Por un lado COPE tendrá oportunidad de desempolvar su ideario, abrirse y que no se identifique el cristianismo con unas ideas ajenas y una persona, por otro Losantos podrá hacer su radio.
Ningún comunicador en España tiene ahora mismo el tirón personal del turolense. Un verdadero chollo informativo para los demás, el periodista convertido en noticia. A su carro se suben muchos que cuando este daba la batalla democrática andaban haciendo ejercicios espirituales del Opus Dei o dirigiendo propaganda de la dictadura. Es curiosa su afición a dar lecciones de ética democrática, y sin embargo son tan necesarios para la sociedad española como estos, aquellos, los otros, los devotos, tirios, troyanos, punkis, los que se la menean, libres, liberales, confidenciales, o no, críticos, ecodiarios, los de aquí, de allá, más allá, de ultramar y acullá.
Sus constantes apelaciones a los "diez millones de huérfanos", el victimismo, "las víctimas del terrorismo" y el espectáculo que están dando con la conspiranoia son lamentables pero van con el personaje, y no resultan más estrambóticas que Wyoming con su negocio, prietas las filas, o Mª Antonia Iglesias dando voces en La Noria. La diferencia es que, además, Federico tiene talento.
miércoles, 17 de junio de 2009
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