viernes, 13 de noviembre de 2009

Francia y los piratas

A principios de año, un matrimonio y su bebé de 3 años se hicieron a la mar en el velero Tanit. Luego se sumó otra pareja. Florent Lemaçon, informático de 27 años, y su esposa de 29, invirtieron todo su patrimonio en la compra del barco. Según declararon al Ouest-France querían "huír de la sociedad de consumo y su rutina para vivir una verdadera aventura", y su destino era Somalia.
La fragata de la marina nacional Floréal se cruzó con ellos en marzo para intentar que cambiaran de ruta. Los aventureros se negaron. Poco después eran capturados por piratas.
En un comunicado del Elíseo se especificaba que se había entrado en "negociaciones", para "persuadir a los piratas de renunciar a su empresa criminal, pero las amenazas se hacían más precisas, los piratas refusaban las proposiciones que les hacían y el Tanit derivaba hacia la costa, se ha decidido una operación para liberar a los secuestrados".
Primero destruyeron las velas del barco, inmovilizándolo. Tras varios intentos de que los piratas rindieran las armas, la marina francesa asaltó el Tanit. Dos piratas muertos y tres capturados; el padre aventurero, Florent Lemaçon, resultó muerto.

El 11 de abril de 2008 las fuerzas especiales liberaron a los 30 marineros del Ponant
después que pagaran 1,5 millones de euros. A continuación asaltaron territorio somalí y capturaron a seis de los piratas.
El 15 de septiembre soldados franceses liberaron a una pareja secuestrada durante dos semanas en le Carré d’As.
Ayer jueves 13 de noviembre 2009, la misma fragata Floréal de la Marina francesa capturó a 12 piratas a bordo de varias embarcaciones frente a las costas de Somalia. La fragata francesa localizó y siguió a los piratas, los inmovilizó y los detuvo. Los piratas viajaban en un barco nodriza y otras dos embarcaciones más pequeñas, con abundante material que fue incautado, armamento, municiones y carburante.

Francia ha detenido a 98 piratas, de ellos 78 siguen en prisión y el resto libres por falta de cargos.

En España se acaba de saber que buena parte del dinero pagado en Somalia se ha entregado a los piratas equivocados. El juez Pedraz acaba aceptar este viernes la solicitud del abogado Javier Díaz Aparicio, exigendo que se aclare bajo qué pabellón navegaba el atunero. La Abogacía del Estado, por órdenes de la vicepresidenta de la Vega (por mucho que Pedrojota intente exculparla), esgrimió el principio de territorialidad para forzar al juez Garzón, de madrugada, a ir al juzgado y poner en marcha el proceso. Si se comprueba que finalmente no había pabellón español y que el atunero navegaba bajo la enseña de la ikurriña, el Estado no tendría capacidad legal para intervenir. Zapatero ni está ni se le espera, a no ser que la cosa salga bien de chiripa.

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