El sheriff de Nottingham olvidó su medicación, y claro, a pagarlo pocarropa. Será que, además de su ya mítico desconcierto, lo tiene descolocado eso de ser la nueva Belén Esteban y sus andreítas. Primero dijo que no, que nada de esquilmar a los más desfavorecidos. Pepiño y otros globos sonda mediantes nos aseguraron que el atraco sería "limitado y temporal", es decir, como cualquier subida fiscal, luego que afectaría a "los ricos" (a los únicos que no tocará un pelo), después que a las "rentas del capital" (de capital humilde, porque ni el patrimonio ni las SICAV entran en sus cálculos), y ahora nos pide que seamos "solidarios" con sus amigotes banqueros y con él, un auténtico inútil, peligroso enemigo de trabajadores y pensionistas.
Lean ustedes cualquier periódico del régimen, desde ABC a El País, El Mundo o La Vanguardia (he dicho periódico, Público no cuenta), y entren en los comentarios de sus lectores. ¡Hasta Cándido Méndez ha dicho, casi, casi, casi, que lo de su jefe no está bien! Emilio Botín, Almodóvar con sus SICAV, Entrecanales y Roures están contentísimos.
Lo malo de todo esto es que al sheriff de Nottingham le quedan tres años de fechorías y no se otea en lontananza la llegada de ningún Robin Hood. La esperanza -vana, me temo- es que los de la Pesoe lo propongan como primer presidente de la UE y lo manden a Europa a hacerse fotos, o para premio Nobel, pero que se vaya.
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