«Twitter se ríe de Pérez-Reverte por llamar "perfecto mierda" a Moratinos»
Pues sí, lo dijo, y además le jodieron el venado para cenar, prefiriendo contestar a tanta idiotez:
«Me iba a ir pero antes leí los mensajes. Y veo que hay gente a la que es preciso explicar las cosas. Creía que no era necesario, a estas alturas. Pero vale. Vamos a explicárselo a los que no saben leer sino con orejeras y ven machistas bajo cada tecla. No se es menos hombre (hablamos del ministro Moratinos) por llorar. Nadie habla de eso. Yo, por ejemplo, lloro cada día (como una Magdalena) cuando abro el periódico o veo el telediario. Se es un mierda cuando uno demuestra públicamente que no sabe irse. De ministro o de lo que sea. Moratinos adornó su retirada con un lagrimeo inapropiado. A la política y a los ministerios se va llorado de casa. Luego Moratinos, gimoteando en público, se fue como un perfecto mierda. Respecto a mi lado machista, quien desee ahondar en él puede leer La reina del Sur. Está en bolsillo. Barato. Y ahora voy a comerme de una vez el puto venado»
Total, que el perezrevertefacts es un homenaje en toda regla al gran académico. Seguro que se descojona de risa.
Si tu enemigo es débil, conquístale... si es fuerte, únete a él. Si es Pérez-Reverte, date por jodido.
Los dinosaurios se extinguieron porque eran gilipollas sin aguante, me gustaría haberlos visto en Kosovo.
Pérez-Reverte no ha hecho ningún viaje astral porque los cojones no le caben en el universo.
Cada vez que alguien dice la palabra "customizar", Pérez-Reverte insulta a un gatito.
Pérez-Reverte no lloró al nacer. Levantó una ceja y dijo: ¡EÑE!
Cuando el médico prescribe dieta blanda a Pérez-Reverte, él cena venado.
Al lado de Pérez-Reverte, Jack Bauer es Boris Izaguirre.
Pérez-Reverte puede resolver cualquier combinación del cubo de Rubik en un movimiento.
A Pérez-Reverte el bic naranja le escribe normal.
En definitiva, cuando Pérez-Reverte lee los perezrevertefacts se siente infravalorado. Con razón.
Un millón de progresistas lectores de Público contra el maestro de Cartagena. Parece una batalla justa, si don Arturo se ata una mano. Que le pregunten a esa maestra, profesora, docente o como quieran llamarla, que ha prohibido la palabra "moro" pretendiendo sustituirla por andalusí, o "tradicionales amigos hispano-árabes con peculiaridades culturales", véase, lapidar señoras, por ejemplo, o colgar mariquitas de la grúa más alta.
Por cierto, maestro, a ver qué pasa con la palabra "cotolengo", preciosa, que la RAE ignora no sé por qué.
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