Valencians, en peu alcem-se

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Justo cien años antes de Hipatia, el 265 dC., nació en Alejandría san Dionisio. "Es más peligroso andar tres cuadras por esta ciudad, que viajar 300 kilómetros por el resto de la nación", dijo de su ciudad El Grande. Sufrió las persecuciones de los paganos, las masacres de Decio y, diez años después, la de Valeriano. Precisamente su tocayo el Papa, con el que mantuvo una agria confrontación intelectual, consiguió de Galieno la libertad para los cristianos.
Pero nuestro santo, quien señala el día de los enamorados en Valencia y el día de la patria, es Saint Denis, martirizado en el 272 durante la persecución de Aureliano, en el Monte de los Mártires (mons Martyrum), Montmartre, donde está la Virgen Blanca de los artistas. Sant Donís (Dionís es cosa de catalanes y Dionisio de castellanos) señala el momento, tal día como hoy en 1.238, en que el Rei En Jaume I entró al Cap i Casal con su esposa Violant d’Ungria. Los valencianos llevaron las frutas y verduras de la huerta a la pareja real.
Desde hace siglos al llegar el 9 de octubre cada valenciano ofrece a su esposa, novia o enamorada una Mocadorada como a la reina de su corazón. Los mazapanes reproducen aquellas frutas a Violante, los dulces de piuleta y tronador son piuletes i trons de pólvora que se hacían estallar, además de representación sexual explícita, todo envuelto en un pañuelo (mocador) y -quien se atreve- atado con un anillo.

Cuando oigo la Muixeranga d'Algemesí se me pone la piel de gallina. Si suena el Per a ofrenar los escalofríos me ponen tontorrón todo el cuerpo. Cuando un millón de personas gritamos "Valencians, en peu alcem-se" para atacar la última estrofa, no hay politiqueos ni miserias, y la reina en el balcón no es la única en llorar.


Hoy se baja la Real Senyera, que no se inclina ante nadie.