sábado, 24 de octubre de 2009

La invasión de los ultratontos

La Inquisición estatal ha hablado. Quienes se opongan a la moral del Estado y las buenas costumbres progresistas son ultras. No confundirse; a católicos, protestantes, musulmanes, budistas y gente que defiende los derechos humanos se les perdona la vida, son personas decentes, más o menos tolerantes, pueden ser aceptados por la sociedad con cierta condescendencia. Esos ya cambiarán, los demás son ultras.
Con la reciente manifestación por la vida la peonada del "nosotros decidimos matarlos" ha tenido que rebuscar distracciones para no entrar en un debate que tienen perdido de antemano. Nunca contestarán al problema planteado sino a su propia proyección de lo que sus adversarios "deberían" decir, o mejor aún, quiénes "deberían ser" aquellos que contradicen los dogmas progresistas para cumplir esas expectativas tan queridas de discutir con "ultracatólicos", "ultrabudistas" o "ultragente". En este caso, para justificar el homicidio de niños prenatales, sacarán no sólo la Inquisición, sino la pena de muerte, la guerra de Irak (Afganistán no, ¡yu yu!), la pedofilia o una irrelevante distracción sobre encuestas. Del tema, ni pío. Da igual, el único objetivo es disimular una doctrina neonazi adaptada al s.XXI con mantras sobre ultras y "extrema derecha", sin mentar nunca la opinión científica, la Constitución, los pronunciamientos del Tribunal Constitucional o un más que necesario referendum (de los Derechos Humanos ni hablamos).

Los irlandeses que se oponen al aborto son malísimas personas, ultracatólicos. Es decir, el 87% de los irlandeses, que se consideran a sí mismos católicos romanos según la encuesta más reciente (2006), o el 99% en zonas rurales. La manifestación de Madrid ha sido una "fiesta ultracatólica con dinero público" de talibanes y caverna. Los médicos y farmacéuticos por el derecho a la vida, que son un 98%, son todos unos marginales y peligrosos ultracatólicos:
"Los ultracatólicos usan la objeción de conciencia para no cumplir la ley"
En el interior explican que "Centenares de médicos de la Sanidad pública objetan para no realizar abortos, de modo que el 98% se hace en centros privados". Lo que es una manera de decir que el 98% de médicos que podrían realizar abortos, se niegan. Debemos pensar que todos ellos son "ultracatólicos", y nadie nos explica la diferencia entre católico y "ultracatólico": ¿o los médicos católicos sí practican abortos? ¿los budistas hacen abortos? ¿y los ultrabudistas? ¿y los médicos musulmanes? ¿Los médicos humanistas defensores de los derechos humanos realizan abortos?

Si un campeón del mundo se posiciona contra el delito de aborto (en España es un delito) es un "radical", que según El País "no difiere mucho del pensamiento de Bernie Ecclestone". Perdonen mis dudas pero, ¿Hitler no fue un firme defensor del aborto y la eutanasia? Pues para El País, no, y quien está contra las ideas hitlerianas es un "radical":
El País: Un radical al volante
"Vatanen, opuesto al aborto y la eutanasia, aspira hoy a ganar a Todt para presidir la FIA"


Así que tenemos defendiendo la vida y los derechos humanos a ultracatólicos, ultraprotestantes, ultrabudistas, ultramusulmanes, ultrahumanistas, radicales y, no podían faltar, extrema derecha, ultraderecha, el fantasma de Franco y el toro que mató a Manolete.
Si no cojean de la grave lacra cristiana, es que son ultraderecha o extrema derecha. ¿Alguien lo dudaba?: Grupos fascistas nutren al ‘lobby’ ultracatólico en la ofensiva antiaborto. Como Rajoy, que "se une al desfile contra el aborto de los ultracatólicos", y lo hace junto a malísimos franquistas: ¡a las barricadas! ¡no pasarán!
"La extrema derecha y el Partido Popular se manifestaron unidos en contra del aborto"
El PP no pintaba nada allí, de hecho fue una vergüenza que tuvieran la cara tan dura. Lo del aguilucho todo un éxito, había que rebuscar mucho para encontrarlos (parecido a los del nacionalismo catalán, que cada vez que oyen España te sacan en la tele a cuatro tíos de Falange).

En general, los medios -que son una prolongación del poder- tratan a sus receptores como tontos. Hay algunos que elevan la tontería un grado, muy tontos, y tenemos finalmente los medios que mejor funcionan, para ultratontos.

2 comentarios:

  1. Hola, José. Sólo puedo discrepar tanto de las formas como del fondo del artículo. Vayamos con las primeras:

    «Los irlandeses que se oponen al aborto son malísimas personas, ultracatólicos».

    Enlazas, como apoyo a esa afirmación, un artículo que critica a un tal Richard Green, irlandés portavoz de Cóir, una organización que publica guías que afirman que «muchos de los Estados miembro han aceptado leyes inmorales que permiten el aborto, la investigación de embriones y otras maldades». Del propio artículo que enlazas se desprende, sin demasiado problema, que ese señor y la organización de la que es portavoz son, además de contrarios al aborto, ultracatólicos; lo que no acierto a encontrar es la afirmación que dice que el resto de irlandeses (y mucho menos todos los contrarios al aborto) también sean ultracatólicos o malísimas personas.

    Además, introduces dos datos porcentuales (el 87% de los irlandeses o el 99% de algunas zonas rurales) que no se corresponden con los irlandeses contrarios al aborto, sino con los irlandeses que se consideran católicos (también se consideran católicos hoy en día -según datos de 2009- el 75,3% de los españoles y, sin embargo, se puede abortar en España desde hace casi 25 años, sin que las mayorías absolutas de izquierda o de derecha hayan vuelto a la situación que había antes de 1985).

    Respecto al otro porcentaje que mencionas (que el 98% de los médicos es antiabortista) podríamos hablar largo y tendido, pero no creo que sea necesario. En torno al 20% de los médicos de la sanidad pública compatibilizan su trabajo con sus consultas privadas, y ese porcentaje se dispara hasta el 80% en el caso de la especialidad de obstetricia-ginecología, que es el que nos interesa ahora.

    La cuestión es que cuando dices que «el 98% de médicos que podrían realizar abortos, se niegan» estás incurriendo en una falacia lógica, puesto que estamos hablando de abortos sí practicados, de forma que estaríamos afirmando a la vez que el 98% de los médicos son antiabortistas y que el 100% son proabortistas, lo cual es absurdo.

    Pero es que, además, ese porcentaje del 98% del que partes es en realidad del 72%, puesto que el 26% de los abortos se realizan en centros concertados.

    Es el 72% de los abortos los que se realizan en consultas o clínicas privadas, y la mayor parte de esos abortos son realizados por los mismos médicos que se han negado a realizarlos en la sanidad pública.

    Continúo cuando tenga otro rato, que aun me queda mucho que criticar del artículo.

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  2. Últimamente prefiero señalar contradicciones que pontificar. Tienes razón, porque lo único que pretende el post son dos cosas:

    1-La estupidez de diferenciar católicos de "ultracatólicos" para estigmatizar en realidad a los cristianos (sería igual con budistas o musulmanes).

    2- Lo dices tú mismo: "la mayor parte de esos abortos son realizados por los mismos médicos que se han negado a realizarlos en la sanidad pública".
    Y eso, ¿por qué será? ¿Está organizado el aborto como un grandísimo negocio?

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