¿Hay que defender la lengua castellana que se cargó Aznar?

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Si quieren que hablemos de cultura y lenguas, hablamos. Pero si se trata de política habrá que hacer memoria. Luego no se quejen, neocones, que no han sido precisamente los actuales gobernantes quienes han hecho de España la única nación donde su idioma, supuestamente, se margina. No, mis queridos libertinajales: si alguien se cargó la lengua castellana en medio país, se llama José María Aznar.

El manifiesto por la lengua lo firmo... Siempre y cuando no vea políticos oteando el horizonte. La pesca en río revuelto no me incumbe, eso es cosa de la casta sacerdotal política ya sea disfrazados de sociolistos o de libertinajales.
Lo malo de las Españas es que aquí todo es política, o mejor dicho: partidismo.
Resulta que Zapatero, con su aparente extremo izquierdoso pseudo-nacionalista, ha terminado por asimilar a los grupitos radicales haciendo un adelantamiento por la izquierda de vacuas intenciones buenistas. Un poquito de cháchara y casi aniquila IU, CiU, ERC, con palo tremendo para PNV. Es el "tontismo", en palabras de Marcello, la segunda parte del buenismo. Pero lo hecho, hecho está, y el disparate que montó Aznar pasándose por el forro la lengua de 500 millones de personas -y la Constitución- tiene mal arreglo.
De Fraga y su carajal en Galicia, mejor ni hablamos. Sólo decir que quien a dedazo mata, a dedazo muere; que si digitalmente puso a Aznar era porque estaban en perfecta sintonía, y que si a Aznar su dedazo rajoyesco le ha salido rana podría haberlo pensado antes, junto a todos esos holligans que -ahora- tienen visiones místicas con no sé qué primarias.

Remember.
En 1996 Aznar defenestraba a Aleix Vidal Quadras, echándole de la dirección del PP catalán que asumió en 1991. Y la razón es muy sencilla: así lo exigía Jordi Pujol. Aznar a la orden, prietas las filas que estos son mis principios y, si no le gustan, tengo otros. Vidal Quadras fundó entonces “Convivencia Cívica Catalana” y fue su presidente hasta 2001.
El europarlamentario no ha olvidado el desastre que desató la política "rompespaña" de Aznar y sus pactos con todo independentista que se le ponía a mano. Aleix no lo ha olvidado; Josemari sí. Tras el congreso popular, entrevistado por Tele Madrid, Vidal Quadras se refería a la nueva postura aznarista del que llama "profeta flamígero":

"Su pasado no fue en absoluto consecuente con el discurso que hizo" (en el congreso PP). "El papel de profeta flamígero requiere que el profeta haya sido consecuente".
"No puede decir ahora que frente a los nacionalistas hay que adoptar una actitud de firmeza cuando hubo un momento en el pasado en el que sus piernas flaquearon".

¿¡Flaquearon!? Cómo son los políticos. Ni flaqueó ni le pillaron por sorpresa, eso es retórica floral, Aznar y su gobierno se lanzaron ansiosos cual gacelas en los amorosos brazos nacionalistas en cuanto tuvieron la mínima posibiliad de montarse al coche oficial.
En octubre de 2005 Periodista Digital se hacía eco de un reportaje en Época firmado por E. de Diego:

"Una fecha estelar de la opresión que sufren los ciudadanos de Cataluña a manos de la Generalitat es el 7 de enero de 1998. Ese día se aprobó la Ley de Política Lingüística. Fue la primera modificación espúrea de la Constitución, en concreto de su artículo 3. Se pasó de la cooficialidad a un régimen de monolingüismo territorial".

CONSTITUCION ESPAÑOLA. Título preliminar: artículo 3
1. El castellano es la lengua española oficial del Estado. Todos los españoles tienen el deber de conocerla y el derecho a usarla.
2. Las demás lenguas españolas serán también oficiales en las respectivas Comunidades Autónomas de acuerdo con sus Estatutos.
3. La riqueza de las distintas modalidades lingüísticas de España es un patrimonio cultural que será objeto de especial respeto y protección.

El reportaje de Época continúa:

"Ante la total pasividad de los partidos políticos, Convivencia Cívica Catalana presentó ante el Defensor del Pueblo -Fernando Álvarez de Miranda en aquellos momentos- la solicitud de interposición de un recurso de inconstitucionalidad, en base a un dictamen elaborado por Tomás Ramón Fernández.
El Defensor del Pueblo encargó sus propios dictámenes y comunicó a Convivencia Cívica la decisión de presentar el recurso, a la vista de la unanimidad -respecto a la inconstitucionalidad- de tres prestigiosos juristas: Sebastián Martín Retortillo, Antonio López-Pina y Jesús Prieto de Pedro.
Una filtración desde la oficina del Defensor alertó a Jordi Pujol, quien encargó a Miguel Roca que solicitara de los padres de la Constitución informes favorables. Sólo se prestó Miguel Herrero de Miñón, quien en 24 horas emitió un informe favorable a la constitucionalidad.
La Generalitat envió dos emisarios a entrevistarse con Fernando Álvarez de Miranda, a quien amenazaron con romper el pacto de gobernabilidad y con que no podían responder de lo que hiciera “la calle”.
Lo que terminó por decidir al Defensor del Pueblo para dar marcha atrás en su decisión fue la llamada de José María Aznar para ordenarle que no presentara el recurso.
Aznar gobernaba gracias a los parlamentarios de Pujol y el poder pudo más que cualquier principio. El recurso, ya redactado, fue a parar a la papelera".