Lo he intentado. El debate de García Ferreras, Al Rojo Vivo, aburre a las ovejas, con momentos surrealistas como la llamada a la coleguita Pajín, entre amiguetes, y una corrección política que tumba de espaldas. Se equivocan con el horario y con la puesta en escena, con un rojo ensuciado de negro que parece el plató de Falange Española. El nivel del debate es perfectamente descriptible. Anoche, por ejemplo, comentaban las palabras del presidente Aznar:
Esta configuración del Estado, con tal grado de debilidad, debe ser reformada en gasto y en ordenación, porque España no da para tener 17 organismos, 17 administraciones que hacen las mismas cosas. No podemos sostener este Estado tal y como está configurado. España es un Estado políticamente no viable y financieramente, inviable. -José María AznarComo respuesta, José María Calleja repetía machaconamente que Aznar no recortó sus competencias autonómicas cuando era presidente de la Junta de Castilla y León… ¡en los años ochenta! (1987-1989). El antes redactor jefe de CNN+ sangraba por la herida, una emisora que ha alcanzado sus máximos de audiencia televisando Gran Hermano 24 horas sobre 24. García Ferreras ha anunciado que quiere llevar, entre otros, a Wyoming, y ayer mismo propuso también a Jorge Javier Vázquez. Solo faltarían Bibiana Aído y Belén Esteban.
Cuando empezó el nuevo programa de debates estábamos en plena campaña por la matanza de un tarado, sin relación alguna con el Tea Party, obsesionado con la guapa senadora americana que no le hizo caso. Las televisiones del régimen, los panfletos de partido y las redes sociales echaban chispas: ¡Ha sido Sarah Palin! Mi Facebook se llenó de poco veladas insinuaciones sobre los que, supuestamente, crispamos, en mi caso por el islamismo. La asesina, qué duda cabía, era Sarah Palin, y todos los no progresistas eran unos fachas peligrosos del Tea Party. ¿Y ahora qué, eh, eh eh?, decían, ya ves lo que han hecho los asesinos del Tea Party, mientras uno se rebuscaba en los bolsillos a ver si aparecía por algún lado la etiqueta que le identificase como miembro de tal movimiento.
Ahora ya no toca. Tras semanas de agresiones encabezadas por los líderes de la izquierda murciana a la la familia del presidente Valcarcel, a sus dos hijas, y la última de momento a un consejero que mandaron al hospital… resulta que los tres nazis izquierdistas que, al grito de «consejero, consejero, sobrinísimo», le reventaron la cara, «no se pueden relacionar directamente con escenarios de enfrentamiento político». Reinventan de paso la falsa agresión a José Bono, aquella que según los tribunales nunca existió. Reconocen, eso sí, que el único detenido es un ultra… ¡del fútbol!
El Gato al Agua se ha convertido en un publireportaje pepero, en campaña permanente; Pedrojota y Losantos cada cual en su búnker, con casco e impermeable, y La Noria es solo apto para coprófagos y detritívoros, así que el panorama del tertulianismo está desértico. Prácticamente solo queda Noche 10, de Vocento, con un Ángel Exposíto simpático y competente.
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