Es solo un rumor, pero se van precipitando acontecimientos que indican su verosimilitud. Buruaga no es rentable para la cadena COPE.
Sus audiencias que rondan los 850.000 espectadores le sitúan en el
cuarto lugar de las mañanas, por debajo de La Ser, Onda Cero y RNE;
todos ellos superando el millón de seguidores. El último EGM de Federico
Jiménez Losantos en COPE cerró con 1,5 millones de oyentes. Pero el
turolense no es una opción porque no puede abandonar EsRadio, lo que
deja la puerta abierta a Antonio Jiménez, actualmente presentador del
programa estrella El Gato al Agua, mientras que Losantos sí podría pactar una colaboración más estrecha con Ariza. Echando antes a Enrique de Diego.
El programa de tertulia nocturno tuvo una época de gran crecimiento mientras Zapatero se sentó en La Moncloa, lamentablemente ahora se ha convertido en un grupo de pelotas alabando al amado líder. Le falta ese mordiente que Federico sí puede aportar. Pero Losantos -que ya fue socio de Ariza como fundador de Libertad Digital- tiene empresa propia, por lo que el arreglo podría ir más lejos, algo muy posible dada la situación financiera de ambas cadenas, Intereconomía y EsRadio. Todo dependería de lo que pacten Julio Ariza y Alberto Recarte. Hace un par de años Losantos desveló que si no está en Intereconomía fue "porque en su día no me dejé tentar. La tentación fue enorme, enorme. Mil millones de veces más de lo que merecía".
El lunes Intereconomía despidió de manera fulminante a Enrique de Diego. Es cierto que tras la publicación de su libro 'La monarquía inútil', Julio Ariza fue llamado a La Zarzuela por Juan Carlos. Era la primera vez que el Rey llamaba al propietario de Intereconomía, y es bien conocido el republicanismo de Enrique de Diego, pero el runrún más determinante es sin duda la posición clara de Enrique respecto a la conspiración del 11-M inventada por Pedro J. Ramírez y Jiménez Losantos. De hecho, el republicanismo de Losantos es igual de combativo que el de Enrique. Lo que molesta es el 11-M, y la actual línea editorial tanto de La Gaceta como de sus radios y tele es hacer seguidismo de El Mundo sin meterse en líos. Hablar -mal- de Esperanza Aguirre o no dar crédito a las consignas de Losantos está totalmente prohibido en la cadena. Se puede criticar a Pedrojota, la competencia, pero sin entrar en los resbaladizos vericuetos de la conspiranoia que comparte con Losantos.
Primero, y tras algunas intervenciones, vetaron a Enrique de Diego en El Gato al Agua. En las semanas previas al despido, varias veces hubo que cambiar el programa A Fondo en el último momento. Nada contra las fabulaciones de Pedrojota y Losantos, es la consigna, nada del 11-M que no sea para arrear al PSOE o apoyar cualquier teoría delirante. En el diario La Gaceta Carlos Dávila, que es tertuliano de Losantos en EsRadio, censuró dos semanas seguidas el artículo de Enrique de Diego. Fue en ese momento cuando se pactó la defenestración de Enrique, con la salida de un libro titulado precisamente El Linchamiento. Su autor, Jiménez Losantos, ofreció un adelanto en Libertad Digital, y de entre los centenares de protagonistas que transitan por su historia de victimismo eligió el capítulo a propósito de Enrique de Diego y el 11-M. Luego le dedicó un editorial como aquellos que hizo para echar a Zarzalejos del ABC: "hace unos días Javier Algarra, Federico Quevedo y Enrique de Diego montaron un numerito ferocín en Intereconomía TV contra Pedro J. y contra mí", al día siguiente Algarra rectificó y todos sus tertulianos expresaron su "cariño y admiración" por Federico. El siguiente editorial, Las cloacas del 11-M, dejaba claro que, para llevarse bien, hay un tema que no se puede discutir en el que Losantos es el bueno y el resto del mundo, somos malos.
Visto con perspectiva, el que diera precisamente aquel adelanto de su libro, y no otro, tiene todos los visos de trampa pactada. Trampa en la que Enrique cayó, como no podía ser de otra manera. Más que un adelanto del linchamiento -el de Enrique- publicar aquel capítulo fue una forma velada de decir: "Voy a hacerte un oferta que no podrás rechazar".
Actualización 17 de diciembre:
Intereconomía cede la frecuencia 94.2 a Libertad Digital.
El programa de tertulia nocturno tuvo una época de gran crecimiento mientras Zapatero se sentó en La Moncloa, lamentablemente ahora se ha convertido en un grupo de pelotas alabando al amado líder. Le falta ese mordiente que Federico sí puede aportar. Pero Losantos -que ya fue socio de Ariza como fundador de Libertad Digital- tiene empresa propia, por lo que el arreglo podría ir más lejos, algo muy posible dada la situación financiera de ambas cadenas, Intereconomía y EsRadio. Todo dependería de lo que pacten Julio Ariza y Alberto Recarte. Hace un par de años Losantos desveló que si no está en Intereconomía fue "porque en su día no me dejé tentar. La tentación fue enorme, enorme. Mil millones de veces más de lo que merecía".
El lunes Intereconomía despidió de manera fulminante a Enrique de Diego. Es cierto que tras la publicación de su libro 'La monarquía inútil', Julio Ariza fue llamado a La Zarzuela por Juan Carlos. Era la primera vez que el Rey llamaba al propietario de Intereconomía, y es bien conocido el republicanismo de Enrique de Diego, pero el runrún más determinante es sin duda la posición clara de Enrique respecto a la conspiración del 11-M inventada por Pedro J. Ramírez y Jiménez Losantos. De hecho, el republicanismo de Losantos es igual de combativo que el de Enrique. Lo que molesta es el 11-M, y la actual línea editorial tanto de La Gaceta como de sus radios y tele es hacer seguidismo de El Mundo sin meterse en líos. Hablar -mal- de Esperanza Aguirre o no dar crédito a las consignas de Losantos está totalmente prohibido en la cadena. Se puede criticar a Pedrojota, la competencia, pero sin entrar en los resbaladizos vericuetos de la conspiranoia que comparte con Losantos.
Primero, y tras algunas intervenciones, vetaron a Enrique de Diego en El Gato al Agua. En las semanas previas al despido, varias veces hubo que cambiar el programa A Fondo en el último momento. Nada contra las fabulaciones de Pedrojota y Losantos, es la consigna, nada del 11-M que no sea para arrear al PSOE o apoyar cualquier teoría delirante. En el diario La Gaceta Carlos Dávila, que es tertuliano de Losantos en EsRadio, censuró dos semanas seguidas el artículo de Enrique de Diego. Fue en ese momento cuando se pactó la defenestración de Enrique, con la salida de un libro titulado precisamente El Linchamiento. Su autor, Jiménez Losantos, ofreció un adelanto en Libertad Digital, y de entre los centenares de protagonistas que transitan por su historia de victimismo eligió el capítulo a propósito de Enrique de Diego y el 11-M. Luego le dedicó un editorial como aquellos que hizo para echar a Zarzalejos del ABC: "hace unos días Javier Algarra, Federico Quevedo y Enrique de Diego montaron un numerito ferocín en Intereconomía TV contra Pedro J. y contra mí", al día siguiente Algarra rectificó y todos sus tertulianos expresaron su "cariño y admiración" por Federico. El siguiente editorial, Las cloacas del 11-M, dejaba claro que, para llevarse bien, hay un tema que no se puede discutir en el que Losantos es el bueno y el resto del mundo, somos malos.
Visto con perspectiva, el que diera precisamente aquel adelanto de su libro, y no otro, tiene todos los visos de trampa pactada. Trampa en la que Enrique cayó, como no podía ser de otra manera. Más que un adelanto del linchamiento -el de Enrique- publicar aquel capítulo fue una forma velada de decir: "Voy a hacerte un oferta que no podrás rechazar".
http://www.libertaddigital.com/opinion/enrique-de-diego/dias-de-infamia-17779/
ResponderEliminarLea. Y vea la fecha...
Esto lo escribió Enrique a menos de 24 horas del primer atentado, cuando todas las posibilidades estaban abiertas. Ha corrido mucha agua desde entonces.
ResponderEliminar¿Qué opina José Antonio Zarzalejos Nieto sobre el despido de Enrique de Diego?
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