martes, 30 de diciembre de 2008

El meteorólogo de la COPE y otros cuentos chinos

Abajo, el Chino Cudeiro en una varonil pose antes de romperse la crisma con su gracejo y soltura habituales. Le acompaña Suenmano bajo la atenta mirada de la Banda de los Cuatro y algunos investigadores.

Chinito mandarín
Queridos intervisionarios de Mi Leño 3, compañeros, amigos, ¡hermanos! Primos todos, misteriosas noticias han llegado a nuestra redacción investigadora: el Chino Cudeiro no existe, y por lo tanto, no puede morir. ¿Realidad, mito, ficción? ¿leyenda urbana? Un equipo de Libertad Mundial se ha desplazado hasta la China Progre (antes comunista) y nuestros complejísimos dispositivos de captación para ondas sonoras nos traen testimonios que, de revelarse ciertos, serían sumamente inquietantes.

¿Qué es un Geek?

Nuestra investigación del enigma comenzó al descubrir actividades ocultas de unos misteriosos personajes, escisión del friki de toda la vida, los geeks. Si acudimos a las fuentes primigenias encontramos una definición apócrifa de friki que nos viene al pelo:

“Grupo social que se caracteriza por una serie de costumbres y formas raras, de modo que convierten una afición o tema en su forma de vida”.


Pues bien, un tipo degenerado de estos raritos es el Geek , en el que eso de “forma de vida” cobra toda su dimensión. Geek es un frikazo pijo (no confundir con los Emo, pelanas mariquitas vestidos de negro), es el que rentabiliza sus frikadas. Su mundo interior no se diferencia mucho del frikis vulgaris excepto porque canaliza todas sus energías en algún tema -habitualmente relacionado con la tecnología- con el que que gana dinero. Por esto mismo, por forrarse con la sagrada cultura friki, es rechazado por las demás sub-especies.
Dice la Biblia del frikismo:
Geek:

“habitualmente son miembros de importantes empresas, o famosos tahúres, o killers que buscan a alguien que haga su trabajo sucio, o mucho más comúnmente informáticos de renombre”.


Un asco, para entendernos.
Al grupo de fieles currando gratis para cualquier renombrado Geek se le llama “peones”, o en lenguaje popular, “negros”. Son una secta de gentes sencillas, primarios, con exacerbados instintos básicos al modo de los hinchas o hoolligans. Su misión, a parte de currar para el líder, es repetir los mantras incansablemente y buscar “algo raro” en cualquier tema banal. Por ejemplo, el tiempo.

El meteorólogo y el Chino Cudeiro

Sí, amigos, hace dos años, uno de los Geek con más éxito de ventas descubrió el maravilloso mundo de la meteorología. Una foto y la fotocopia de la foto dieron para charlas de radio y siete páginas de comentarios delirantes. Nuestra sociedad no estaba preparada para tan elevados pensamientos. La cosa no cuajó.
El pasado verano algunos negros encontraron una sospechosa conexión entre la información del tiempo y los pelanas de Lavapiés. Efectivamente, El País del 12 de marzo de 2004, edición andaluza, daba las temperaturas de varias localidades, y entre ellas Vera (Almería). Lo que para cualquier persona no versada en enigmas sería una idiotez, para el friki negro es una evidencia de las oscuras relaciones entre la Pesoe -compinchada con Mariano y Gallardón-, sus cloacas, el diario de PRISA y... ¡Rafael Vera! Como el Geek de la COPE no tenía muy claro qué aprovechamiento pecuniario podría dar a tan colosal descubrimiento, decidió dejarlo en barbecho hasta que llegaran tiempos mejores. Y llegaron, vaya que sí, con partes meteorológicos y todo.
A los dos años exactos de sus primeros pinitos con nevadas, borrascas y anticiclones, el Geek pudo reformular su apasionante teoría ambiental.
Retomando aquel “agujero negro” de Fernando Múgica en EL MUNDO (XXVI, Las mil caras de El Chino,12/02/06), el periódico digital que se hace publicidad gratuita en COPE lleva publicados 18 “enigmas” desde entonces, intentando probar que El Chino Cudeiro es un invento de las cloacas masónico-zetaperiles. O sea, que el Chino Cudeiro no ha muerto. Empezó en junio de éste año y vamos por el décimo octavo enigma. Siempre salen tiquismiquis, claro, perdices del ceneí o conspiradores del Gran Oriente que nunca están contentos con nada. Ni caso.
Que conste que el Chino Cudeiro nunca existió, nos dice el investigador, pero por si acaso, en la remota posibilidad de que su madre, hermanos, primos, esposa, amigos, cómplices y testigos tuvieran razón, quede claro que jamás de los jamases pudo haber viajado a Asturias para comprar dinamita. Hacía mucho frío y la morisma no soporta tales rigores.
Por nuestra parte queremos sumarnos a tan merecido homenaje. El Chino Cudeiro, como el Power Ranger Rosa, son heroicos personajes que merecen ser reivindicados por la sociedad. Solo podemos apoyarle con nuestros mejores deseos y el grito de guerra de los peones: ¡Vamos Chino, tú puedes!


Grandes aportaciones Geek a la cultura occidental
No vayan a pensar que los presuntos suicidas presuntamente suicidados y el chinito mandarín congelado agotaron tan benemérita asociación. Otros misteriosos agujeros negros han sido tratados con el rigor que caracteriza a los negros del Geek. Primero demostraron que el Chino Cudeiro se reunió con el villano Zetapé para recibir órdenes. Luego se preguntaron, ¿a qué huele un muerto? (sum sum, sum sum), y tan terrorífica cuestión quedó contestada en el enigma: Tutankamon, momias de falsos suicidas y el dedo incorrupto de Lamari. Inasequibles al desaliento lanzaron una línea de investigación derivada de las momias y el carrito del helado, la que nuestros expertos llaman “vagabundos cogidos al peso en la morgue” o, en triple salto mortal con tirabuzón y saltito, los fiambres enviados por Rodríguez Ibarra en procesión. Otra misteriosa trama superpuesta es la sospechosa omisión relativa a los hígados de los presuntos suicidas. Todos sabemos (lo dice Grissom en CSI) que para determinar la hora de la muerte se mide la temperatura del hígado. Vale que los higadillos suicidas (presuntos) subieron a 3.500 ºC con la explosión, pero... ¿Por qué no tomaron la temperatura al churrasco? Algo raro habrá. Apasionante agujero fue el del niño fantasma y los pintores espías, donde Pepe Gotera y Otilio tuvieron sus momentos de gloria investigadora.
Ni falta que hace enumerar otros grandes enigmas resueltos tan brillantemente como el de la Kangoo llena-vacía, el portero automático, los grandes éxitos de Javier Gurruchaga (con la Orquesta Mondragón), el calvo de Atocha, el vendedor de dinamita del McDonals y enganchado a la Play Station, el gruista perdido, la experta científica en química, el chandal del revés, los policías corruptos de Fernando Lázaro, la triangulación de sismógrafos para saber cuándo explota una bomba, la autopsia de una oreja y la sangre que desaparece a 3.500 grados, que ya si eso lo explicamos otro día.

Autores intelectuales
Este grupo de investigadores son un fenómeno científico y patriótico, de China, tal y como los han definido distintos autores con pluralidad de ideologías y diferentes tendencias:
"Un auténtico fenómeno sociológico. Son la respuesta ciudadana, de la dignidad y del valor ante el siniestro silencio y el sospechoso obstruccionismo oficial". -Juan Carlos Girauta
"Docenas de personas con buenos conocimientos de informática, de investigación judicial y de investigación policial... capaces de reunirse para compartir sus averiguaciones". -Federico Jiménez Losantos
"Constituyen la levadura de nuestra sociedad civil y el fermento del inconformismo crítico que batalla en pos de la verdad”. -Pedro J. Ramírez

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