sábado, 17 de noviembre de 2007

Carta de una víctima de ETA a Peones Negros Libres

PEONES NEGROS LIBRES… FRACASO Y DESENGAÑO.
.-Por Amelia de Querol, víctima del terrorismo etarra.


Peones negros libres: ¿qué pasó con toda aquella gente de bien?

Despierta una nueva mañana en Madrid. Bulliciosa mañana de marzo.

Despierta el día, y cada cual, a lo suyo. A su trabajo, a su faena, a sus asuntos...Así podría empezar una historia cotidiana de un día cualquiera. Pero esa historia no es cotidiana. Y este día ha quedado grabado en nuestras mentes para siempre. 11 de marzo de 2004.
No me es posible intentar pasar por aquel once de marzo sin recordar que los días posteriores, además, marcados por actuaciones políticas. Y a nadie se le escapa que ambos sucesos, atentado y los resultados electorales que vivimos tres días después, son, hoy por hoy, algo más que memoria colectiva.
Pero hablando de memoria, y toda vez que fruto de aquel dolor que nos conmovió a todos, recordemos un poco como la sociedad civil ha reaccionado ante la versión que se ha dado en llamar oficial, resultado de la investigación que sobre los atentados se ha seguido. No pretendo hacer hoy memoria extensiva sobre todo lo que se ha dicho y hecho, ni siquiera un desglose más o menos documentado de ello. Otros lo han hecho con mayor o menor fortuna.

Desde aquí me quiero acercar al movimiento ciudadano en sí. El que ha protagonizado la sociedad civil. Esa sociedad anónima, llena de individuos que, normalmente de buena fe y dolidos ante la crudeza de los hechos del once de marzo, se han preguntado muchos porqués. Y me quiero acercar a esos, a los individuos, en especial a uno de ellos, que va a adquirir una relevancia muy especial en todo el movimiento cívico de los Peones Negros (libres o no): The_smoker.

Situémonos. Tras el atentado, sumidos los ciudadanos en el dolor y en la incredulidad, los políticos no parecen estar a la altura de las circunstancias. El gobierno surgido de las elecciones que se celebraron inmediatamente tras los atentados comienza una política de negociación con ETA y de acercamiento manifiesto a los distintos nacionalismos. Eso ha creado en gran parte de la sociedad un profundo malestar y comienza a gestarse lo que se llamará la "rebelión cívica". A la que, por cierto, comienzan a sumarse sensibilidades tanto de derechas como de izquierdas. La AVT abandera en un primer momento este relanzamiento de la movilización ciudadana, despertando el dormido espíritu de Ermua. Lo que parece ser un "todos contra el terrorismo".

En este ambiente, Smoker, con un carácter ciertamente atractivo, se convierte, de pronto, en todo un referente. Hombre polifacético y hecho a sí mismo, desde el más absoluto anonimato, cansado de su misma apatía y de aguantar en el sillón que pasen los chaparrones, se lanza a la calle dispuesto a comerse el mundo, a conseguir que éste se mueva. Pero para mover el mundo necesitas un punto de apoyo (Arquímedes de Siracusa dixit)
En Libertad Digital, comienza a participar en el reciente blog de Luís del Pino. Aunque es expulsado del mismo. Esto le lleva a crear su propia WEB y un foro temático sobre el 11M: Fondo documental. Inicialmente será exactamente ese, un fondo documental con todo el material que se va reuniendo sobre el atentado y posteriores investigaciones.
Con gente variopinta, pero movida por ese mismo interés que en él es patente, por conocer todo lo concerniente a la investigación sobre la autoría del 11M, se va forjando todo un movimiento asociativo: Peones Negros.
El objetivo, mover a la sociedad. Crear en ella el germen del activismo. Pero parece que Luis del Pino tiene otros intereses: socializar la duda del 11M.

Durante unos fructíferos meses, el movimiento fue creciendo. Y el grupo se aglutinó bajo las premisas de querer saber todo lo acaecido el 11M y por el apoyo a todas las víctimas del terrorismo. El entusiasmo contagioso de Smoker y su gran capacidad para estar en todos lados fue haciendo de él un auténtico líder. Cercano, amigo, compañero. podía ser, en realidad, todos y cada uno de los peones. Tal vez eso fuera uno de los motivos de que peones negros comenzara a tener una relevancia cada vez mayor. Había generosidad.

En un momento determinado, cuando mejor se adivinaban las cosas para el futuro del movimiento, Smoker decide dejar su activismo en primera línea de fuego y anuncia que deja la coordinación nacional. Lanza la "bomba" junto con algún otro regalo, como determinadas conversaciones con Luis del Pino y un enfrentamiento sobre la conveniencia o no del uso de la bandera e himno nacional en las concentraciones de peones, que se saldó con la escisión de peones en dos fracciones: Peones Negros (de LdP) y Peones Negros Libres a cuyo seno regresó Smoker con toda su carismática carga. Ese sería su primer viaje de ida y vuelta. Pero no el único. En realidad, ahora con la perspectiva del tiempo se ve claro, una lucha de poderes.

El grupo de peones negros que acogió con entusiasmo a Smoker manifiesta desde eses momento enérgicamente que no están dispuestos a seguir liderazgo alguno, autodenominándose, por eso mismo, como libres. Su máxima, pues, no hacer seguidismo de nada ni de nadie. Y por supuesto, menos que nada, seguidismo político. Y comenzaron una andadura en solitario, y sin apoyo mediático alguno.
Peones negros, para la inmensa mayoría de la sociedad, se asociaba, erróneamente por cierto, a Luís del Pino y a su blog. Entre otras cosas porque él si contaba con apoyos mediáticos como COPE, EL MUNDO, LD, CITY FM…

El alma del movimiento cívico, basado en valores éticamente intachables, como la verdad, la libertad, el recuerdo de las víctimas, la independencia… seguía existiendo. Y todos los que lo seguimos nos reafirmamos en dichos valores.
Tras la escisión de los Peones Negros Libres, Smoker “pareció” no querer cobrar excesivo protagonismo y se mantuvo el movimiento con inercias adquiridas de la época absolutista anterior, sin una cabeza visible clara (haber la había, pero nadie parecía consciente de ello)

La no vertebración clara del movimiento, así como la sólo aparente apatía de Smoker por tomar las riendas, fue sumiendo a peones negros libres en un estado de anarquía estructural que poco a poco fue pasando factura. En el FD se respiraba, en un principio, ciertamente, un aire de libertad que resultaba saludable. Aunque de forma apenas perceptible, Smoker era en realidad el líder indiscutible e indiscutido. Esa situación aparente de libertad – en realidad ocultaba una anarquía dirigida -, dio paso a que ciertos elementos radicales –muchos- y muy influenciados por posicionamientos políticos e ideológicos –vaya, surge ya la contradicción- , así como otros que postulaban las más enloquecidas teorías alternativas al 11M, camparan a sus anchas por ese espacio de Internet. Peones negros libres era una cosa, pero la imagen que daba en Internet aparecía como la de un grupo de fanáticos, y por qué no, de chalados. Sólo una cosa quedaba a salvo: el amiguismo impulsado por el líder.

La desmedida ambición de algunos, las ansias de protagonismo de otros y la cultura del trepa instalada por ese imitador de Luís del Pino con más carisma que el original, comenzó a hacer mella en PPNNLL:

Uno tras otro fue poniendo “sus peones” para controlar el cotarro sin hacerlo evidente; todo cubierto con una fina pátina de grandes palabras: democracia interna, verdad, libertad. Nombres que degeneraron rápido en sinónimos de sectarismo y control absoluto: conmigo o contra mí… Pero y… ¿Las víctimas? Bien, gracias.

Y así se acaba con el movimiento. Desde dentro.

Por supuesto, como en cualquier dictadura del pensamiento sectario, inmediatamente se alude al “enemigo exterior”, ese que unifica fuerzas tras el líder. Como si lo que dijera alguien de fuera tuviera la más mínima importancia en un coto cerrado.

Hoy en día la situación ya es kafkiana. En las últimas semanas, y más aún desde la sentencia del 11M, raya en lo obsceno. Cualquier discrepancia se machaca. Se echa literalmente a patadas a mucha gente valiosísima a la que se insulta, degrada y expulsa sin posibilidad de réplica, Y esto le ha ocurrido incluso a esta que les habla, Amelia Querol, víctima del terrorismo.

Llenarse la boca a base de consignas grandilocuentes sobre las víctimas del terrorismo cuando ni siquiera se contempla su respeto ya como algo prioritario. Víctima o no, si discrepas te echan.

Tras este proceso de degeneración me siento algo responsable de este pequeño monstruo anárquico e impredecible que ayudé a crear, nunca pude imaginar que la cosa pudiera adquirir estos tintes tan esperpénticos. Por ello solicito y ruego a esas personas de bien que somos y fuimos, la disolución de Peones Negros Libres.

La rebelión cívica es necesaria y debe continuar. Pero sin lastre.

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