow con Leni Riefenstahl. Las opiniones son libres, la película buenísima, y aunque todos conocemos el final, no hay nada tan placentero como ver la ejecución de la fiera.

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