Son ellos, sí, los que intentaron cargarse el liberalismo español y, de paso, una emisora católica. Que Pedrojota sea el máximo defensor de Zapatero y de su adorada de la Vega es perdonable. Que entre él y Losantos fueran imprescindibles para un segundo mandato del susodicho, pasable. Que lo hicieran inventando conspiraciones del 11-M que solo favorecen al poder, para forrarse a costa de pobres gentes, mediante falsas investigaciones de uno y la propaganda del otro, repugnante.
Pero hay cosas que nunca cambian. Si el marido de Chacón quiere montarle una tele al jefe, Pedrojota aplaude con las orejas y Losantos acepta concesiones a dedo como las de Roures. Si el atentado a los derechos fundamentales llega por mano zapateril, que es quien paga, viva Zetapé. Incluso los de Público disimulan.
EL MUNDO, EDITORIAL 4 de diciembre de 2005
EL CAC, CONTRA LA LIBERTAD
EL MUNDO, EDITORIAL 4 de diciembre de 2009
Zapatero no debe ceder frente a los piratas de la Red
lunes, 7 de diciembre de 2009
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