Desconocía esa expresión. En mi lejana mocedad, a eso lo llamábamos súbete aquí y patalea, o súbete aquí y verás Madrid, pero reconozco que queda mucho más fino lo de “peineta”, sin comparación con el fuck you anglosajón, ¡dónde va a parar! La cosa es que un hato de alegres progresistas con acné boicoteó la charla del presidente Aznar en la Universidad de Oviedo, rebuznando sus elevadas reflexiones al coro de balidos: Aznar, fascista, tú eres el terrorista; Ánsar, lameculos de Bush; y los imprescindibles piropos a una víctima de ETA: asesino terrorista. No está confirmado pero fuentes de toda solvencia indican que, junto a ellos, un grupito de nuncamais protestaba por el Prestige, y la UGT mandó a unos audaces liberados para reivindicar el feudalismo.
Apenas cuatro días antes los saltimbanquis del “no a la guerra” se repartían los Goya, con Álex de la Iglesia intentando poner un poco de sentido común. De afterhours se plantaron en Moncloa, para loar al líder. Al mismo tiempo que un grupito de comediantes millonarios rendían pleitesía al que paga, el presidente Zapatero, y le entregaban el Goya al mejor cómico, los habitantes de el distrito de Marjah en Afganistán enterraban a 12 civiles muertos por nuestras bombas, entre ellos cuatro niños. Exactamente al mismo tiempo. Varios actores se negaron a humillarse culo en pompa, por mucho que pague el pacificador sonriente. El 18 de febrero, cuatro días después, la alegre muchachada llamaba a Aznar criminal de guerra, y el 21 de febrero, siguiendo la mayor ofensiva militar en Afganistán desde el inicio de la invasión, 33 civiles murieron y otros 12 resultaron heridos en un bombardeo al sur de Kabul. Aznar ponía los pies en la mesa de Bush, Zapatero reza con Obama; Aznar estaba trabajando en ello, Zapatero very güel zenquiu y arrebatada sonrisa.
El 4 de diciembre la base española de apoyo avanzado en Herat fue atacada con cohetes. El 16 de diciembre las tropas españolas sufrieron un ataque mientras acompañaban al ejército afgano en una misión de reconocimiento en Bagdhis. El lunes 21 de diciembre hubo un gran ataque con fusilería y lanzagranadas en Qala i Naw, Defensa dijo desconocer si hubo bajas entre los insurgentes. En la madrugada del 23 de diciembre un convoy del batallón español que se desplazaba desde Herat hasta Sabzak disparó contra dos civiles que se acercaban en moto, tras varios disparos de aviso, matando a uno de ellos y dejando herido al otro. El último día de enero, al norte de Qala-i-Naw, en el paso de Sangatesh, explotó una mina anticarro de gran potencia al paso de un vehículo español de hace 30 años, dejando seis heridos y matando al soldado John Felipe Romero Meneses. Los soldados españoles dieron caza y mataron a tres de los insurgentes. El primer día de febrero, antes de que llegase la ministra, otro ataque con misiles al aeropuerto y la base de las tropas españolas en Herat. Una apacible zona hortofrutícola, como aquel que dice.
España formó parte de la coalición para invadir Irak 14 meses, desde marzo de 2003 a mayo de 2004, y murieron 4 soldados españoles (además de 7 agentes del CNI). España forma parte de la ISAF para invadir Afganistán desde diciembre de 2001, bajo control de la OTAN desde 2003, y ya son 91 los militares españoles que han perdido la vida (hay otras cifras pero no me salen las cuentas). Para Nochebuena, 24 horas después de que los soldados españoles mataran a un civil por equivocación, el presidente del gobierno felicitó mediante vídeo conferencia a las tropas españolas. Fueron 4 minutos alucinógenos hablando de paz: “especialmente a aquellos soldados que han dejado su vida en las misiones de paz“, “en defensa de la paz“, “desplegadas por la paz“, “por la tarea de seguridad y paz“, en “misiones de paz” y por “llevar paz“. La tropa, emocionada, cantó a su comandante en jefe la nueva versión del “Soy el novio de la muerte”, que ahora es novio o novia, de nadie, sólo del viento, o vienta, y termina con la jubilosa tonada: qué buenos son los padres de la patria, qué buenos son que nos llevan de excursión.
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