martes, 1 de junio de 2010

La operación Free Hamas ha sido un éxito


La operación Free the Terrorist de la Flotilla de Hamas está siendo, de momento, un éxito. Se van cumpliendo los objetivos marcados. Israel, un país en estado de guerra permanente contra todas las dictaduras que lo rodean y contra decenas grupos terroristas, ha caído en la provocación llegando, como es habitual, mucho más lejos de lo que esperaban los propios yihadistas. Hamas consigue, si no finiquitar, sí al menos entorpecer las conversaciones de paz, perjudicando a Mahmud Abbas y el gobierno de Fatah. Los neonazis, principalmente de izquierda, ya tienen con qué despotricar sobre sionismo, el Club Bilderberg y demás conspiraciones extraterrestres. El yihadismo internacional, desde Irán hasta Al Qaeda en Afganistán, en plena euforia, consiguen una campaña de propaganda impagable, relanzando la ciber-yihad en Internet.

Si hubieran tenido la más mínima intención humanitaria, o de ayuda a los palestinos de Gaza, hubieran aceptado llevar sus productos a través del puerto habilitado para ello. Sencillamente, ese no era su objetivo. Ni la ayuda humanitaria, la solidaridad o el pacifismo tuvieron nunca nada que ver con la Flotilla de Hamas.



En España la única reacción considerable es la del humorista Willi Toledo, que se ha puesto histérico contra la Plataforma Españoles por la Democratización de Cuba (¿?), «esa cosa infecta y repugnante», según Gili. También la ha emprendido contra el presidente Zetapé por vender armas a Israel (hay que ver, Gili, la que está liando Zetapé) y contra Rosa Montero por escribir sobre Gaza sin buenos y malos. En el panfleto para mentes simples han encontrado casus belli para evadirse del zapatazo: «El asesinato de diez pacifistas queda impune para las Naciones Unidas» (¿no era la ONU quién decidía qué guerras son legales y cuales no?).

Verdaderamente memorables, compitiendo a ver quién dice la idiotez más gorda, algunos blogueros que se están luciendo. Hasta Inés Sabanés, lo menos malo que ha parido la izquierda, anda convocando a los simpatizantes de Hamás. En unos días tendremos avalancha de alegres pacifistas manifestándose por el exterminio de los judíos. Pero el primer premio se lo lleva el soviet supremo, sin disimulo ni pasteles humanitarios, añorando que pronto tengamos otro 11-M:
es perfectamente legítimo el uso de la violencia para resistir y combatir a ese estado terrorista que no tiene derecho a existir que se llama Israel. Por eso, apoyo a aquellos grupos -Hamas incluido, y especialmente Hamas- que resisten con las armas y por otros medios las agresiones permanentes de Israel


Humanitarios

Gilad Shalit tiene ahora 23 años. Era un soldado en formación cuando fue secuestrado -hace 4 años- por los terroristas de las Brigadas de Ezzeldin Al-Qassam (Hamas), los Comités de Resistencia Popular y el Ejército del Islam, en el ataque a un puesto fronterizo en territorio israelí en el que mataron a otros dos soldados. El Ejército del islam es un grupúsculo en la órbita de Al Qaeda y el clérigo islámico Abu Qatada. Son los que secuestraron al corresponsal de la BBC en Gaza, Alan Johnston, y cuyos miembros fueron secuestrados a su vez por Hamas, con quienes de vez en cuando se lían a tiros. Shalit sigue secuestrado, no se sabe dónde, y los terroristas de Hamas nunca han permitido la visita de organizaciones como Cruz Roja Internacional.

El padre de Gilat, Noam Shalit, pidió a los humanitarios navegantes que entregaran una carta familiar y un paquete a su hijo. Además se ofreció a los humanitarios amigos de Hamas para mediar entre ellos y el gobierno. Los humanitarios pacifistas rechazaron ambas cosas.

Mientras ellos cantaban por el regreso del Ejército de Alá, 21.200 activistas de organizaciones internacionales sí aceptaron entrar en Gaza con permiso de Israel, y unas 400 delegaciones diplomáticas extranjeras. Hay 2.200 palestinos trabajando para organizaciones internacionales, con permiso para entrar y salir de Gaza, y 257 hombres de negocios de la Franja. Hay además estudiantes becados por todo el mundo, deportistas (el equipo de fúbol), artistas, etc.

Solidarios


La excusa de la Fotilla de Hamas ante los monos y cerdos occidentales era que solidarios «de todas las religiones, de todas las razas, artistas, filósofos, políticos, activistas…» llevaran a Gaza «calcio para los huesos de los niños» y «valium», unas diez mil toneladas. La mitad de lo que envía cada semana Israel a la Franja. Un millón de toneladas de ayuda han entrado desde Israel a Gaza en los últimos 18 meses, además del corredor médico permanente (que Hamas prohíbe a los palestinos), consiguiendo una expectativa de vida de 73.86 años (superior a muchas partes de Europa) o una mortandad infantil de apenas 17.71 por 1000. Los programas de la UNWRA coordinados desde Israel y la ONU, la electricidad, todo el equipamiento de escuelas, purificadoras de agua, las 133 toneladas de gasolina, una estupenda comunicación telefónica o un 20% de ciudadanos con internet (más que Portugal) son logros de Israel en Gaza. Hay que reconocer que eso del calcio para los huesos de los niños es infinitamente mejor para un telediario.

Pacifistas

La Flotilla de Hamas ha sido puesta en marcha por IHH, una organización islamista turca: «Insan Haklari ve Hürriyetleri Yardim Insan Vakfi» (Fundación de Ayuda Humanitaria Derechos Humanos y Libertades). Es ilegal en Israel, como un apéndice de Hamas y Hermanos Musulmanes. En la despedida de los barcos estuvieron Mahmad Tzoalha y Sahar Albirawi, dos terroristas de primer nivel de Hamas; Hamam Said, líder de los Hermanos Musulmanes en Jordania; Bolant Yilderim, portavoz de HHMM en Turquía, que acusó a los judíos de ser Hitler y crear campos de exterminio; o el jeque Raed Salah, líder del Movimiento Islámico de Israel, uno de los que lanzó rumores sobre que los judíos asesinaban niños árabes secretamente para beber su sangre... Con toda esta banda, estaban -cómo no- los tontos útiles occidentales, complejo de dihmmi, cumpliendo su función de escudos humanos y entonando las cancioncillas de Heidi con su abuelito. Cuando llegaron al punto crítico, los pacifistas inflamados de ardor religioso se lanzaron a interpretar himnos yihadistasOh judíos, ¡el ejército de Mahoma volverá!»).

Todos los barcos aceptaron de manera pacífica dirigirse al puerto de Ashdod (al norte de Gaza) desde donde se entregará la ayuda. Todos excepto aquel que tenían preparado para el "martirio", el Mavi Marmara. La agencia EFE llegó a publicar ayer que los soldados israelíes descendieron sobre las cubiertas «desde helicópteros abriendo fuego», pese a las «banderas blancas». Algo totalmente falso puesto que media docena de barcos no ejercieron violencia, y en el que iba preparado para ello se ve, gracias a los vídeos, cómo intentan linchar a los soldados. Se pueden ver, por ejemplo, las imágenes de un "pacifista" apuñalando a un soldado israelí. O a los soldados defendiéndose con armas no letales (paintball) al tiempo que reciben cócteles molotov y hasta una granada. Una pistola robada y un par de tiros en medio de aquella barbarie, llevaron al trágico final.

Terroristas

IHH es una más de las organizaciones no gubernamentales que proporcionan apoyo económico y soporte mediático a Al Qaeda. Su líder y organizador principal de la flotilla filo-terrorista, es Bulent Yildrim, viejo conocido de todos los servicios anti-terroristas del mundo. El experto en terrorismo islamista Evan Kohlmann, del Danish Institute for International Studies, documentó que IHH es una sucursal del yihadismo internacional, en estrecha relación con Hamas y Al Qaeda, y de otros grupos terroristas en Argelia, Libia y Turquía. Como es hoy IHH (y decenas de otras organizaciones falsamente humanitarias) fueron durante años Benevolence International Foundation, Global Relief Foundation o Taibah International Aid Association, todas ellas actualmente ilegales y detenidos sus líderes en USA.

En 1996 la policía encontró, a través de los registros telefónicos de IHH, una casa de huéspedes de Al Qaida en Milán y distintas células terroristas argelinas por toda Europa. En diciembre de 1997 las autoridades turcas supieron que IHH estaba comprando armas semi-automáticas para grupos terroristas. En la sede de Estambul la polícia encontró «armas de fuego, explosivos, instrucciones para fabricar bombas y una bandera yihadista».

El famoso juez francés anti-terrorista, Jean-Louis Bruguiere, acusó al organizador de la flotilla, Bulent Yildrim, por organizar una nueva yihad reclutando terroristas y enviando miembros de IHH a zonas de guerra para adquirir experiencia de combate, traficando de paso con armas y explosivos. Jean-Louis Bruguiere también testificó ante un tribunal USA en 2003, afirmando el rol fundamental de IHH en lo que se llamó la al-Qaida Millenium bomb, el intento de atentado contra el Aeropuerto Internacional de Los Angeles. El juez explicó que IHH es una más de la supuestas oenegés humanitarias que servían para encubiertamente contratar, falsificar documentos de tráfico y armas para los terroristas involucrados en aquel ataque. Aquel mismo tribunal de justicia expuso los contactos de IHH con Abdurahman Alamoudi, fundador del American Muslim Council, un islamista que cumple condena de 23 años por terrorismo en USA.

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