La derecha quiere cargarse al Rey

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Se extiende como la pólvora una suerte de republicanismo de salón en el que compiten en frivolidad desde posiciones tanto a la derecha como a la izquierda. No hay manifestación sindical sin banderas preconstitucionales, cualquier movimiento, ya sean socialistas o liberales, ultraregionalistas o partidarios de la unidad, exaltados de cualquier bando, en las protestas de la izquierda o de la derecha se declaran republicanos. Especialmente desde una derecha nada conservadora y sí revolucionaria, que tontea igual con el carlismo que con el Estado federal, piden acabar con la monarquía para declarar una república, presidencialista o no, a la americana o a la teutona, pero república.

En dicho modelo de Estado Zapatero sería hoy presidente de la república. O visto desde otra óptica, Aznar lo hubiera sido con ZP de primer ministro. Hay discusión sobre si Zapatero ha sido el peor gobernante desde Witiza o solo desde Fernando VII, en cualquier caso, ¿se lo imaginan presidiendo la República Española? Dicho esto, Zapatero ha sido presidente del gobierno de España, y merece un respeto. Los mismos que se declaran republicanos desearían montarle al expresidente un auto general de fe para que de hinojos escuchara su sentencia, con capirucho, sambenito y toda la parafernalia previa a la hoguera. Lo mismo que harían acto seguido con Juan Carlos I.


Y es que algunos somos con-ser-va-do-res. Pues sí. Más o menos liberales, más o menos democristianos, a veces casi socialdemócratas pero primando por encima de todo la libertad y el bien común, la justicia, el orden y la ley, defendiendo nuestra nación como parte de Europa y madre de América. Defender nuestra tradición, nuestra diversidad en la unidad, las distintas lenguas españolas, la herencia cultural y religiosa. Conservador, ni más ni menos, en las antípodas de la derecha rupturista o revolucionaria. Porque la república como modelo para España ha sido siempre un desastre. Me pasa como al consejero de interior en Cataluña, Felip Puig, que "Tengo pesadillas cuando algún republicano convencido, que lo respeto, me dice que tenemos que abolir la monarquía española e instaurar la república española, porque entonces mi dilema sería escoger entre Aznar y Bono". Conservador, o sea, monárquico, no solo juancarlista, monárquico.

Las repúblicas han sido nefastas en España, especialmente para el pueblo llano. Han sido una sucesión de golpes de estado, de violencia, guerras, miseria y caos.

El 8 de marzo de 1873, una rebelión contra la Primera República crea la República Catalana y llega a nombrar presidente. Fueron siete meses, hasta que el presidente Castelar envió al general Martínez Campos y se restituyó la legalidad, el 20 de septiembre del mismo año. Al menos allí, dado que otras pretendidas repúblicas independientes o estaditos siguieron su aventura hasta el 12 de enero de 1984, con la caída de Cartagena, que se había declarado un país independiente, incluso con moneda propia, que solicitó su entrada en los Estados Unidos de América y declaró la guerra al resto de españoles, llegando a apoderarse de una flota con la que bombardearon Alicante. La nación cartagenera mandó su ejército sobre Madrid y solo se les pudo parar al llegar a Albacete.

Hasta 27 estaditos independientes llegaron a formarse, más Cuba y Puerto Rico. La República de Granada declaró la guerra a la República de Jaén por un quítame allá esas pajas. La Nación Jumillana amenazó al resto de murcianos con "no dejar en Murcia piedra sobre piedra" (en la República de Murcia, se entiende, una nación extranjera) si a sus paisanos se les ocurría pisar la frontera con Jumilla. Alcoy, Valencia, Motril o Torrevieja fueron algunos de los 27 estaditos.

La Segunda República nació de un golpe de Estado en 1931, en el que quienes perdieron las elecciones -los republicanos- tomaron el poder y echaron al rey. En abril de 1931, nada más instaurarse la República, el líder de Esquerra, Maciá, se sublevó contra ella creando el Estat Català o República Catalana. Siguió con otro golpe de Estado en 1934 -del PSOE- cuando no aceptaron el resultado de las elecciones. Aprovechando el golpe socialista, Lluis Companys se subleva contra la República dando un golpe de Estado el 6 de octubre de 1934. El caos total llegó en 1936, con otro golpe de Estado en febrero cuando, de nuevo, quien perdió las elecciones -el Frente Popular- asaltó el poder. El 1 de julio de 1936 el líder de la derecha da un discurso en el Parlamento denunciando el auge del fascismo y el comunismo. El 13 de julio el PSOE manda un comando de guardias civiles socialistas que lo sacan de su casa y le meten un tiro en la nuca. Cinco días después otro golpe que también fracasó, pero fue detonante para poner en pie de guerra a todos los españoles, desde los carlistas (en su cuarta guerra civil), hasta los soviéticos del gobierno. Un absoluto desastre.

Esto es España. Ahora la derecha revolucionaria ha encontrado un gran aliado en Urdangarín. Pero por muy gordo que nos parezca, el consorte de la infanta Cristina es caza menor. El objetivo es don Felipe de Borbón, cargarse al Rey para impedir la sucesión. Y eso significa como mínimo una guerra civil. Otra.
Creo no equivocarme si digo que la inmensa mayoría de españoles estamos felices con que, tras 45 años, se restaurara la monarquía. La Segunda Restauración no es un apaño temporal, es lo que queremos, sin monarquía España dejaría de existir. Viva el Rey.